Hasta nunca querida.

Hasta nunca querida.

Kramen

14/01/2025

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Llevo una toda una semana extremadamente extensa reduciendo la cantidad de tabaco consumido. El sendero hasta aquí ha sido largo pero apenas tortuoso… un viaje de miles de noches que en breve llegará a su fin. La cuenta atrás hace tiempo terminó y mi amiga verde ha sido la última en visitarme para poner término a nuestra relación intermitente.

Huelo su aroma a incienso y verde pasto, con un toque de humedad como cuando viene la lluvia a kilómetros. Noto su crepitar desmoronándose entre mis dedos mientras mezclo con cuidado la que será mi postrera obra de papiroflexia. Más de veinte años han pasado desde entonces y el ritual sigue siendo idéntico, las mismas pausas, el esmero de rular el papel con su sonido característico, unificando la carga a lo largo del cilindro para que todo sea perfecto.

Pongo la boquilla y en la boca la saliva empieza a brotar como la sed de llegue nuevamente la primavera. Acaricio la pega con la lengua, sutil como el beso de un ángel antes de que llegue la muerte con su aciago destino. Realizo ese largo recorrido al igual que ocurría con los cuellos de mis conquistas pasadas. Mismo sentimiento diferentes sabores.

Veo al mechero salpicar sus chispas precediendo a la llama azul de los fuegos fatuos. Y todo comienza como nunca antes de que termine para siempre. Mi última vez querida amiga, a partir de aquí nuestros caminos se separan. Las canas han llegado para quedarse y mis hijas crecen cada día en espera que les dé el cariño y atención que te ofrecía a ti.

  • No me dejes… me besa en los labios.
  • Esto es el final… le susurro yo, llenándome la boca de todo su amor.

Aspiro fuerte y siento como me inunda cada alveolo… surcando mis pulmones como quien da la vuelta definitiva a una casa que se abandona. Siento como su sabor estallar cual esferas de mil sabores en mis papilas, el aroma asciende por el retrogusto invadiendo la trastienda nasal, dividiéndose como las ramas que contemplaba crecer en la infancia. Se nota un toque ácido pero dulzón, un aroma a cítrico entre la manzana y la maracuyá.

Vuelvo a aspirar…

  • Quédate a mi lado…
  • Ya no puedo, debo de dejarte al igual que a las demás. Ahora tengo familia. Compréndelo.
  • Yo estaba antes que ellas y seguiré estando cuando ellas te abandonen.
  • Eso sólo lo sabe Dios y no le pienso preguntar…

Inhalo y la dejo con la palabra en la boca mientras nuestra historia avanza inexorable hacia su final, el naranja incandescente recorre su figura, dejando a su paso tierra quemada y cenizas, el incendio consume su vida entre el humo serpenteante que se aleja sin reproches hacia lo más lejano la noche estrellada.

La luna nos mira llena desde el cielo, en nuestro baile definitivo, quizás el más dulce y la vez amargo.

  • Me echarás de menos…
  • No lo dudes, pero ahora tengo a quienes amar más.

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