Fue así. Desarrollé un plan para castigar a la que escapó de las fauces de mi encanto, y al hombre que osó arrebatarla con su burda imitación de genuino amor. Aconteció que, recién llegadas las seis de la tarde, Cristín tocó mi puerta. Al amparo de un crepúsculo agonizante, su figura espectral conspiraba para que...
Seguir leyendo
24
2