Todas las criaturas de Dios también comen pan

Todas las criaturas de Dios también comen pan

Margarita

24/06/2024

Todas las criaturas de Dios se regocijan por un pedazo de pan. El ser humano creador de tal delicia comparte con los desafortunados ya sea el prójimo u otro ser hambriento. 


Arrancando pedacitos de un trozo de pan, lo esparce una anciana sentada en una banca en una plaza cualquiera, de cualquier parte del mundo. Para que las palomitas y otras aves puedan comer de aquella esponjosa y suave migas de pan recién hechas.


Perros hambrientos se acercan a buscar en la basura algo que comer, un carro pasa velozmente sin parar, el copiloto tira una bolsa llena de bolas blancas; eran panes viejos con manchas verdes, amarillas y negras. Al caer los perros olfatean y se abalanzan a romper la bolsa y empiezan a comer de aquel pan que entre mal sabor y algo de buen sabor, ¡comen!, ¡comen! y no se detienen, comen, para llenar sus pobres panzas y entre ellos una perra recién parida, que necesita con urgencia mitigar su hambre y hacer leche para sus indefensos cachorros.


El pan da de comer al mendigo, al hambriento, al que tiene algunas monedas y logra comprar el pan más barato y comerlo con desesperación, saborearlo y sentir alivio en su estómago implacable que pide y pide imparable. 


El pan es compañero en los desayunos, meriendas, almuerzos, cenas y para mitigar el hambre en las madrugadas. 


Pasar y dar una bolsa de pan a un mendigo es una buena acción de un corazón noble.

 

Una vez pasé por una calle y ví a un perro comiéndose un pan duro, no tenía manchas de vejez el pan, lo que me impresionó, es que el perro lo mordía atrapando el pan con sus dos patas, para poder comerlo y que no se le ruede.


Una noche entraron unos cuantos gatos por la ventana como bandoleros y como pudieron saltaron y tumbaron la bolsa de pan que tenía colgada en la pared, buscando protegerla, (pero no lo logré), rompieron la bolsa y mordieron algunos panes y no se lo comieron, solo lo dejaron desperdiciados en el suelo, ¡un gran reguero!, ahí me di de cuenta que el gato no come pan, pero sí, hacén la maldad completa y se van y yo me quedé sin el desayuno.

Se compra fácil, se come rápido, pero uno no sabe el tiempo y el trabajo que lleva hacerlo dentro de esas panaderías, que tempranito deben ponerse a hacer el pan, para que a la primera hora las personas lo lleven calentito, suave y recién hecho.

El pan es un arte, un gusto, una delicia, un trabajo, con sus diferentes formas y sabores.

       

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