Desperté convertido en mi mismo. Había estado viviendo como si fuera otra persona, lleno de miedos y dudas y dudando de mi . Debía recobrarme a mi mismo, pero el espejo solo me daba el mismo rostro alterado de siempre. Así que al despertar esa mañana siendo yo mismo y ya sin sin miedo de mí, valorando lo que era yo, único e irrepetible, me di cuenta que había vivido en una mentira y ahora, viviría en la verdad: Ser yo mismo es un tesoro
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