Una historia de amor, y el pan no podía faltar

Una historia de amor, y el pan no podía faltar

Ina

11/07/2024

“Salado, dulce, mixto y más tipos de panes, pero cuando le pones el ingrediente más importante de todos: el amor, incrementará su sabor por mil. «El pan de cada día». Hoy en día, el pan se ha adaptado a paladares y hasta por asuntos de salud, y aun así, todavía, sigue siendo «pan»”.

                                                                 ***

Joanna llegó de la calle, muy contenta, después de una semana productiva, era domingo, el último día de la semana; se fue en taxi
para hacer unas compras en su ciudad, para sorprender a su amado, a un ser querido muy reciente en su vida. Joanna sabía que no podía faltar el pan en su mesa; y  Rodrigo, quien gracias a Dios, era un hombre sano, pues, Joanna eligió, por lo mismo, un pan integral y delicioso. Rodrigo era buen diente, así que, Joanna decidió hacerle un delicioso pasticho (lasaña). Joanna era oriunda de Venezuela, de la capital de la misma, de Caracas, en donde se encontraba viviendo para ese entonces. Le gustaba cocinar y sabía que hacerlo para los demás, pues era un detalle muy bonito. 

Estrenando apartamento nuevo y un amor, a las once de la mañana, comenzó a preparar todo para un almuerzo exquisito. Decidió hacer el clásico pasticho relleno de carne; y de acompañantes, preparó: una ensalada de lechuga con trozos de pollo a la plancha, con aderezo ranch,
acompañado del delicioso e importante pan, fresco, recién horneado. Compró seis cervezas y una botella de sidra. El apartamento olía muy bien, gracias al pasticho en el horno. Su celular sonó, atendió la llamada, sin antes sonreír de oreja a oreja, ya que, era Rodrigo, quien llamaba.

—¡Hola! ¡Mi bello! —le saludó ella con mucha emoción y con la voz teñida de cariño.

—¡Hola, hola! ¡Mi bella! Estoy abajo —le respondió Rodrigo, también con cariño y emoción.

—Voy, ya te abro desde mi habitación. Estaciónate en mi puesto, en el sótano —le indicó ella.

—Excelente —dijo él, manteniendo el tono alegre y esa voz tan calmada y hermosa que tenía.

Ella, después de abrirle con el control de su pertenencia, el que abría el portón del estacionamiento del sótano de su edificio, se dirigió al vestíbulo de su apartamento y se miró en el espejo que había en el mismo. Sonrió y se puso un poco de perfume; al poco tiempo, Rodrigo tocó el timbre. Joanna abrió la puerta y le dio un fuerte abrazo.

—Hola, hola. Hueles rico, y huele también a comida —dijo al separarse de ella, después de abrazarla—. Huele muy sabroso, mi bella —le dijo, y agrego cuando la vio sonriendo, y a su vez, escaneándola con esos ojos lindos que la hacían suspirar—. Y, estás muy hermosa. 

Joanna, le sonrío de nuevo, ampliamente. 

—Gracias, tú también estás muy guapo y hablando de olores, tú siempre hueles rico.

Él también le sonrió ampliamente, y le dio las gracias, y le dijo que le había traído un regalito. Ella dio las gracias y lo invitó a la sala. Al llegar a la sala, Rodrigo le hizo entrega de la bolsa y le dio un beso en los labios, uno sencillo, pero con ganas de más. Joanna no pude evitar sonreír de nuevo, ampliamente.

—Vamos a la cocina, así veo lo que me trajiste y buscamos la cervecita, ¿te parece? —dijo ella, toda risueña.

—Muy bien. Sí, claro, vamos —respondió él, todo alegre. 

Rodrigo le pasó la mano por la espalda baja, mientras se dirigían hacia la cocina. 

Ella colocó la bolsa encima de la barra de la cocina y cuando observó en el interior de la misma, se encontró con una caja de bombones, pero sin azúcar y varias bolsitas de un snack nuevo, de ese año, del 2024, que a Joanna le gustaba mucho. Le dio las gracias y luego rodeándolo con sus brazos por el cuello, lo besó con pasión, siendo así un beso más largo que el anterior que él le había dado recién en la sala. Rodrigo respondió al beso y ambos se miraron a los ojos, con fuego y deseo.

—Vamos a sacar la cerveza y yo me serviré una copita de sidra —dijo ella finalizando el beso. 

—Sí, porque: ¡uuuf! Ese beso me ha dado calor —respondió él y a ella le hizo gracia.

La vida son momentos, esos momentos se convierten en recuerdos, y todos buscamos vivir momentos bonitos, y ese momento, ahora recuerdo, fue uno muy hermoso. Rodrigo y Joanna, siguen juntos, ahora son novios. En ese entonces, ese día en que ella lo invitó a comer, apenas estaban comenzando a salir y después formalizaron. Mientras almorzaban, conversaron y él le comentó que era el mejor pan integral que se había comido, por lo menos desde hace ya mucho tiempo. Joanna piensa que la comida es un arte y este toma su tiempo, su proceso para prepararse, ya sea un pasticho o una sencilla hogaza de pan.

La comida juega un papel fundamental en la vida de todos los seres vivos y el pan es un alimento que tiene mucha historia. Joanna, como muchas otras personas, incluye en sus comidas diarias, el delicioso pan. Un mes después de haber tenido ese delicioso almuerzo con Rodrigo, invitó a sus amigos y a su ya novio, a una pequeña reunión en su apartamento. Un sábado diferente, con comida deliciosa, bebida refrescante y buena música. Entre los abrebocas, no podía faltar el pan, unas señoritas, una presentación de pan, para comer con diferentes cremas (salsas) o (dips, en inglés). Como dije, el pan sirve para desayunar, para el lunch (almuerzo), para las meriendas, para cenar, para abrebocas. En fiestas temáticas, como Halloween. El pan puede disfrazarse de una manera entretenida, divertida y muy sabrosa. El pan no solo es salado, también puede convertirse en dulce; en fin, como dije al comienzo, es el pan de cada día.

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