“Un cuento es una puerta secreta a un mundo mágico, donde puedes ser y hacer lo que quieras”

La pequeña Isabella, salto de su cama y se puso sus babuchas perro favoritas, usaba una pijama color rosa con florecillas azul y amarillo, su hermoso cabello castaño desordenado indicaba sueños aventurescos y una chica que se enfrenta a monstruos y dragones en los sueños, no puede mantener su cabello en su lugar; estaba sonriendo pues ya no tendría que ir a las aburridas clases del colegio era la época de vacaciones, solo debía divertirse. Busco rápidamente entre las sabanas a su oso de felpa lo tomo en sus manos y mirándolo fijamente a los ojos le preguntó sin parpadear

  • ¿quieres tener una aventura?, el oso guardo silencio.
  • la pequeña insistió, Dime ¿quieres tener una aventura?, el oso estaba temeroso, bien sabía que isabella lo llevaría a un recóndito mundo mágico plagado de animales salvajes que podían devorarlo de un bocado, era peligros asentir cuando todo lo que venía era desconocido para el indefenso oso. la niña al advertir que el oso temblaba como gelatina tiernamente lo abrazo y con dulzura lo tranquilizo diciéndole …no tengas miedo yo te protegeré…, estaba el oso recuperándose del susto cuando de repente isabella se acerca a su oreja y le grita ¡no seas cobarde vamos a divertirnos!, lo toma del brazo y corre escaleras abajo, el pobre oso se balanceaba por los aires estaba muy mareado y asustado no hacía más que gritar como loco, al llegar al último escalón voz sollozante le dijo,
  • niña casi me matas, no ves que sufro del corazón, pero Isabella no pudo escucharlo, estaba muy ocupada organizando su viaje fantástico, buscaba su mochila, era necesario preparar las cosas.

Mojito el perro, al escuchar el alboroto se levantó del rincón donde se encontraba durmiendo plácidamente junto a tequila, la gata. Ambos se sentaron uno junto al otro casi sin poder abrir los ojos, pues el sueño los dominaba, mas sin embargo y para ver mejor la situación ladearon su cabeza a la derecha, tal vez así podrían entender porque la niña corría emocionada por toda la casa con el oso del brazo, el oso lloriqueaba sin parar. De pronto tequila y mojito abrieron sus ojos como platos y se miraron fijamente boquiabiertos, exclamaron al tiempo lo que pensaban… ¡No puede ser…UNA NUEVA AVENTURA POBRE OSO!

Esto les causo tanta gracia a la gata y al perro que cayeron al suelo en un ataque de risa agarrando su panza con las dos manos y reían con esa risa estruendosa que tiene los amigos cuando de burlarse se trata; Isabella al escucharlos se detuvo y con su dedo índice los señalo, ustedes también vienen conmigo; tequila y mojito se miraron con ojos de terror levantándose como resortes, corrieron en direcciones diferentes para no ser atrapados, uno a la derecha el otro a la izquierda intentando huir, mojito se escondió bajo el sofá y tequila salto para escapar por la ventana, con tan mala suerte que la ventana estaba cerrada y se dio un golpe de narices cayendo al suelo sobre su espalda.

  • Miauuu, creo que me lastime la espalda, se quejaba, Isabella la observo con incredulidad ya sabía que tequila intentaría engañarla para librarse de la aventura, pero Isabella es una niña muy inteligente y sabe de sobra que las gatas son tan dramáticas y exageradas que con seguridad esta era otra de sus escena, y recordó el día aquel en el que destrozo el árbol de navidad e insistió en que había sido atacada por un nomo que salto de entre las ramas, mas sin embargo la niña por un momento abandono sobre el sofá al oso para auxiliar a tequila que se quejaba sin parar, la alzo y acaricio suavemente su lomo, caricias irresistibles para tequila que inmediatamente empezó a ronronear y frotarse contra la cara de la niña.
  • Sabía que fingías traviesa, le dijo Isabela besándola y dejándola sobre el sofá. ahora iré a buscar tu chaleco y sombreo, pero primero debo hallar a mojito, sé que está muy cerca.
  • se agacho y puso el rostro sobre el suelo para ver debajo del sofá, al fondo mojito temblaba, sus ojos brillantes lo delataron, Isabella lo agarro de las dos patas y lo deslizo hasta sacarlo de su escondite, lo puso sobre al sofá junto a tequila y el oso y mirándolo fijamente con el ceño fruncido y las manos sobre la cintura le dijo con voz regañona, – también voy a buscar tu sombreo y tu chaleco y no quiero más cobardes en esta casa está claro…? mojito y el oso fijaron su mirada en el piso con ojitos tristes, tequila no, porque las gatas son demasiado maravillosas para que alguien se enoje con ellas.

Isabella corrió nuevamente a su habitación, esta vez sin el oso, y busco entre sus cajones los chalecos de sus amigos y el suyo, los sombreros no estaban por ninguna parte, no estaban en los cajones, ni bajo la cama, ni sobre la mesita de noche.

-sin sombrero no podemos salir, eso dice mamá.

Corrió al borde de la escalera y le grito a los del sofá

-chicos no encuentro los sombreros, por favor todos a buscar.

Mojito se dispuso inmediatamente a buscar en cada rincón, usando su aguda nariz.

El oso también se puso a buscar bajo las sillas, bajo de las camas, bajo el sofá

Tequila no iba a buscar, las gatas son demasiado hermosas para hacer este tipo de labores, se recostaría un poco a descansar y acicalarse mientas los chicos buscaban las cosas.

El cuarto de isabella estaba de cabeza, todos los cajones habían sido revisados una y otra vez en busca de los sombreros, la mochila tampoco aparecía, esto era una locura, faltaba las botas y su pantalones cortos.

  • Mamá va a despertar y se enojará al ver todo de cabeza, replico el oso. mojito se acurruco cubriéndose el rostro como lo suelen hacer los perros para no ver el desastre; Isabella de pie pensaba y pensaba donde podrían estar los sombreros, las botas y sus pantalones y recordó que en su última aventura había llegado tan cansada a casa, que fue su mamá quien tuvo que quitarle el traje de exploradora aventurera y colocarle la pijama, claro sus cosas incluida su mochila se encontraban en el cuarto de mamá y papá. Observo a sus amigos y les dijo en voz baja, – debemos entrar al cuarto de mamá shiiii… empezó a caminar en punta de pies para no hacer ruido, todos la seguían, los cuatro entraron con mucho sigilo aprovechando que los padres dormían profundamente. Buscaron en los cajones y bajo la cama sin poder hallarlos, isabella se enojó…, como era posible aquello, se sentó en el piso con los brazos cruzados y el ceño muy fruncido, de repente al fondo de la habitación un viejo baúl brillo, por la cerradura salía un hermoso resplandor, tequila se asustó y brinco sobre la cama, por poco despierta a papá, mojito y el oso se abrazaron temblando de miedo, Isabela que nunca tenía miedo se acercó al baúl y lo abrió una luz brillante se desprendió como una cascada e ilumino el rostro de Isabela quien de repente callo dentro del baúl, sus amigos al verla saltaron todos dentro y un largo grito se escuchó, la puerta del baúl se cerró y la niña y sus amigos desaparecieron en un túnel de luz como el arcoiris. cuando tocaron el suelo los colores desaparecieron, el osos continuaba gritando con los ojos cerrados como si aún estuviera cayendo.
  • – ¡cállate ya!… le dijo tequila con voz enojona, el oso se avergonzó, pues todos lo observaban desconcertados.
  • -En dónde estamos? preguntó Isabela sabiendo que nadie le respondería a esta pregunta, cuando se miraron nuevamente, todos tenían sus trajes de exploradores aventureros, Isabela tenía puestas sus botas, pantalones, chaleco y sobrero, al igual que sus amigos los cuales estaban con sus chalecos y sombreros muy bien puestos. Que era este lugar, los arboles tenia hojas parecidas al algodón de dulce color rosa y verde brillante, las flores parecían mariposas doradas y plateadas, el pasto era de color amarillo y las mariposas tenían las alas transparentes con círculos de colores rojo y negro, todo era mágico en este lugar repleto de mariposas y flores en forma de mariposa, de repente un ruido ensordecedor los hizo salir del encantamiento del paisaje, a lo lejos se veía una bola de polvo que avanzaba rápidamente,… viene hacia nosotros hay que correr… grito mojito, isabela tomo al oso de un brazo mientras tequila y mojito la seguían a toda velocidad para no ser aplastados, afortunadamente encontraron una cueva donde ocultarse. la cueva era muy oscura, no podían ver nada mojito temblaba y el oso lloriqueaba, tequila no lloraba porque las gatas son demasiado cool para hacer un berrinche. Isabela recordó que en su mochila guardaba su linterna y se apresuró a buscarla, la encendió y toda la cueva se ilumino, Isabela inmediatamente advirtió que la cueva era el hogar de una familia de murciélagos, los cuales se encontraban durmiendo tranquilamente cuando fueron sorprendidos por la intensa luz que los volvió como locos, el abuelo murciélago agitaba violentamente sus alas golpeándose y estrellándose contra las paredes hasta quebrar sus lentes, la abuela trataba de calmarlo sin resultados, papa y mama murciélago se empeñaban en tapar la luz intensa de la linterna con sus alas y los niños murciélago gritaban sin parar, la gata gruñía, el perro ladraba, el oso se desmayó de terror todo era confusión.
  • ¡ya basta!… grito isabela muy molesta, y de repente todo quedo en silencio – la familia de murciélagos dejo de agitar las alas y todos cayeron al suelo como piedras, fue inevitable después escuchar los lamentos, tequila se encontraba sobre el lomo de mojito con sus uñas muy afiladas no era consiente que le hacía daño pues tenía mucho miedo, el oso continuaba en shock y mojito temblaba y no dejaba e temblar no sabe si por miedo o por el dolor de su lomo.
  • …Vamos a calmarnos todos, dijo la niña

Pues quita esa luz que nos lastima dijo la abuela murciélago, cubriéndose los ojos con sus alas…

Isabella sintió compasión de la familia de murciélagos al verlos como papa y mama murciélagos cubrían a sus hijos murciélagos con sus alas para protegerlos de la luz y como la abuela murciélago abrazaba tiernamente al abuelo que estaba muy asustado, con los lentes rotos, y muy golpeado; así que la niña decidió apagar la linterna y quedarse en la más absoluta oscuridad, pero sus amigos tenían miedo a la oscuridad que difícil situación, fue cuando mamá murciélago dijo esperen un momento, iré por nuestros lentes de sol y así podrás nuevamente encender tu linterna, y rápidamente extendió sus grandes alas y voló al interior de la cueva, de regreso traía una bolsa con los lentes de toda la familia, Isabela no pudo verlo porque estaba muy oscuro pero la familia de murciélagos si, y una vez se habían colocado los lentes, le dijeron a Isabela que encendiera la linterna. Isabella encendió de nuevo su linterna y pudo observar a los murciélagos ya mas tranquilos, todos muy guapos con sus colmillos que sobresalían de su boca como pequeños Drácula muy apuestos, tequila los miro y se llevó la mano a la frente, …tomaran mi sangre… y se desmayó con el estilo de una actriz de cine, los demás estaban muy ocupados para atraparla antes de que tocara el suelo, y sin remedio tequila se golpeó, y se molestó mucho, las gatas son demasiado hermosas para no ser atrapadas mientras se desmayan, pensó… al parecer no había ni un solo caballero en aquel lugar. … No te preocupes pequeña dijo el abuelo murciélago, nosotros solo nos alimentamos de frutas, mientas extendía una de sus alas para ayudar a la pobre de tequila.

Pasaron varias horas en la cueva, mama murciélago contaba muchas historias a los visitantes y fue entonces cuando Isabela le contó que se escondieron en la cueva porque una nube de polvo los perseguía.

ah… replico la abuela, se trata de los unicornios, ellos se juntan en una gran manada, es una enorme familia y cuando son perseguidos por los horribles trol corren en estampida a gran velocidad, luego se alejan volando donde los trol no pueden alcanzarlos.

Isabela no podía creerlo, nunca había visto un unicornio, o no uno real, insistió a la abuela murciélago para que le contara más, quería saberlo todo; el oso decía, no abuela por favor no le cuentes más y cerraba los ojos diciéndose así mismo… que no le cuente más… que no le cuente más…

¿Por qué los osos son tan cobardes?…, pregunto uno de los pequeños murciélago, todos voltearon a ver al oso que se encontraba con los ojos cerrados orando para que la abuela no continuara con la historia, pues bien sabía que Isabela iba a ir tras los unicornios hasta encontrarlos, Isabela frunció el ceño mirando al oso fijamente.

Miro nuevamente a la abuela y con una sonrisa le dijo, continúa con tu historia abuelita… al abuela continuo contándoles como los unicornios se reunían todos los días al atardecer en una montaña mágica resplandeciente y solo las almas bondadosas y puras como la de los niños y los animales pueden verlos pastar y de suerte hasta pueden acercarse a ellos y tocarlos, la abuela también le dijo que nunca nadie había cabalgado jamás en un unicornio pero que si alguien lo lograba, tendría un maravilloso paseo más allá de las nubes y las estrellas.

La batería de la linterna se estaba agotando, era necesario salir de la cueva pues no había pilas de repuesto en la mochila, Isabela muy triste porque tenia que despedirse de la familia de murciélagos dijo con voz baja …toma nota Mojito, siempre colocar pilas de repuesto en la mochila… La familia de murciélagos los acompañaron hasta la salida de la cueva y los abrazaron cálidamente con sus enormes alas, tequila al ser abrazada pensaba que en cualquier momento uno de los murciélagos le mordería el cuello y estaba muy desconfiada, prefería dar la pata. La abuela se acercó a Isabela y le indico el camino hacia la montaña mágica de los unicornios, …algo mas tengo que decirte… ahh pero lo he olvidado… que es? que es?, abuelo ven, dijo la abuela… de que peligro es que tengo que advertir a isabella…

el abuelo pensó y pensó… ummm de las águilas gigantes?… si si de ese dijo la abuela y de cual mas… el abuelo siguió pensando y pensando… ummm de las plantas carnívoras… oh si dijo la abuela, pero hay algo mas que es.. no lo recuerdo dijo el abuelo… se que hay algo mas insistía la abuela… ummmm e las hadas son muy picaras y los gnomos pero son inofensivos, e las hormigas gigantes que son de mal carácter y de ahhh guardo silencio el abuelo y su cara se tornó de pánico… de que abuelo, pregunto la niña, dime…

Pues de los trol. Se abrazaron la abuela y el abuelo y temblaban de pánico de solo pensarlo… cuídate pequeña, los trol tienen un muy mal carácter y siempre tienen mucha hambre se comerán de un bocado a tus amigos y a ti si te atrapan, además tiene un gran olfato, pueden olerte a distancia y les encantan los niños. ahhh, lloraron los abuelos abrazados, mientras la gata, el perro y el oso temblaban aterrados y no podían ni moverse, quedaron como estatuas de solo pensar que podían ser devorados por horribles monstruos.

Isabela tranquilizo a sus amigos y juntos emprendieron la marcha, por todo lo que les había contado la abuela sabían que tenían que alejarse de las plantas carnívoras, también sabían como no caer en el engaño de las hadas aunque estas eran muy astutas, no más que Isabela y tequila, pero si más que mojito y el oso.

No habían recorrido mas de un kilómetro cuando el oso fue atrapado por una planta carnívora, que de no ser por Isabela que la tomo

Por el tallo tan fuerte hasta hacerla escupir al pobre oso, este habría sido devorado. El camino era difícil, tenían que estar muy atentos, los trol podían estar cerca y olfatearlos, mojito no sabía a qué olían los trol por esa razón no podía usar su aguda nariz para saber si estaban cerca. …Vamos a casa… lloriqueaba el oso

El berrinche del oso hizo que Isabela se distrajera y fue allí donde fueron cercados por un grupo de trol, horribles monstruos gigantes que celebraban el hallazgo, tendrían una rica cena… mamá trol se pondría muy feliz cuando llegaran a casa con la niña.

Al llegar a la colonia de los trol fueron encerrados en una enorme jaula de madera que colgaba de un gran árbol. Isabela por primera vez en toda esta aventura se encontraba realmente triste, por haber traído a sus amigos aun sabiendo que no querían acompañarla y se sentía triste por sus padres, pues ya nunca más los volvería a ver; Isabela se acurruco y se puso a llorar en silencio, mojito se acercó a ella y se acostó sobre su regazo, lo mismo hizo tequila y el oso se sentó junto a ella y la abrazo, …no llores Isabela, seremos valientes y por primera vez en esta aventura Isabela no vio a sus amigos temblar como gelatina, ni desmayarse, ni lloriquear. Mamá trol pidió que bajaran un poco la jaula para poder observar las presas de la cena, los trol bajaron la jaula hasta dejarla a la altura de los ojos de mama trol que no podía creer lo afortunada que era al tener ingredientes para un delicioso banquete… Nunca he comido gato… dijo y dio la espalda murmurando.. Buscare una exquisita receta… la jaula volvió a elevarse en el gran árbol y ya casi era de noche, cuando fueron bajados nuevamente, esta vez saldrían de la jaula para dirigirse directamente a la olla que estaba sobre el fuego. Isabella y sus amigos no tenían salida, estaban perdidos, se despidieron diciendo que se amaban, de repente el cielo se cubrió de grandes aves, las águilas gigantes que había mencionado el abuelo, estas se vinieron en picada a robar la cena de los trol, atrapando a isabella y sus amigos en sus grandes garras, los trol empezaron a lanzar grandes piedras para hacerlas caer pero las águilas eran muy rápidas, los trol se quejaban y lloraban, mama trol los golpeaba con un enorme garrote, se habían quedado sin cena, pero Isabela y sus amigos continuaban en problemas, ahora serian la cena de los polluelos del águila, no tenían escapatoria. Isabella recordó que las águilas vuelan muy muy alto y desde allí dejan caer a sus presas, de verdad estaban en grandes problemas. Cuando ya estaban a gran altura el águila los dejo caer desde lo alto, todos gritaron igual que cuando cayeron dentro del baúl. Estaban cayendo cuando nuevamente se elevaron, abrieron los ojos y se encontraron con el lomo de un unicornio, esta vez habían sido rescatados por un hermoso unicornio azul, que los llevo hasta lo alto más allá de las nubes y las estrellas y luego los llevo a la montaña mágica de los unicornios, Isabela no solo los vio pastar, si no que se acerco para acariciarlos, y jugo con los pequeños y pudo besarles y lo mas importante, pudo cabalgar más allá de las estrellas donde recibió la magia de la luz de las estrellas y la guardo en su linterna, ya no necesitaría de baterías, su linterna era mágica gracias a los unicornios. Era el momento de volver a casa y abrazar a papá y mamá… como regresaremos… pregunto mojito todos se miraron aterrados hay que volver por el mismo camino… el unicornio azul los invito nuevamente a subir a su lomo y los llevo de regreso a donde todo inicio, una luz brillante como el arcoiris ilumino todo y los llevo de regreso a casa al cuarto de papa y mamá

Isabela… llamo mamà desde la cocina

ven a desayunar, mira quien vino a visitarte hoy, la tía caty y el tío juan. La niña sonrió y corrió para abrazarlos, sus amigos se quedaron sentados en la puerta de la habitación, Isabela antes de bajar la escalera los miro y les dijo en voz baja, mañana saldremos a una nueva aventura, los tres se miraron con ojos de terror y corrieron en direcciones diferentes para ocultarse.

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