Quién diría que estaría justo aquí
embriagado y loco por tu mirada
y aunque afortunado me creí
contemplándote aquella noche helada
está claro que desde que te vi
haz dejado mi alma por completo atada
Atadas ambas, mi alma y mi vida
sujetas a los caprichos de tu andar
y cautivado cada momento del día
que tu silueta se digna en pasar
trayéndome ansiedad, trayéndome alegría,
y otras sensaciones que no consigo expresar
Quién diría que me encuentro ya añorando
ver de nuevo tu rostro este atardecer
y que tu mirada me siga enamorando
para que obstinado me mantenga en creer
que es posible, si con fuerza sigo deseando,
que tu atención yo pueda merecer
II Premio de poesía in-VERSO
OPINIONES Y COMENTARIOS