Mírame bien, mírame gris, bésame gil, todo comienza aquí.
Dime amor, no mires allí porque si revientas seguramente me duela más a mí, despeja esos momentos donde nunca estuvimos despiertos al vivir, recuerda que siempre te busque en mí. El vagón que nos soltó en ese momento para ser feliz nos sumergió hasta vernos allí, tu dijiste espérame aquí, mientras volvías me hiciste sonreír, en tu mano una rosa de un gran perfume me hizo destruir, te asustaste porque me pareció un final feliz, pero no todo acabó ahí, luego nos subimos y con tu mano varón me hiciste dormir. Al despertar me besaste hasta alcanzar las penas de un tirón, yo te respondí con un masaje en tu pecho burlón. Caminando sintiendo tus pasos temblar, me pediste un segundo brazo para poder suspirar, diciendo, así te necesito para andar. De un momento la noche llegó, el firmamento nos rugió…… un tormento volviendo al mismo instante, siempre mirando, yendo viniendo, cruces de voces, labios rozándose, cuerpo juntándose.
Despertando, los sentidos rimando, ropa entregando, momentos recordando, suspiros volando, un adiós entregando, hasta pronto filamento…… volvamos a un comienzo y repitamos todo sin conocernos.
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