Como cada finde semana un abuelo emocionado iba al parque de la ciudad, a lanzar unas migajas recolectadas, de panes frescos y tostados, que guardaba en su bolsita de papel, miro hacia la laguna, y las tiraba, con la poca fuerza, que aún tenía en su brazo, hacia donde estaban, los patitos agrupados.
Esas migas duras, que se ablandaban con el agua, de una forma celestial y milagrosa, delicatessen para unos patos, que muy felices, se percataron y asintieron, que llegaba y se servía, su comida preferida, y de marcha lenta, se apresuraban, con el meneo de su cola, hacia las migas del abuelo panadero, de la laguna, con su bolsa de migajas, en sus manos evidentemente ya vacía.
Pero unos peces Koi llegaron antes, con su nado inigualable e imbatible, y se comieron toda miga sin dejar, ni una, minúscula migaja, los patos estaban furiosos, lo hacían notar en su aleteo emplumado, rápidamente idearon un plan Cuack maestro, cuack, cuack.
Un pato observaba a un músico tocar su violín, la música le sorprendía.
El violinista era rodeado, de gente que se agrupaba a su alrededor. Y que, al terminar el su acto, le lanzaban cosas de valor, y el pato sin saber por qué se le ocurrió una gran idea.
Por lo que luego ese pato, empezó a cantar todos los días atrayendo a más patos, peces koi y pajaritos del parque, después de terminar su canto, les cuack hablo de su plan a los otros.
Todos le prestaban atención al pato como si fuera un enviado de dios, sus palabras les tocaban el corazón sobre todo cuando mencionaba el pan en la mayoría de ellas.
El pan daba marcha digo el plan, el finde semana estaba cerca y todos se estaban preparando.
Patos cantaban al unísono y todos los presenten se reunían agrupados alrededor de la laguna de los patos, presenciando su acto pan tastico:v, eso no era sino el comienzo el su elaborado plan.
Los peces koi salían a la superficie nadando y mostrando sus colores serpenteantes, formaron un cuadro que pintaban con sus propios cuerpos sobre el lago, dejando hipnotizados al público.
Pájaros en el cielo sobrevolaban el lago cantando agudamente, comenzaban a llover lluvias de migas, y la alegría caía, junto a todas, esas migajas, sobre la laguna.
No era suficiente para el pato que ideo todo, unas simples migajas no saciarían esa sed de pan insaciable.
La otra función en la laguna debería ser mucho más trabajada, comenzaron a practicar los peces saltaban 2 metros por los aires dando giros turbulentos.
Los pájaros se unieron a los patos y nadaron juntos a ellos, para llenar el escenario acuático, donde cantaron pi cuack pi cuack.
Llego el momento y el público ferviente observaba y gritaba con euforia por la armonía que sobresalía de la laguna.
La fama del lago aumento, todas las personas hacían filas en las panaderías, el aroma a pan horneado llegaba como brisas exquisitas a las afueras, donde llenaba de un aroma nostálgico, y despertaba el hambre de las personas.
Por otro lado, el panadero estaba en un clima cálido, que se escurría por los hornos, que no se apagaban en casi todo el día.
Sacaban los kilos de las masas previamente trabajadas de las cámaras, el olor de la masa fermentada, cargaba el aire donde se hacía el pan, tomaban los moldes y vertían la masa sobre mesa, para dar formas a distintos tipos de pan, masas de altísima calidad dignas de un panadero con experiencia, amasaba la masa suavemente para darle forma a sus panes.
Harinas blancas, claras, de centeno y multi granos hermosos panes que pueden mezclarse con distintos ingredientes, se formaban, para que luego las masas sueñen con el horno, que les dará vida, mientras reposan y se elevan como nubes esponjas, ya están listas para entrar al horno.
Las masas se esponjaban y crecían, el calor cálido del horno creaba costras y le daba un marmoleado a las masas, con colores dorados y tostados.
El pan salía listo del horno para rápidamente ser vendido, a las personas que escogían sus preferidos y los sacaban en sus bolsitas de papel, y todos se dirigieron hacia el parque, para ir a la laguna de los patos.
Lanzaban los Baguettes a la laguna y flotaron como un barco comestible.
Panes Brioche y multi semillas para los pájaros que picaban con sus picos, desnudando su corteza.
Pan Focaccia para los peces de colores, que estaban koi contentos.
Todos se daban un gran festín con el pan protagonista en la laguna no hay nada más rico que un pan crujiente con mantequilla o queso fresco.
Lo sabía el violinista que se puso a tocar violín, el pato lo observó mientras comía las migajas del abuelo y despertaba de su sueño.
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