El talento de Papá Vs El vicio de Papá

Papá era un panadero, ese era su talento, era un mujeriego ¡un gran mujeriego! y  Mamá:  Mamá una mujer extraña, bastante extraña, nunca hablaba sobre papá y cuando lo hacía era para algo malo.  

Era pésima contando historias sobre el. 

Aun lo es.  

Lo único bueno que dice es: «Era un excelente panadero, hacia los mejores panes del mundo, así me conquistó, yo lo acompañaba a hacer pan, muchas veces me insistió que aprendiera pero prefería disfrutar el aroma que emitía a Trávez del horno» 

Sin embargo… El mundo y la vida dan muchas vueltas. 

No entendía porque Papá tomaba tanto…  Hasta hoy. 

No entendía porque Mamá era tan rara y dependiente de un hombre… Hasta hoy. 

Mi psicóloga dice:_ Quiero que entiendas de dónde vienes  _La raíz de tu conducta y tus emociones… 

_Quiero que veas a tu mamá y lo que es ahora. 

_ No quiero y me preocupa que cometas los mismos errores de tu mamá y es real… Es un Karma…. 

Pero hoy que estoy aquí sola después de tomar unos pocos tragos digo… Dios. 

Ahora entendido a Papá y su vicio al trago, no es normal que una persona beba tanto, no es normal que un hombre consuma tanta droga, no es normal que un hombre o una mujer utilice a otro como su droga, son vacíos. 

Y lo malo del trago y de una dependencia, es que al final cuando el efecto acaba, te sientes más y más vacío es un hueco sin fondo. 

¡Papá no podía parar de tomar! era su droga cuando no lo tenía el mundo y el exterior lo consumían, lo que no veía y lo que muchos no ven es que si no eres lo suficientemente valiente el trago te consumirá a ti….  

¡No quedará nada! morirás porque el cuerpo y la mente tienen un límite y los vicios no llenan vacíos solo los agrandan haciéndote creer que eres feliz  mientras te consume lentamente sin que te des cuenta…  Los vacíos se llenan con Valentía, fuerza y haciendo lo que te apasiona… En este caso Papá tenia un talento para hacer Pan, el no media, todo lo hacia a su parecer, manejaba la masa a perfección, los panes al entrar al horno eran pequeños, pasaba el tiempo y Mama tenia razón ¡olía delicioso!,  en su momento y sin medir la hora decía con alegría _¡Ya están!. Me ganaba la curiosidad de ver como salían y eran mágicamente mas grandes y de color caramelo… El  debió preferir el pan, disfrutar más su olor, enseñarle a su hija a amasar. 

Yo… Talvez debí decirle que me parecía increíble lo que hacia, que no entendía como es que dentro de esa maquina el pan cambiaba tanto.  

Pero bueno.

Son lecciones de vida, mi vida es esta y no voy a permitir que los vicios me controlen. Romperé el ciclo, romperé el Karma. Ese es mi camino. 

Y cada vez que siento el olor a pan lo recuerdo, siento que está muy orgulloso de mí y de todos los escritos que le he dedicado en el aire.