El Panadero y el Soldado

Pan, solo los panaderos pueden hacer pan.

Porque el alma y corazon que un panadero le pone a su obra es tal, que incluso un soldado debe admitir que le hubiera gustado ser panadero.

En el frente de la guerra, una guerra igual que cualquiera, hambrienta y cruel, un hombre es capaz de anhelar su hogar, su alma puede escapar de su cuerpo e intentar tocar los recuerdos mas profundos de su mente, un hogar distante, un hogar que quizá huele a pan.

Un Arma, Cualquiera puede empuñar un arma.

Porque aquel frio trozo de metal, escupe muerte y arranca el alma, cualquier hombre puede empuñarla y atentar contra lo que odia, con diferencia, incluso un panadero puede fingir ser un soldado.

En los hornos de una panadería, única y diferente de cualquiera, Con experiencias y risas volando junto a la gente que ahí habita, un hombre se vuelve un orador, amasa historias y hornea vínculos que comparte a través de los sabores, de los olores, de las sonrisas, todo a través del pan que ahí se hornea.

Pero el panadero y el soldado, aunque son dos hombres entregados no dejan de ser iguales y tan distintos al mismo tiempo.
Ambos actúan por pasión, su alma arde con objetivo, las sonrisas de la gente y las risas de los niños.

El soldado lucha por honor, por deber, porque ansia seguir su pasión que es ¡Proteger!. Por eso es que toma las armas y se para en el frente, porque es su deseo proteger las sonrisas de la gente. Un panadero puede fingir ser un soldado, puede tomar un arma en sus manos y usarla con la misma habilidad y destreza que cualquiera, puede escupir muerte por aquí y por allá. Pero hay un abismo de diferencia entre tomar las armas y escupir odio a tomar las armas y proteger lo que uno aprecia.

Un panadero puede fingir ser un soldado, pero solo los soldados son capaces de ponerse al frente.

El panadero cocina porque vive, sonríe, se ríe y hornea por seguir su pasión que es ¡Hacer pan!. Es por eso que cuando entra a la cocina y enciende los hornos, enciende hogueras avivadas con fuego el fuego de recuerdos, de vínculos, de las risas que un grupo de amigos dejo hace mucho tiempo. Toma el alma con el corazon de las personas y lo amasa en pequeños fragmentos que comparte con la gente. 

Y aunque se diga que solo los panaderos pueden hacer pan.

La verdad es que cualquiera con alma y corazon puede ser un panadero.

Fin.