La cabeza me dolía, las manos me sudaban, el corazón no dejaba palpitar rápidamente, el enojo no paraba de aumentar, o me tranquilizaba o sucumbía ante él.
“Cuando era un niño, tenía un amigo imaginario, su nombre era Aarón, el me dijo que lo podía llamar así, éramos muy cercanos, me acompañaba a la escuela, tenía un lugar exclusivo en la mesa para el y dormíamos juntos cuando tenía miedo por las noches. Aarón y yo teníamos un pequeño juego de palabras...
Dicen que te enamoras realmente una vez en la vida, y que las otras son solo pasajeras… Según una historia todos estamos destinados a una persona, unidos por un hilo rojo invisible ante nuestros ojos, que por mucho que se tense este hilo no se romperá, pero básicamente es una vieja leyenda japonesa, que solo...