Las mujeres del litoral pacífico, desde niñas, aprenden a ir al manglar para recoger la piangua, molusco que crece en las raíces enterradas en el barro.
En la memoria que sobrevive a las tormentas de la vida, a veces, la precariedad es una antesala al desastre, pero también se convierte en una ruidosa alabanza a la inocente belleza de lo elemental.
Crudo relato sobre un personaje siniestro, víctima de circunstancias que nunca lo favorecieron en una ciudad puerto, y victimario en una sociedad marcada por la violencia.