Peridot

Son las dos de la mañana, fuera se escucha la lluvia que desde aqui se siente

cálida. Es el momento perfecto para escribir y desnudar mi alma

Es el momento preciso para recordar como me pierden sus labios.

Cerrar los ojos y despertar en los suyos, descubrir que hay

detrás de esa mirada color esmeralda que esconde una bella galaxia

tras sus pupilas. Es increíble. Todo su ser es increíble, peligroso y espléndido.

Es como una roca llena de capas que se convierten en hielo

cuando las tocas y según prosigues se van deshaciendo.

Dejándo ver una pequeña parte de su mundo.

Dejándo ver en su interior un niño herido, derrotado por la vida.

Un ser sin esperanza que busca desesperadamente auxilio,

porque se ahoga, esta muriendo lentamente, lleno de dolor,

se convierte en materia inerte, con el alma rota y no lo sabe.

No lo sabe porque se está destruyendo poco a poco, y es entonces

cuando devuelve a mis labios un suave suspiro.

Hace que quiera compartir mi oxígeno, ceder toda mi pureza

para limpiar su contaminada ánima.

Y es que sus ojos me pierden, me pierdo en su galaxia,

me ahogo en su agonía, y no me importa morir lentamente con él.