El milagro del pan

En la panadería El milagro, don julian comienza a relatar la historia de su vida y cómo llegó a tener su gran negocio gracias a una anciana que le dio la oportunidad de salir de la miseria y forjar su propio futuro.

Una noche calurosa con mis desgastados 12 años, una familia a cuestas y una madre ciega . salía a pedir en las calles. Así llegué a un barrio lujoso y toqué la puerta de un enorme chalet. Allí se apareció ella,una anciana vestida de negro,yo me quedé mudo aunque ya había oído algo de ella . cuando salía gato a pasear y la gente decía que una millonaria sola y amargada, así que tomé coraje y le pedí algo de pan o galletas, y aunque me miró feo de mala manera, me dejó el pan en la puerta y la cerró. todos los días iba a pedirle, me lo dejaba y se iba ,hasta que una noche de tormenta me vio empapado y me dejó pasar. Su casa era como ella, oscura, tenebrosa; su compañero, un gato desgreñado ,medio dormido, empezó a enseñarme a amasar. yo, que amaba comer pan, lo llevaba para mis hermanitos . Una tarde me llevó a un sótano donde tenía todas las herramientas para empezar su negocio y me dijo que cuando ella no estuviera sería su legado para mí. yo me reí , se enojó y me echó de la casa . Llamé a su puerta pero ya no me abrió . tiempo después, en mi humilde casa llegó un abogado, y me dijo: tenía que presentarme en una escribanía céntrica. Él mismo nos llevó con mi mamá. allí supe que Milagros había muerto,el hombre leyó la última voluntad de la viuda Alcalá d yo fuera el heredero universal de su fortuna siempre y cuando tuviera un título de panadero. Gracias a ella, aquí estoy mis últimos años disfrutando de mi propia creación, «el pan de los milagros»

Julián, cómo llegó a tener su gran negocio gracias a una anciana que le dio la oportunidad de salir de la miseria y forjar su propio futuro.

Una noche calurosa con mis desgastados 12 años, una familia a cuestas y una madre ciega . salía a pedir en las calles. Así llegué a un barrio lujoso y toqué la puerta de un enorme chalet. Allí se apareció ella,una anciana vestida de negro,yo me quedé mudo aunque ya había oído algo de ella . cuando salía gato a pasear y la gente decía que una millonaria sola y amargada, así que tome coraje y le pedí algo de pan o galletas, y aunque me miró feo de mala manera, me dejó el pan en la puerta e iba a pedirle, me lo dejaba y se iba ,hasta que una noche de tormenta me vio empapado y me dejó pasar. su casa era como ella, oscura, tenebrosa. Su compañía, un gato desgreñado ,medio dormido, empezó a enseñarme a amasar. yo, que amaba comer pan, lo llevaba para mis hermanitos . Una tarde me llevó a un sótano donde tenía todas las herramientas para empezar su negocio y me dijo que cuando ella no estuviera sería su legado para mí. yo me reí , se enojó y me echó de la casa . Llamé a su puerta pero ya no me abrió . tiempo después, en mi humilde casa llegó un abogado, y me dijo: tenía que presentarme en una escribanía céntrica. Él mismo nos llevó con mi mamá. allí supe que viuda Alcalá había muerto y su última voluntad era nombrarme su heredero universal de su fortuna siempre y cuando tuviera un título de panadero. Gracias a ella, aquí estoy mis últimos años disfrutando de mi propia creación, «el pan de los milagros»