Cuando Pan, se convirtió en un simple…pan

Cuando Pan, se convirtió en un simple…pan

En las oscuras profundidades de Arcadia, el dios Pan se recrea con las ninfas y faunos a su alrededor, comían, bebían hasta el hartazgo, pero siempre faltaba algo. Canastas de frutas, golosinas, bebidas por doquier, cuando aparecía Baco, el dios del vino, todo se ponía interesante, pero faltaba algo.

Baco era el protagonista de estas fiestas increíbles, pues siempre estaba presente y les ofrecía el vino.

Entre risas, bailes, comida, transcurría el tiempo en Arcadia, hasta que un día, después de mucho beber, comer y bailar, el dios Pan, borracho, tropezó con la pierna de Baco, cayó sobre él y se desmayó. Todos corrieron despavoridos, conocían el carácter de Baco, se escondieron, las ninfas entre flores y follaje y los faunos entre sus rebaños.

La ira de Baco no podía ser mayor, clamó a los dioses del Olimpo y llegó Ceres, quien apiadada del joven Pan, cambió su figura para siempre y lo convirtió en semilla para germinar la tierra. Trigo, cebada, centeno, avena, en cereal en general, para honrar su nombre.

¡Ahí se armó la de Troya!, Baco, iracundo, decide acabar con Pan y ordena a todos y todas que se pongan a recolectar las semillas que Ceres sembró. Recolectan, guardan, muelen todos sin cesar, hasta que de pronto aparece un polvillo sin igual. ¡Es la harina!, de donde sale el hermoso y delicioso pan.

Recogiendo ese polvillo, comenzó a lloviznar, mojando con la lluvia toda la recolección. Empezaron los afanes para poder preservar el cuerpo inerte del polvillo que en su momento fue el dios Pan.

Recolectan, y amasando y amasando sin parar, pues orden fue de Baco, que quería disfrutar de la desaparición de este ejemplar que se atrevió a desmayarse y dormirse encima de él, por lo que supervisaba cada paso sin cesar.

Después de más de 40 días de lluvia sin parar, el amasado del polvillo, quedó inflado como masa, listo para hornear.

A partir de ese momento se convierte en el acompañante perfecto para cualquier bacanal, fiestas, bodas, recepciones y demás, además en la Edad Media hasta sirvió para curar, hambre, pestes, enfermedades sin fin, y hasta la Revolución Francesa, fue la guía que llevó a enormes batallones, al pueblo a triunfar.

Inglaterra inventó el sándwich, por una casualidad, y a ese conde le debemos la preparación sin par. Bollos, roscas, hasta llegar al pan de agua y al sobao, parte del día a día, de mi hermosa isla sin igual.

Un pan grande, como trenza, gordo y seco por demás, es lo que conocemos como la “telera de Navidad”. Se come en Nochebuena y el día de Navidad, y hasta se deja una parte para celebrar el 31 hasta llegar al año nuevo, cada año sin parar.

Pan bendito, pan de hambre y solidaridad, compañero de tertulias, nunca puede faltar. Por la ira del dios Baco, hoy podemos disfrutar de ese preciado alimento que conocemos como pan.

Tradiciones se han creado alrededor de este alimento, que nos sirve como bocadillo, desayuno, almuerzo y cena, hasta hacer pudín de pan, ese postre muy sabroso que nos lleva a rememorar, nuestra infancia ya perdida y que podemos recuperar, a través del pan.

Esta es la historia cierta de cómo el dios Pan, de ser rey de los rebaños, se convirtió en simple…pan, que degustamos día a día, de la manera que sea. Gracias Baco por tu ira, hoy podemos disfrutar de ese sabroso alimento que denominamos pan.

Bendito seas hoy, pan nuestro de cada día que comemos como sea y nos das satisfacción, damos gracias a Ceres, la madre tierra, que te convirtió en cereal para alegrarnos la vida y también alimentar.

Una historia imaginaria, sin tiempo y sin lugar, pero que agradecemos todos por lo que pudo resultar, pan dulce, pan amargo, saladito y sin comparación. Gracias de nuevo Baco, que nos brindaste…¡El pan!

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