Esperando en silencio, frente al fuego, sentado en una silla antigua de madera, mirando la nítida luz que sale de la estufa. No me parece extraño creer que no estoy solo en esta tétrica sala de mi pequeña casa, al menos no desde el momento en el que esa espesa niebla cubrió el imponente bosque que rodea mi vivienda. Recuerdo esa leve brisa que paralizó por completo mi cuerpo al descubrirse ante mí tan triste y sombría noche, de la cual no hay dudas de que cambió por completo mi forma de pensar y sentir la naturaleza. No es raro decir que alguna vez, indudablemente nos quedamos asombrados por el magnificente espectáculo que nos da esta, pero pocos hay, que fueron más allá y dejaron que la naturaleza misma les hable.
Estaba petrificado por el fuerte sonido del silencio, y de la soledad que me atormentaba, pero pronto me volví en mí, y como si hubiera estado en un sueño profundo, o sin sentido alguno de lo que haya sucedido previo a mi despertar, me encontré en medio del frío y espeluznante bosque. No podía mirar el cielo, todo a mi alrededor eran árboles, incluso, se posaban sobre mi. Me sentía mareado, y asustado, y mis pensamientos de terror eran los único que reinaban en mi cabeza, más sin embargo, fueron ellos los que me dieron coraje para levantarme y pensar, no puedo morir aquí, en la soledad, congelado y sin compañía alguna, siquiera de un animal, en este silencio espantoso. Tengo que tomar valor y salir de aquí. Entonces, escucho crujir las hojas, como si grandes pasos se acercaban hacia mí, hubo un silencio pero no se veían más que hojas y plantas, pero sin duda alguna, sentía la presencia de algo, Algo extraño, gigante tal vez, algo imponente parecía observarme fijamente, como si estuviera analizandome, tratando de satisfacer su curiosidad, creo que no hay palabra alguna que pueda reflejar esa terrible sensación. Con el mayor de mis respetos, me gustaría saber de quién es esta extraña compañía, le dije al aire. Y como queriendo responderme, aparece una luz tenue de entre las hojas de un gran ombú. Es difícil de explicar la voluminosidad de la corteza que envolvía este gran árbol, lleno de huecos y su áspero, tétrico y frío, pero tan imponente en su grandeza. Sin más pensar, me decidí a hacercarme a donde había un hueco en éste, el cual se asemejaba a una entrada, una entrada a «quien sabe donde». En el momento que me erguí para meter la cabeza, una gran araña cae sobre mi mano, me asusté al ver sus patas peludas y su gran tamaño, este arácnido que había caído sobre mí desde no se donde, porque no había ni un rastro de telaraña, y aún así, este insecto había caído en mí como desde el cielo. «Estaría intentando decirme algo?» Me pregunté sin mucha importancia, entonces me decidí al fin por dejarla en el suelo y proceder. Cuando entré, las paredes estaban viscosas, parecía ser un líquido naranja, bajé la vista, estaba lleno de lodo, y supe que me iba a costar mucho avanzar.

El camino por el cual me llevaba este ombú, parecía descender, y me intrigaba saber hacia donde me llevaría, cual seria el final del recorrido, sin más vueltas me decidí a bajar. Este estrecho lugar estaba compuesto de curvas, como las escaleras de caracol, y en mi descenso pude percatarme de que ya había pasado mucho tiempo caminando y no había rastros de que algo iba a haber abajo, fue entonces que frené, medio alterado, molesto por las dudas que me dominaban, y con un poco de pavor me dije «tengo que tomar una decisión. No puedo ver cuánto es el tramo hacia arriba, tampoco puedo ver cuánto tiempo falta para llegar hacia abajo, pero aun si llego no sé qué me espera, y si subo me quedo en ese bosque horrendo. Que hago?» Exclamé, fué en ese mismo instante que comenzaron a temblar las paredes, todo a mi alrededor se movía bruscamente, el suelo parecía romperse, y así fue, una grieta se fue abriendo entre mis pies, quitando el lodo que había, en ese instante me preocupé cuando se fue haciendo más y más grande, no tenía en donde sostenerme.
Al abrirse el suelo por completo comencé a caer, todo se volvió negro de nuevo, sentía telarañas rozando y pegándose por mis manos y mi cabello, sentía insectos caminar por mi espalda y mi cara, con esas patas peludas rozando mi rostro y mi boca, me daba pánico sentirlo, no podía moverme, la caída era cada vez más estrecha, cuando de repente sentí como si muchos puñales entraban y salían de mi estómago, entonces pasé mi mano por mi barriga y comencé a ver una pequeña luz, roja, pero no, no era eso, esto es sangre; sangre que sale de mi vientre, y no puedo detener su flujo, estoy dandome cuenta que ya no estoy cayendo más, y las paredes que me cubren están cambiando su textura, parecen ser de madera, siento algunos clavos entre cortados, donde demonios estoy? No puedo ver nada, saquenme de aquí, ayuda». Me sentí más sólo que un momento antes, mi impotencia era absoluta, no podía subir o bajar, estaba atrapado quien sabe donde, y no había nada, o al menos no parecía haber nada a mi alrededor.

No sé cuántas horas, o tal vez días llevo aquí, pero al menos, o tristemente, conozco el sitio donde estoy.
Lamentablemente, soy prisionero de un psicópata que entró en mi casa y me Sedó, dijo que mi intento por escapar de entre los demás cadáveres fue inutil, y provocó aún más su ira, me inyectó una fuerte anestesia en mi brazo y luego dio un golpe brusco en mi cabeza, me llevó al sótano donde me tiró y se fué. El lugar en donde me dejó era oscuro y muy tenebroso, lleno de telarañas, insectos y ratas, con un hedor a humedad que daba nauseas. Intenté buscar alguna herramienta para defenderme, o quizas, con un poco de suerte, escapar.
Recobré mis sentidos por completo y divisé una pluma y un cuaderno. Este último llamó por completo mi atención, ya que tenía un aspecto a viejo, su tapa estaba gastada y sus hojas arrugadas por la humedad, tenía un color castaño con algunas manchas rojas. Me lo guardé para que no lo viera su dueño cuando vuelva. Cuando llegó me encerró en una especie de ataúd casero y se fué, terminé de leer el contenido que tenía este cuaderno con una nítida luz que provenía de una pequeña grieta de la madera; se trataba de todos los asesinatos que hizo, y lleva haciendo este mal nacido hasta el día de hoy, y los que tiene planeados también, estan especificadas las aberrantes formas que tiene de torturar, mutilar, y matar a cada una de sus víctimas. Debo hacer algo para escapar, este lunático va a matarme. Que es esto? Siento nuevamente el pinchazo de la araña, veo todo oscuro. No puede ser, la oscuridad, la luz roja como si de la sangre se tratara,esta horrible sensación, siento puñaladas en …

Sin dudas estoy nervioso, pero como salir de este sitio se me está haciendo difícil, voy a ponerme a contar lo que estoy viviendo.

21/10/1993

Mi nombre es Andreu, estoy encerrado en una especie de ataúd …

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS