Solo se me aparece algo similar a un escenario muy oscuro, negro. Y en el centro poco parecido a un muñeco pequeño, sentado. Quizá poseído por algún ventrílocuo. Está enfocado por un haz de luz blanca que solo demuestra su silueta. Empieza a hablar.
—Hay que intentar siempre ver el aspecto favorable de las cosas. El humor es fiel en ello. La educación también. Pero con el control de hecho. No en lo incierto. Ríete de ti mismo y ayuda a quién conoces. Te preguntas alguna vez: ¿Enseño a reír? No hay que instruir una sonrisa con compromiso: Demostrar los dientes al falso, o, ser pesado con el sencillo. Es saber hacer reír. Con simplicidad. Te preguntaste alguna vez: ¿Creceré cómo alma? El resto de lo que observas a tu alrededor son solo parte de la secuencia de los sucesos. Con infinidad. Créelo que es cierto. El error está en saber qué, uno sobrevive por: ¡Sí! ¡Yo! ¡Y, solo! Y no es cierto. ¿Estaremos muertos? ¡No! Se está en este mundo lucro producido por el egoísmo de un capital no ecuánime producto de un sistema. No esperes a que nadie te ayude. Eso es cierto. No intentes vivir por encima de tus posibilidades. Te preguntarás en la constancia: ¿En lo alto del qué, por dé, el qué? Si no tengo nada. Crees, creíste y creerás. ¡Nunca es nada cuándo algo tienes, y quizá menos cuándo mucho tienes! Ya estás muerto. Piensa antes de morir en lo que quieres. No en ti. Y, escucha a quién te ama. No a ti. ¿Te da tiempo? No esperes a qué: fue, es, o, será. ¿Y qué más da?, todo desaparece en un instante. En el momento. Ya estás muerto. Lo sabíamos. Aunque más no lo: creímos, creamos, creeremos. Soy una molécula. ¡Fuimos, somos, seremos! Moléculas. Acuérdate, recuérdalo, apréndelo. Me lo dijo mi sombra. Te preguntas, te preguntaste, te preguntarás alguna vez: ¡¿Adónde estás «SOMBRA»?!
Pasaron unos treinta segundos de silencio. Todo en calma. Abro los ojos. Incompresiblemente confuso soy incapaz de poner orden en mis pensamientos. Me incorporo. Estoy desnudo. Y en pie sobre una arena fina y rubia observo un océano infinito. Solo es paz. Hay mucha luz. Un sol radiante alimenta mi cuerpo de vitamina. Miro hacia abajo. Hacia atrás. Hacia un lado y el otro. Intranquilo. Nervioso. No está.
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