Hay noches que empiezan como un pretexto y acaban como anécdota para siempre. Esta fue una de esas. Viernes cualquiera, cena científica le decíamos. Aunque de científica no tenía nada, más allá del arte de mezclar whisky con hielo. La fórmula era siempre la misma: convocábamos a un grupo de médicos importantes, les dábamos de...
Seguir leyendo
16
0