-Ojalá pudiera dejar a todo el mundo contento cuando me vea-, pensó el sol, mientras repasaba sus rayos para un nuevo día. La lluvia lo escuchó y negó con la cabeza, mientras una leve sonrisa apenada se le asomó. – Si supieras que no todos son iguales, mi amigo. Mejor ponte feliz por los que...
En el día en que creí que el sol dejaría de brillar con tal fervor… porque al partir un ser amado, algo cambia en un segundo… Quizás el pesar deja tal amargor en el alma que la percepción cambia, al mirar el sol. En ese día, en que la seguridad se iba de mis manos...