Obsesión
Sara entró en clase cabizbaja, quería pasar desapercibida. Se sentó en su silla sin apenas saludar; de todas formas, no le estaban prestando atención. Con un temblor en la mano abrió el libro por la página 66. Se atrevió a mirar de reojo a sus alumnos. Abrió el termo con café, aderezado con unas gotas...