Mastico los silencios
de mi piel callada
en la indiferencia
de las ganas dormidas
de la palabra que no fue escuchada
del grito que murió en oídos
de un mal amor.
y de la lágrima perdida
en el dolor del desencanto.
Mastico los poemas
que entre hojas amarillas
matizadas por el tiempo
se quedaron en recuerdos
de un amor sin eco
que se perdió en la nada
Mastico las caricias
los besos ,la pasión
que hace mucho tiempo
fue el embrujo
que revivió un cuerpo
que estaba muerto.
Mastico uno a uno,
el sentimiento
de mi alma enamorada
que fue silenciada
atada y sepultada
en los confines del universo
y me quedo, con el último aliento
poco a poco masticando… los silencios.
ECOS DEL SILENCIO
Cuando se pierde un amor
los ecos del silencio
gritan en la oscuridad,
la soledad abraza
colmando de recuerdos
el pensamiento,
los ojos se inundan
de lágrimas secas
pariendo dolor.
Cuando se pierde un amor,
que fue fecundo
en nuestro corazón,
el alma se agita
llorando sin control,
adormece cada sentimiento
y en su sabiduría
acuna una a una ,las huellas
tatuadas en la piel
guarda las palabras
dichas y su sabor a miel…
atesora cada gesto, cada risa,
para que el olvido
en su malicioso proceder
no haga estruendo
en el amor vivido,
que en su momento
dio vida y aliento
enviando suspiros
con el viento.
Cuando se pierde un amor
la poesía…
se convierte en refugio
y escape …
para la agonía
de un ser que aprendió
a amar en demasía
que entregó todo
lo que tenía
y hubiese dado más
por conservar ese amor
que se perdió…
en los ecos del silencio.
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