Dos amigas que se acaban de conocer deciden emprender un viaje de bajo presupuesto y acaban presenciando una primera cita inesperada entre dos desconocidos.
La conversación que fluía entre nosotras en el coche demostraba una vez más mi teoría. Si te gusta dormir, mirar el paisaje empanada, ir abstraída en tu mundo interior, o si lo tuyo es mirar la pantalla del smartphone durante horas como si no hubiera más mundo, lo tuyo no es compartir un BlaBlaCar.