La cuarentena ha llevado a muchísima gente a perder la compostura; cunde el fatalismo. Quise recrear ese estado de mente desde el punto de vista de un individuo encerrado y harto de todo.
Es un cuento que se de desenvuelve en la urbanidad de un barrio de Medellín. No es una fantasía, todo cuanto se lee aquí es una narración directa de los personajes y escenarios que habitan en la ciudad en la vida real. Lo que pasa es que aquí hay un ambiente extraño que convierte las...