Golpe de margen
Como una flecha que apunta hacia el suelo
me escondo bajo la superficie,
descendiendo. Y golpeando
todo como una guagua
¡Me veo de lejos! Y un hombre de estropajo
varado en la oscuridad sin nadie
a su alrededor.
Me conecto a un maquina de escribir
y relleno libremente con esfuerzo.
Y desciendo superficialmente
otra vez.
Apoyándome en las teclas
como si un fantasma
en el interior
de mi oído/
Libero el corte perfecto
y cuelgo en la repisa
de la memoria
la época de la palabra
muerta.
Herencia intelectual
Pienso en la lámpara
y en su luz inmóvil,
como lo ojos de mi maestra
tan fuertes y sensibles
¡Que cubre con un manto!
su rostro lloroso
La paciencia, como las paredes
de una habitación
atrapan al vacío,
y no lo dejan escapar.
El frío cubre su cuerpo
y quieta esperando
se desespera
por mis palabras.
Neruda solo mata con su metralleta
Me encontré la metralleta de Pablo Neruda
en Isla Negra botada en la basura;
no tenía balas.
La agité lentamente para ver si
quedaba alguna bala en su interior;
pero no tenía nada de nada…
Entonces imaginé que disparaba inconcientemente
a la verdadera mentira. Mi subconciente trabajó
durante horas para poder matar.
No tengo nada más que balas invisibles
en mi cabeza de gánster internacional;
a lo Al Capone, (y el tráfico del whisky)
empiezo a soñar despierto
gritando en silencio:
«Soy el mejor criminal de la ciudad de Santiago
de Chile”
Aúllan los lobos en melancolía
Aullaban en la noche de luna llena; inmensos lobos
en una montaña congelada:
«Ahuuu… ahuuu…» mientras devoraban la carne de una presa.
Se escondían en el bosque. Fugitivos del hombre; cazador
innato de bestias peligrosas…
No conocían la piedad del terror con sus dientes y colmillos;
tenían mucha hambre, siempre mordían terroríficamente.
Un equipo de expertos cazadores quería su piel graciosa
para venderla al mejor postor en la ciudad.
No quedaban muchos lobos porque el «hombre» los había
exterminado con sus armas de defensa humana.
Horriblemente ya no quedaban lobitos en las montañas;
todos estaban muertos en vida por una bala en la cabeza.
El mejor postor quería una alfombra para su gigante castillo
comercial; vendía alfombras de lobos; fina piel o enjambre de poesía
divina: ¡ya no quedan lobos en las montañas congeladas!
Se marcharon para nunca volver aullar a la luna marchita de melancolía;
sentimientos de tristeza invencible.
Buscando tierra
El escritorio siempre esta desordenado
con muchas cosas, hago malabares
para encontrar las llaves
de la casa
Como un científico escucho
mis problemas que se esconden
en la sombra del edificio.
¡No quiero desaparecer más!
Agarré mi tesoro
y me lancé abajo
de la gravedad.
JARAdeniño: era muy entretenido
Rimaba en silencio en su casa de pequeño;
se llamaba victorlidio
fue a la escuela popular.
Y aprendió a tocar la guitarra
como nadie en la nación:
Murió joven secuestrado por la codicia
política; un héroe en todo aspecto;
en su tumba reside el dolor del viento…
Incendio caótico
¡Se quema la madera que rodea tu casa!
Se escucha a lo lejos la sirena de los bomberos.
Una explosión generó la onda más grande
que el gas pudo respirar. Los vecinos
aturdidos llamaron ayuda.
Un doctor sentado en su escritorio
atendió el celular, y de un salto
atendió el lugar
No había nadie muerto, ni menos
herido era la invención
de un niño travieso.
luishernanCARMONA; …
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