Mamá se levantó, cansada y pertubada. El futuro le atormentaba y ni siquiera el de ella, el de sus pequeños.
Solo puede hacer pan, el pan calma su inquietud. Amasar ayuda a aclarar su mente y la ayuda a sustentar las necesidades de sus amores.
El pan les da de comer, les da dinero al venderlo y sobre todo, le da felicidad al ver a sus hijos comerlo con gusto en las mañanas. No sabe que pasará pero ahora, el olor a pan recién hecho, la ventana que no deja pasar la tristeza de este mundo y sus hijos en la mesa agradeciendo es todo lo que necesita. El pan es simple pero lo es todo para una mamá.
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