Si cierro los ojos, todavía puedo escuchar el crujido de los pasillos de madera bajo mis pies. Ese sonido… como si las entrañas de la mansión quisieran hablarme. La casa de los Ravenscroft tenía vida propia, de eso estoy segura, aunque nunca me atreví a decirlo en voz alta. A nadie le gusta que lo...
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