Taller de escritura ampliada: la fotografía Información y matrícula del taller

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Taller de escritura ampliada: la fotografía

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¿TE GUSTA LA FOTOGRAFÍA?

Desde hace poco tiempo el acto de fotografiar se ha convertido en masivo y cotidiano gracias a esa “cámara-bolígrafo” que son los teléfonos móviles. En las pantallas, la imagen (también la imagen en movimiento) es ya un recurso más del lenguaje, a la misma altura que la palabra.

Un taller intensivo de la Fundación Escritura(s): por solo 19,90 euros da los primeros pasos en la escritura fotográfica

Comienzo de la próxima edición: 1 de marzo de 2020

Lee Friedlander

¿Cómo participar en el taller?

  1. Si no estás inscrito en el Club de escritura debes darte de alta como usuario (pinchando en ENTRAR en la columna de la izquierda). Es gratuito y solo necesitas dos minutos para rellenar los datos. Como usuario podrás participar también en los concursos y actividades programadas y publicar tus obras independientes.
  2. Para abonar el taller -son solo 19,90 euros- pincha en el botón que hay abajo en esta misma presentación. Te remitirá a una página segura de pago, en la que podrás usar tu tarjeta de crédito o débito o pagar a través de PayPal. El pago se efectuará en la moneda local del país desde el que se contrate.
  3. Una vez confirmado el pago, desde la fecha de inicio del taller, podrás acceder a la convocatoria, que te aparecerá en la página inicial del Club (en MIS CONVOCATORIAS). Allí encontrarás el programa, material didáctico, lecciones filmadas, propuestas de lecturas y de actividades, que debes subir pinchando en el botón PARTICIPAR, arriba a la derecha, dentro de las fechas previstas para cada ejercicio. Todo el material estará accesible desde el primer momento para que puedas gestionar mejor tu tiempo.
  4. Los participantes del taller debéis comentar los ejercicios de los compañeros, señalando lo que entendéis que funciona mejor y lo que funciona peor, sugiriendo cambios para abrir un diálogo con su autor que os sirva a todos para mejorar vuestra escritura. Un moderador intervendrá cuando lo considere necesario.
  5. El último ejercicio será corregido por un profesor de escritura creativa. Su informe será visible a todos los participantes del taller.

Características del taller de escritura fotográfica

Comienzo: 1 de marzo de 2020

Duración: 2 meses

Periodicidad: cada mes o dos meses se ofertará un nuevo taller

Dedicación prevista: 30 horas

Número máximo de alumnos por aula: 30 talleristas

Material: 8 lecciones

Entregas de ejercicios: 8 propuestas (un breve ejercicio cada semana). Las propuestas son comentadas por los compañeros. La entrega final recibe un comentario crítico del profesor

Precio del taller (precio de lanzamiento): 19,90 euros (aprox. 23 dólares)

Cómo matricularse: pincha en el botón rojo Inscríbete ahora, te remitirá a una página de pago seguro en la que podrás usar tu tarjeta de crédito o débito o pagar a través de PayPal

Un taller de escritura fotográfica en el Club

El analfabeto del futuro no será quien desconozca la escritura, sino quien no conozca la fotografía, se ha dicho. ¿Pero no es más analfabeto el fotógrafo que no sabe leer sus propias imágenes?
Walter Benjamin

El Club de escritura es una comunidad de aficionados a la escritura que funciona como plataforma de concursos literarios, red social y herramienta didáctica. Con más de 70.000 inscritos, un editor de textos único y decenas de convocatorias con propuestas audaces, es la más ambiciosa en el ámbito hispanohablante. Busca estimular a los usuarios a escribir, pero también a compartir sus historias y a reescribirlas, editándolas tantas veces como sea necesario, tomando en consideración las observaciones que le hagan los otros participantes. Entendemos que usar el Club puede servirle al aficionado para afianzar su hábito de escribir y mejorar su estilo, su capacidad de contar una historia de manera eficaz y atractiva, con su respuesta a las distintas propuestas de ejercicios, y también por esa lectura crítica de los otros textos, con los comentarios que escribe y recibe (a un tiempo lector y autor). Los números de cada convocatoria son apabullantes: cada obra recibe más lecturas y más comentarios que la mayoría de los textos publicados en papel. Y está abierto a todos: la Fundación Escritura(s) hace un enorme esfuerzo para que la plataforma sea gratuita, para que nadie se quede fuera.

Pero para reforzar la función didáctica del Club creemos que es necesario ofrecer también pequeños talleres, otros espacios de participación con más materiales y una atención personalizada. Algunos generales, de escritura creativa, muy demandados, pero también otros que puedan servir a los usuarios para contar historias con otros recursos distintos a la palabra, con los que el editor de textos del club nos permite experimentar. Este de escritura fotográfica -para la Fundación Escritura(s) muy querido- busca proporcionar las herramientas básicas necesarias para la lectura y escritura de y con la imagen. Es decir, desarrollar el aprendizaje de mirar de forma inteligente y sensible, y de ser capaz de hacer un análisis autocrítico al respecto de cómo mejorar en la realización de imágenes propias. Sin perder el Club su condición de inclusivo, de accesible a todos: La duración media de cada taller serán dos meses y el coste de su servicio básico en torno a los 20 euros, un precio muy bajo, pero que ayudará también a hacer sostenible el Club y acometer en él nuevas mejoras técnicas.

Sally Mann

¿Por qué este taller es para todos?

El planteamiento de este taller surge de una evidencia más o menos novedosa: desde hace relativamente poco tiempo el acto de fotografiar se ha convertido en masivo y, sobre todo, cotidiano gracias a esa “cámara-bolígrafo” que hoy la gran mayoría de la población lleva en su bolsillo: los teléfonos llamados “inteligentes”.

Surge también de otro hecho indiscutible: en las páginas pantallas, a las que nosotros también llamamos páginas de luz (en contraste con las tradicionales páginas de papel), la imagen (también las imágenes en movimiento) es un recurso más de lenguaje, a la misma altura que la palabra. A nadie se le pasará por alto que esas páginas de luz, las pantallas, son, para bien o para mal (ese es otro debate), el lugar donde pasamos hoy la mayor parte del tiempo leyendo y escribiendo: mensajes, blogs, posts, prensa, todo tipo de informaciones, creaciones de todo orden…

Pues bien, al margen de habilidades “tecnológicas” (es decir, cómo manejar correctamente un dispositivo fotográfico) y aceptado que, por mucho que la llamemos “inteligente”, en sentido riguroso una máquina no puede pensar por sí misma, y que efectivamente hace falta inteligencia, además de sensibilidad y conocimiento, para hacer fotografías —para escribir con luz, como dicta la etimología de la palabra “fotografiar”—, ¿cuántas personas que descubren el placer y la utilidad de hacer y compartir fotografías se preocupan sin embargo por entender y analizar el lenguaje fotográfico? No nos engañemos: muy pocas. De momento, la relación mayoritaria con la fotografía tiende a resumirse más bien en el acto impulsivo y mecánico de apretar el botón de la cámara y añadir la imagen resultante a un mensaje o a un texto, sin mayores consideraciones.

¿Por dónde deberían empezar esas consideraciones? Por no perder de vista —nunca mejor dicho— que, aunque ver es un acto físico, mirar e interpretar lo visto es un acto mental, consciente, tanto más enriquecedor en sus matices cuanto más bagaje cultural posea el espectador. Fotografiar puede ser un acto mecánico, muchos dispositivos automáticos lo hacen, cada vez con mayor facilidad e inmediatez. Sin embargo, crear e interpretar fotografías significativas sólo puede ser fruto del análisis y el juicio crítico que proporciona el conocimiento de los códigos propios de la imagen fotográfica.

La aparente sencillez de la fotografía (no se necesitan a priori destrezas manuales como para el dibujo o la música, por ejemplo) a menudo lleva a desviar la atención hacia cuestiones técnicas, olvidando que su verdadera complejidad no está en el manejo de las máquinas o las ópticas, sino en la adecuada utilización de un lenguaje que, como todos, está evolucionando constantemente y que es necesario conocer y actualizar para poder “leer” y entender lo que se ve en una imagen, así como para mejor “escribir” y transmitir lo que vemos frente a nuestros ojos dándole la forma de una imagen o serie de imágenes. O combinándolo con texto escrito, un hábito expresivo cada vez más extendido.

Esta actividad es pues en cierto sentido un taller de alfabetización, que colabora a llenar un gran vacío en el sistema de formación escolar del que ha sido víctima buena aparte de la población adulta —y no tan adulta—. Con un enfoque riguroso, desarrollado e impartido por profesionales de la fotografía con gran experiencia didáctica, el taller está también dirigido a
personas que se quieren iniciar en la fotografía creativa , así como a quienes ya se dedican a la fotografía en su sentido más técnico pero desean ampliar su conocimiento y práctica de la sintaxis fotográfica, sin olvidar a aquellas personas interesadas en conocer las claves básicas de la fotografía contemporánea como forma de interpretación del mundo actual.

En conclusión, aunque el taller pueda ser de interés para personas con cierta habilidad técnica ya asentada, está orientado a un público amplio, sin mayores conocimientos técnicos, que quiera entender uno de los lenguajes más importantes y desconocidos de los que nos rodean.

Un lenguaje que, con todo, y quizás por su aparente obviedad, es usado hoy por casi todo el mundo con naturalidad, sin temor. Falta de miedo, por cierto, muy positiva como base de un aprendizaje.

Irving Penn

Metodología

El objetivo es desarrollar y afianzar una disciplina de creación y reflexión a largo plazo. Para ello, el taller se estructura a partir de un doble eje: De un lado, se trabaja la teoría fotográfica y discursos fotográficos contemporáneos a través de lecciones, pautas, estímulos y propuestas muy diversas, centradas tanto en los aspectos técnicos y estilísticos de la fotografía como en el desarrollo de la capacidad de creación. Del otro, la actividad se desarrolla en grupos de trabajo e intercambio, donde el aprendizaje se genera a partir del comentario y la discusión de las fotografías de los participantes entre sí. 

Cada taller funciona como una convocatoria privada y restringida a la que solo tienen acceso los matriculados. El alumno dispondrá de todos los materiales desde el comienzo para poder gestionar mejor su tiempo. Al mismo tiempo, cada semana se le propondrá un breve ejercicio que debe subir como participación para que el resto de sus compañeros lo comenten y critiquen, con la supervisión de un moderador que puntualmente puede dar alguna indicación. El último ejercicio será una propuesta de más envergadura que recibirá también una breve evaluación del profesor. El tallerista enviará las distintas actividades como participaciones desde el editor de textos del club en las fechas indicadas. Delante del título escribirá el número de la actividad para, ordenándolos así, facilitar la lectura y comentarios de los trabajos. Para reproducir la dinámica del taller de escritura fotográfica el tallerista debe atender las críticas a sus fotos (puede editarlas y corregirlas a partir de estas observaciones) y comentar las participaciones del resto de compañeros.

Programa

  1. Cómo perciben los fotógrafos
    • Propuesta de trabajo: Los fotógrafos ciegos
  2. Autorretratos
    • Propuesta de trabajo: Fotografías como catarsis
  3. Encuadre y punto de vista
    • Propuesta de trabajo: Verlo de otra forma
  4. La composición
    • Propuesta de trabajo: Fotografía intervenida
  5. El tiempo y el movimiento
    • Propuesta de trabajo: El silencio fotográfico
  6. La luz y el color
    • Propuesta de trabajo: Luces encontradas
  7. La narración fotográfica
    • Propuesta de trabajo: Inventando significados a las fotografías
  8. Notas para un ensayo fotográfico. Propuesta última de trabajo: Mi portfolio, en busca de unidad en mi cotidianeidad)

 

 

El taller de escritura fotográfica supone una fuente importante de financiación para el Club. La Fundación Escritura(s) sostiene buena parte de sus actividades a partir del trabajo desinteresado de sus rectores y colaboradores. Pero sus proyectos más ambiciosos, como el Club de escritura, necesitan de tu ayuda. Si te resulta importante nuestra labor, puedes también realizar una donación en nuestra página de micromecenazgo. Te informaremos oportunamente del destino y resultados de tu contribución.


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