Con mano temblorosa, con lágrimas en los ojos, tomó el teléfono y volvió a marcar su número. Hubo dulces pitidos, y ella sollozó y susurró suavemente «tómalo, por favor tómalo». Una leve vibración del teléfono pasó en su mano, lo tomó, respondió a su llamada. A través de sus lágrimas susurró: -Hola. -Hola, ¿algo urgente?...
Seguir leyendo
22
0