Llegaste a mi vida sin que me diera cuenta, oía con gracia tu melodía y aplaudía tu elegancia.
Me relajaba al escuchar tus baladas, sabia que eran grandiosas y hermosas.
Cada que entraba en melancolía, creía que la vida no valía la pena y moriría.
Pero llegabas tu y me dabas un consejo de vida, aprendía en cada verso y cada rima que tu me transmitías.
Y es por eso que te dedico esta poesía, amiga mía.
Amiga mía,tu has sido mi guía, me has acompañado en la tristeza y la alegría.
Has estado presente en la noche y en el día y lo estarás hasta el final de mis días.
OPINIONES Y COMENTARIOS