Extracto de la lección El monólogo interior, cedido por Talleres de Escritura Creativa Fuentetaja a la Fundación Escritura(s) para ser leído en el Club de escritura.
.
La conciencia no se ve a sí misma desmenuzada en pequeños fragmentos. Las palabras cadena y serie no alcanzan a expresar adecuadamente su realidad percibida sin interposiciones, pero resulta difícil ponerle límites: fluye. Si se recurriera a las metáforas tendríamos que hablar de río y corriente. Y eso es lo que haremos en adelante: hablaremos de flujo o de fluir del pensamiento de la conciencia y de la vida interior.
El psicólogo William James es el que hace esta primera definición del fluir de la conciencia a finales del siglo pasado. Poco tardaría la literatura en hacer un matrimonio de conveniencia —como en aquella época se estilaba— con la adolescente psicología; y de ese matrimonio nació enseguida el monólogo interior. Ya en el 1887 la pluma de Eduard Dujardin había puesto cauces al río de la mente:
El monólogo interior es, en el orden de la poesía, el discurso sin auditor y no pronunciado, mediante el cual un personaje expresa sus pensamientos más íntimos, más cercanos al inconsciente, anteriores a cualquier organización lógica, es decir, en embrión, y para ello se vale de frases directas reducidas sistemáticamente a lo indispensable, para dar así la impresión de lo magmático.
El inventor del monólogo interior es superado de lejos por sus seguidores, que adoptan para sus sueños literarios el buceo en la mente de sus personajes, no siempre de una forma sistemática, y a través de distintos estilos.
La literatura europea recoge este recurso como un paso más para llegar a la intimidad del personaje, para recrear la poesía de la mente y alcanzar, así, una forma estética de lo interior. La literatura americana, en cambio, busca reflejar en lo más íntimo del hombre la violencia social de la superficie. Virginia Woolf, Joyce, Beckett…, en Europa, y Faulkner y Dos Passos, en América, son los primeros en explorar de una forma verosímil el territorio virgen de la conciencia. Porque nunca hasta entonces la literatura había pretendido ser tan fiel a la realidad, y nunca un proceso tan universal y cotidiano (algo que está sucediendo también ahora mismo, en tu mente, mientras lees esto) fue tan inaprehensible —e inenarrable— a pesar de ser parte insustituible de la realidad personal, intimísima, de cada cual.

Faulkner, monólogo en exterior
(…)
Lo que supone el monólogo interior para el arte de narrar es un salto en el nivel de la subjetividad. El narrador simula renunciar a su lengua y a su personalidad, e incluso a su función, y elabora el yo del personaje desde dentro de él, y no desde fuera como hasta entonces. No le encorseta en las normas de la lógica porque el fluir de la conciencia es libre, ni tampoco en las del lenguaje, porque es inexpresable. Este descenso en el nivel de la subjetividad implica, a su vez, dos abandonos en el camino…
—Primero, el narrador se desvanece (a veces, en parte, a veces, totalmente, como veremos más adelante) dejándolo todo en desorden. La labor del escritor pasa a ser ahora seleccionar cada elemento del texto para hacernos creer precisamente que no ha habido orden ni selección alguna.
—En segundo lugar, el lector pierde su puesto privilegiado frente al escenario, porque el monólogo interior parece no estar narrado para nadie: no explica, ni aclara, ni analiza. El lector pasa a ser algo así como un mirón indiscreto detrás del ojo de la cerradura, un curioso que se introduce por la escalera de incendios de la mente —casi siempre en llamas— camino al personaje.
–
El Club de escritura, la plataforma digital de la Fundación Escritura(s) para la didáctica y la práctica de la escritura que, con 100.000 miembros registrados, es la comunidad literaria más importante en español, te permite formarte, participar en convocatorias y concursos literarios con dotación económica, autopublicar tus textos y compartir y difundir tu obra.
Accede a la batería completa de recursos para mejorar tu escritura. Solo tienes que darte de alta (de forma gratuita y rápida) en el Club y podrás obtener de inmediato una guía temática con las claves para mejorar tu escritura:
Talleres de escritura creativa Fuenteteja es la plataforma de talleres literarios más ambiciosa y veterana del ámbito hispanohablante. En sus talleres puedes mejorar tu escritura en el marco de una disciplina de aprendizaje sostenida en el tiempo: con la versión completa de estos materiales, con propuestas motivadoras que trabajarás en grupos reducidos (de forma presencial en quince de ciudades españolas u online si no resides en ninguna de ellas) y con un profesor especializado que comentará exhaustivamente tus textos.Puedes también probar con un breve taller online para una primera toma de contacto, a elegir entre los ofrecidos por la Fundación Escritura(s) dentro del Club a precios muy populares.