La locura creadora

La locura creadora

Pablo Ro

18/08/2018



Individuos insípidos, extraños y solitarios


No puedo comunicar mis sentimientos,

Estoy vacío,

He perdido mí alma.

Y mí corazón destrozado,

Sin emociones y solitario,

Marcha por caminos empedrados.


(No sabe en que pensar, ni siquiera sabe a dónde ir; por eso ha comenzado a escribir)


Bajo la estela de un lúgubre recuerdo,

Que siempre ha evocado dolor en mi interior,

Sufro,

Me resigno

Y muero.


(El desamor, la inconformidad, o tal vez incluso la desilusión, lo han conducido a repudiar la colectividad)


La perfecta sociedad susurra,

Has de aceptar la suerte de tu destino,

No puedes cambiar lo ya establecido.


(en su interior no hay compasión; tan solo vacío y aflicción)


No soy nada más que otro extraño,

Abrumado por la soledad de mí existir,

Temiendo sucumbir al estereotipo auto-impuesto,

Que ya no me permite vivir.


(Allí nada es perfecto, todo es cambio y adaptación. Una búsqueda incesante de satisfacción en que nada dura, en que todo muere; en que nada permanece)


Nuestro mundo es perfecto,

Los he escuchado decir,

Mas he visto el final.

No hay palabras ni lamentos

Que logren aliviar mi malestar existencial.


(En el horizonte, una sociedad de individuos se alza. No saben a dónde ir, no saben cómo socializar. Están perdidos y desorientados; por ello perecen incomunicados)


No puedo liberarme de mis cadenas,

He sido yo quién se las ha impuesto.

¿Acaso la sociedad me ha condenado?

No, he sido yo el artífice de mi fracaso.


(la sociedad lo ha corrompido, ya no desea luchar por un destino; se ha vuelto soso y estúpido)


Hoy,

La sociedad me ha extorsionado,

Hoy,

Me he vuelto parte del ganado.


De espectros y locura


!Fantasmas!

!Sombras y espectros!

que alimentan la angustia y la ansiedad

¿por qué no me dejáis dormitar?

No soy más que un marginado

(!que no quiere nada con el mundo!)

añorando la libertad,

pues en el abismo busco perecer.


Allí,

donde la locura se convierte en razón

y el despertar se convierte en felicidad

Allí,

donde liberado del sufrimiento

que uno mismo se ha causado

puede danzar,

cantar,

ser un cuerdo enajenado.


Mas ahora estoy parado,

rígido,

estático,

observando el vano espectáculo de la vida.

pensando,

sintiendo,

sucumbiendo

al miedo

de vuestra sombría

aparición.


El eterno círculo vicioso


Sombrías

oscuras directrices del pensamiento atormentado

que ha regido hasta ahora mi existir.

Abrid los ojos a un ciego

que no desea despertar

del claroscuro

frenesí de la soledad.

Visiones,

tempestad del sueño profundo

en que el hombre es esclavo de sí mismo,

pues dejado a su propia suerte

en un mundo sin gobiernos,

líderes

ni dictadores,

ha debido cargar con el peso del mundo.

Vivida era de la flagelación,

del buscar fuerzas donde no las hay,

de luchar contra fantasmas,

sombras

y espectros,

que solo habitan en nuestro interior.

La era de la flagelación

en que nos hemos olvidado de los otros,

del cúmulo de gentes

y de nuestros amigos,

pues creyendo ser diferentes

hemos formado parte del montón.

La era de la flagelación

del eterno círculo vicioso

del cual es imposible escapar

en que solo repetimos

y reiteramos lo ya dicho por otros.

La era del eterno círculo vicioso

en que resulta paradójico

que aún despiertos

no seamos capaces de despertar

del eterno círculo vicioso de la post-modernidad.

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