IDe la tina emergió un sapoy se arrellanó a ambos lados con sus ancas,poco más y me desmayo. IIEra un sapo muy sensato,no sólo tomó mi jabón y toalla,sino también mis habanos. IIISapo despreocupado.Muy tonto o muy osado se limpia y se enjuagacomo si fuese un humano. IVYa bastante ha reposado.Si croa, volutas y burbujas...
ITampoco hoy me siento sano.Mañana, ¡ay!, también sufrí.La enfermedad puede tanto… IIAntes de doler me calloun poco, a ver si oigo al cuerpoque dice en su sufrir harto. IIIMe pide que caiga en llanto.¡Que grite! ¡Que grite ya!¿Y qué hago? ¿Algo hago? Me agravo… IVMas esto no empezó cuandoenfermé, ni todavíaaun cuando yo nací, acaso....