1950 Alegrando Dobleherre empieza una búsqueda a través de su ciudad natal para encontrar una historia para su primer novela, o al menos eso espera y cree.
Cerrar los ojos para soñar despiertos Inconscientes de lo que nos sucede Tratar de comprender nuestros sentimientos Para ocasionar un impacto más leve. Ya no logro engañarme Quise ser ciego de lo que me pasaba Pero no aguanto y debo despertarme Para liberarme de este nudo que me atormentaba. Tú imagen indeleble en mi mente...