Capítulo 1

Era de madrugada, oscura y sola. Me encontraba en la estación de trenes para partir rumbo a Valacía en donde mi hermana mayor me esperaba para pasar con ella las vacaciones de verano.

Pasaban los minutos y en los trenes que iban llegando, las pocas personas que se encontraban ahí subían a ellos quedando solamente yo.

Al as 3:37 de la mañana por fin mi tren llego y subí en él.

Cuando buscaba mi lugar me di cuenta que nada más yo estaba arriba de ese tren.

Sin más me senté en mi lugar para descansar un rato, pues solamente habían dormido un par de horas por el estrés que tenia de no llegar a tiempo a la estación.

Desperté de repente al escuchar los frenos del tren parar, indicando la llegada a Valacía.

Baje del tren para encontrarme con la estación completamente vacía.

Estaba buscando la salida principal para ver si encontraba a mi hermana ahí, no la encontré.

Saque mi teléfono para comunicarme con ella, no había señal, cosa que fue rara para mi puesto que en todos, absolutamente todos los lugares tenia buena recepción.

En fin, Salí de aquella estación para buscar por mi propia cuenta su casa.

Pasaba por las calles y ninguna persona, ningún auto, ninguna cosa pasaba por la ciudad lo encontré realmente raro, pero me decidí a seguir con mi búsqueda.

Calle naland 999.

Era la dirección que mi hermana me había enviado por mensaje de texto para ubicar su casa.

Llegue a esa casa y la pintura de fuera era color café descuidado, notándose que desde mucho tiempo no se haya pintado.

Subí los escalones del pórtico, disponiéndome a toca el timbre y encontrarme con Violet, mi hermana.

Toque tres veces, nadie se asomaba.

Toque otras tres veces, pero ahora a la puerta y nadie salía.

Imagine que no estaba en casa.

Decidí buscar una puerta trasera, no esperaría a mi hermana aquí afuera.

Camine alrededor de la casa encontrándome con un gran jardín que tenían columpios y una pequeña res baladilla, lo cual me resulto extraño, ella no tendría hijos ni en sueños.

Pude distinguir la puerta trasera y debajo de ella un tapete, donde supuse y estaría la llave.

Subí los escalones y fui directo a levantar el tapete y efectivamente se encontraba una pequeña llave dorada, la tome, la metí a la cerradura, di dos vueltas y esta abrió.

Entre con mis maletas a un lado mío, recorrí el interior, todos los muebles estaban viejos, se veía como si nadie hubiera pisado la sala en años.

Mi hermana es rara.

Sin más subí a la segunda planta para instalarme y dormir de una vez por todas.

Se encontraban cuatro habitaciones con tres baño, entre a la que supuse y era la de huéspedes, deje mis maletas en una esquina, mi bolso lo coloque en el buro junto a la cama, entre al pequeño baño con mi pijamas en la mano y mi cepillo de dientes.

Me cambie, me lave los dientes y salí del baño, distendí la cama y me dispuse a dormir.

Me levante en la madrugada, supuse y fueran las 3 de la mañana, todo se encontraba a oscuras, escuches pasos en la planta baja, no supe si salir a investigar o quedarme ahí hasta que amaneciera.

Después de un rato decidí bajar, supuse que ese ruido habría sido de mi hermana, que por fin habría llegado.

Salí del cuarto, bajo las escaleras en forma de espiral y llegue a la sala.

Trate de encender la lámpara que se encontraba en una esquina junto al sillón, pero no tenía foco.

Me fue difícil caminar por la oscuridad, pues había dejado mi teléfono en la recamara.

Al tiempo que avanzaba sentía unos pasos detrás de mí, eso me dejo shockeada, solo yo me encontraba en la casa.

Llegue a la cocina, trate de prender el interruptor, pero este no funciono.

¡Genial!.

No había luz.

Me debatí entre subir o quedarme a ver qué es lo que sucedía.

Mi flojera gano, como de costumbre.

Subí, otra vez, las escaleras, entre a la habitación, me recosté, y quede dormida profundamente.

A la mañana siguiente, me levante, acomode la cama, salí para ir al baño, para poder tomar un baño relajante, y lo que me encontré me sorprendió totalmente.

El espejo que se encontraba arriba del tocador tenia escrito con un lápiz labial color rojo intenso: bienvenida a ghost town.

Quede realmente sorprendida y confundida.

¿Ghost town?

Supongo y es una broma de mi hermana, cuando vivía en casa de mis padres, solíamos hacernos todo tipo de bromas.

Tome un trapo estaba en el lavamanos y con el limpie el espejo, lo volví a dejar en su lugar y entre a tomar mi ducha.

Salí, me seque, cambie, volví a la habitación, tome mi celular, pase por la habitación principal para encontrarme con Violet y no se encontraba nadie, baje, me dirigí a la cocina tome el cereal del cajón, abrí el refrigerador tome la leche, saque un plato y una cuchara y me senté a desayunar.

Lo que me extraño fue el encontrarme toda la comida en buen estado, como si ayer se hubieran hecho las compras.

Termine, Violet en ningún momento apareció, lave mis trastes y yo sola decidí recorrer el pueblo.

Al ir pasando las calles, las casas se encontraban descuidadas, con mala facha, los arbustos secos al igual que el pasto y los grandes árboles.

¿DONDE LLEGUE A PARAR?

Después de diez minutos llegue a lo que pasaría por un parque, pues tenía grandes res baladillas y algunos columpios, con un sube y baja donde los niños pasarían sus tardes libres.

Cansada me fui a sentar a un columpio y recordar mi infancia, todos los días salía con mis amigos de la cuadra a platicar y divertirnos, claro, después de hacer los deberes.

De un momento a otro recordé mi pueblo, el que no había recibido ninguna llamada de mis padres o amigos, tampoco de Violet para informarme si quiera en donde se encontraba y no preocuparme.

Empecé a recodar cosas del pasado cuando de repente sentí que el columpio de al lado se movió de repente, empezando por lo más bajo, hasta llegar lo más alto que se puede. Ese acto realmente me sorprendió y asusto, no había indicios de que una persona se encontrara ahí para hacer ese tipo de bromas.

Asustada salí del parque, y me encamine de regreso a la casa, la noche no tardaba en llegar, rápidamente oscureció, es como si la mañana fuese más rápido, pues la noche se hace eterna.

Llegue a mi casa provisional, entre por la puerta principal, anteriormente la llave la había encontrado en una mesa en el pasillo para ir a la pequeña cocina.

Al girar el picaporte una fuerza tan grande me impedía dar la vuelta completa de esta. Me rendí el intentar darle vuelta a la perilla, cuando toda mi fuerza se agotó completamente.

Espere veinte segundos para volver a intentar abrir.

¡Lo logre!

¡Increíble!

Entre.

Deje mi celular en el sillón para dirigirme a la cocina y servirme algo para cenar, merendar.

Tome el pan, el jamón y la lechuga, me hice un sándwich, tome el cartón de jugo de naranja y serví un poco en un vaso.

Cuando lavaba los platos que ensucie escuche pasos en la planta superior, y me sorprendió, al pensar en alguien que haya entrado a la casa mientras yo estaba fuera.

Asustada y decidida subí para averiguar si alguien, como mi mente formulaba, se encontraba en esa casa.

Para esto el sol ya se había ocultado y siendo las nueve y treinta de la noche lo hacía más aterrador todavía.

Al término de la escalera, parada en el último escalón pude distinguí a lo lejos la sombra de un chico.

Capítulo 2

-¿Quién…. Eres?-

Fue lo único que pude formular al estar tan impresionada de ver a alguien aquí dentro.

El chico de la figura misteriosa se volteó.

¡Wow!

Vaya chico.

-La pregunta aquí es… ¿tú quién eres?-

Engreído.

-Soy Freya Smith… Ahora te toca decir tu nombre-

– Kenneth Morgan-

Cuando se acercó a mí no supe realmente que hacer, así que le estreche y él dudosamente la acepto, con un ceño fruncido estampado en su cara.

-¿Qué haces aquí?-

Le pregunte, pues sinceramente no sé cómo es que estaba aquí.

-La pregunta es… otra vez… ¿tú qué haces aquí?-

Engreído al doble.

-aquí vive mi hermana y me pidió que viniera a verla, ¿pero qué hago dándote explicaciones a ti?-

-Espera… ¿Quién es tu hermana?-

-Violet. ¿La conoces?-

-lo siento, solecito, aquí, en el pueblo, no vive ninguna Violet-

-no eres nadie para llamarme solecito, apenas te conozco, y si me estás diciendo que ella no vive en el pueblo. ¿Por qué estoy aquí?-

-¿No conoces la historia del pueblo?-

-créeme si la supiera no estaría aquí-

-m…e, me tengo que ir-

Paso por mi costado izquierdo, chocando brevemente hombro contra hombro, y bajo rápidamente las escaleras, hasta llegar a la puerta principal y salir por esta, al mismo tiempo que ya miraba la escena sorprendida por su inesperada reacción.

Al amanecer siguiente que desperté recordé lo del día anterior, y el chico misterioso que encontré.

Después de hacer mi rutina, salí de casa para ver si volvía a encontrarme con ese chico, ahora ya sabía que alguien si habitaba en el pueblo.

Volví a llegar al mismo parque del día anterior, pero lo pase por alto, no quería que me diera el infarto otra vez.

Así que seguí caminando hasta llegar a lo que parecía la plaza del pueblo.

Sorprendentemente, lo volví a encontrar solo, sin una sola persona, cosa o algo por el estilo, así que me senté en una banca a esperar a que alguien pisara el lugar y no sentirme sola.

Pasaron los minutos y las horas en las que me entretenía jugando en mi teléfono y nadie apareció, cosa que me decidió a volver a casa y aburrirme lo que falta para hacerse de noche.

Cuando volvía, el sol se iba metiendo y la noche aparecía, al irme adentrando más por las calles, personas salían a sus patios, niños jugando en las calles, a las escondidas que se yo, chicos con su skate por todos lados, vecinos cotilleando.

Creo que me hice pipi en los pantalones.

Llegue a la casa a eso de la media noche, como dije antes la tarde era muy rápida, como si fueran menos las horas, y las que perdía, las tomaba la noche.

Me encontraba en la calle y frente mío estaba la casa, cuando note sombras en la ventana de la sala, primero me asuste y después me calme, puesto que rápidamente llego a mi mente de que por fin Violet llego a casa.

Camine al porche, abrí la puerta principal.

¡Vaya sorpresa que encontré!

Era el mismo chico de anoche, con una mujer mayor, como de la edad o más grande que mi madre.

Cerré la puerta y los dos voltearon a verme.

– otra vez te vuelvo a ver, solecito-

– como dijiste que te llamabas Keith, ken….-

-Kenneth-

Contesto apretando los dientes.

-Ahh… claro-

Conteste indiferente.

-Hola linda, ¿Quién eres, disculpa?-

Me pregunta la señora que estaba con este chico Kenneth mostrándose amable ante mi persona.

-soy Freya Smith-

Conteste su pregunta del mismo modo amable, y al mismo tiempo le estreche mi mano.

-Yo soy Linda Morgan, la madre de Kenneth-

Me dijo manteniendo el modo amable, a la vez que aceptaba mi mano y estrecharlas mutuamente.

-¿y qué haces aquí otra vez, solecito?-

Inquirió Kenneth.

-ya te dije que no me digas “solecito”, y como que qué hago aquí si ya te dije que vine a ver a mi hermana-

-y yo te dije que no existe ninguna Violet en este lugar-

De un momento a otro nos encontrábamos cara a cara.

-Hijo, disculpen que me meta, pero ¿ella no sabe que este pueblo esta….?-

Linda no pudo terminar la pregunta, puesto que su hijo la callo con la siguiente oración.

-A ella no tiene porqué importarle lo que sea este lugar, al final se va a terminar yendo como todos los demás-

-¡¿Cómo todos los demás?!-

Pregunte sorprendida ante lo que él dijo.

-mejor vámonos-

Le dijo a su madre ignorando mi pregunta y rápidamente salieron de la casa.

Subí a la recamara que me permanecía temporalmente para descansar desde que vi a Kenneth por primera vez, hasta lo que paso hace unos momentos.

Abrumada me metí a dar un baño para descansar mejor, salí después de cambiarme y me metí a la cama a dormir.

Cuando mi alarma sonó, me sobresalte al ver que todo se encontraba oscuro, completamente oscuro y mi celular marcaba la hora de las diez de la mañana al igual que el pequeño reloj que reposaba en el buro del lado derecho de mi cama.

Cuando finalmente me desperté, baje las escaleras y averiguar si no es solamente mi imaginación que hacer ver el lugar como si fuera de noche.

Al llegar a la sala de estar me encontré con que Kenneth Morgan estaba sentado frente al televisor y de esta estaba viendo “the incredible wold of gumball” y no sé, se me paso por la mente asustarlo, sorprendiéndolo por detrás, puesto que, por la posición en la que se encontraba no me podía observar.

-buuuhhh-

Él se sobresaltó, parecía como si llegar al techo de tan increíble salto que dio y por obvias razones solté grandes carcajadas.

-¿Qué haces-

Como siempre su tono amargado.

-no lo sé, solo te vi y me quise divertir con tu cara-

El solamente me ignoro indignado y volvió la vista al televisor.

-oye… lo que dijo tu mamá, ¿Qué significa?-

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