El mes de navidad se acercaba cada ves mas y con el llegaba un viento fuerte y helado y para ser sincera me sentía mas a gusto estando en el colegio, que estar encerrada en casa haciendo lo mismo todos los días era como repetir la misma pagina de mis libros, levantarme tarde, quejarme por casi todo e irme a encerrar nuevamente a mi habitación esperando que llegara la noche. Solo que en mi mente se paseaban nuevos pensamientos como el preguntarme si en ¿verdad me gustaba Joe? o si solo era algo pasajero y me sentía bien solo estando a su lado, si en verdad quería tener algo serio con él a un que sabia en mis adentros que jamas iba a tener algo verdaderamente serio. Y también en que quería tener una amistad buena con él vecino.
Pero seguramente él estaría muy ocupado y ademas quien carajos soy yo para que tomen de su tiempo y establezca una charla conmigo. Pero siempre el destino me quería llevar la contraria y hacerme notar que no todo estaba perdido y que si podía llegar a tener la posibilidad de tener una charla o aun mas con Eduardo quizás una amistad.
Me encontraba en el corredor junto con mi prima y como era de costumbre ella tenia que estar en su celular; el clima helado no iba conmigo por que tenia que andar vestida de lo pies a la cabeza y paresia que andaba casi siempre en pijama, en invierno no se da muy bien la moda para mi a pesar que en mi país no cae nieve pero si hace un exagerado frió que se forma con solo lluvias y viento. Estaba sentada junto a mi prima, con mis rodillas a la altura de mi pecho envolviéndolas con mis brazos baje la mirada y me quede observando mis calcetines de colores que eran muy distintos no eran el par correcto pero no me importaba en lo absoluto lo importante era mantener mis pies calentitos.
Escuche como alguien se acercaba a nuestra puerta y rápidamente levante la mirada, era la vecina Iris quien nos saludo alegremente y nosotras contestamos de la misma manera. Tenia pensado dejarla hablando con mi prima así que me levante del lado de mi prima y pedí permiso para retirarme pero Iris me detuvo.
– Cesia es con usted que necesito hablar
– ¿Enserio?- Escuchar eso fue realmente extraño para mi, no estaba acostumbrada hablar con Iris un tema que solo nos incluía a ella y ami casi siempre yo opinaba en las conversaciones entre ella y mi prima.
– Si, aun que es algo relacionado con mi hijo por que me pidió el favor de pedirle su numero– Al escuchar eso sentí como mis mejillas comenzaban arder y estaba mas que segura que estaba cambiando de color y eso me apenaba aun mas, me quede perdida en mis pensamiento vacilando ante dichas palabras y volví a la realidad cunado Iris me dijo.
– Cesia le va a regalar su numero- Lo dijo arrastrando las palabras
– Eh si esta bien, ya se lo anoto en un papel- Sentía como mis pies se estaban convirtiendo en gelatinas y mi corazón se aceleraba de tal modo en que quería salirse de mi pecho, tome camino en busca de un papel y un lápiz torpemente escribí mi numero y también mi facebook notaba como mis manos temblaban tome un poco de aire ruidosamente y trate de calmarme aun que era inútil pero aun así regrese a la puerta donde había dejado a Iris y le di el papel con mi numero, seguramente ella noto en que estado me encontraba y se rió entre dientes me sonrió comenzó una charla corta con mi prima y luego se despidió de nosotras dando por concluido su favor…
Regrese al lado de mi prima y todavía sentía como mis mejillas ardían me miro y se partió en risa
– ¿Que es tan gracioso?
– El que te pongas como un tomate cuando un chico te mande a pedir tu numero ¿sabes hace mucho que no te miraba así?
– Es por que hace mucho un chico no me pide mi numero a pesar que le pida el favor a su mamá
– Bueno como sea y lo que sea no te apresures
– Si lo se- un profundo suspiro invadió el silencio tan incomodo que nos rodeaba
– Cesia realmente llegaste amar tanto a Odair- Su tono fue mas como una interrogante que como el comienzo de una simple conversación
– Como para llorar por él todas las noches y sentirme la chica mas estúpida del mundo que no puede hacer feliz a nadie por él, bueno si, si lo ame y le seré sincera no quiero amar a alguien de tal manera como lo ame a él es mas tengo miedo- Nuevamente tome la postura de acercar mis rodillas a mi pecho y envolverlas entre mis brazos; un fuerte viento azoto entre las casas vecinas llevando con el hojas a su alcance y estruendo entre los techos
– No tienes por que tener miedo de volver a enamorarte perdidamente de alguien,las cosas pasan por algo y de cualquier error que cometes algo tiene que quedar de lo cual aprendes y eso te lleva a no volverlos a cometer, seguramente no era tu tiempo para amar a alguien como tu lo dices pero veras no solo por eso tienes que cerrarle las puertas a otros chicos quizás ellos son lo opuesto a Odair y tu te puedes perder la oportunidad por seguir equivocada ¿entiendes?
– Si lo entiendo pero no es tan fácil creer después de tener una gran decepción
– Nadie dijo que es fácil pero es algo que aprendes a cargar con el paso del tiempo, vamos Cesia, no todo esta perdido ¿o que te la piensas pasar el resto de tu vida quejándote por un chico o comenzar a ver a tu alrededor y encontrarte a alguien mejor?
– Bueno tiene razón, creo que si es tiempo de dejar el pasado atrás
– Cesia pero con eso no quiero decir que te enamores del primer chico que se te cruce en el camino
– Entendido
Con esas palabras dejamos el pasado atrás al parecer mi prima ya no quería estar mas tiempo en el corredor así que se puso de pie dejándome sola y tomo rumbo hacia dentro de la casa. Me quede pensando en todo lo que mi prima me dijo; el frió denso recorrió mi peal aun estando abrigada pero no quería irme a encerrar a mi habitación quería seguir fuera sentir un poco mas de aquel frió viento, el sonido de una puerta vecina me hizo levantar la mirada y buscar de donde provenía dicho sonido.
Lo mire y sentía como el viento frió ya no me causaba ningún escalofrió es mas mis mejillas ardían nuevamente la sensación de nerviosismo que no sentía hace mucho volvió a palpitar en mis adentros, haciéndome sentir débil pero al mismo tiempo llena de energía, mirarlo y pensar que se tomaría de su tiempo para conocerme era algo de lo cual no podía creer.
Di gracias que venia de su trabajo seguramente y que en ningún momento voltio a ver hacia donde yo me encontraba seguramente notaria que yo lo estaba observando, y yo no iba a saber reaccionar ante dicha situación ya que se le notaba que tenia un carácter pesado, y yo por mi lado convertida en un tomate total desapareció de mis vista al momento que entro en su casa; una sonrisa socarrona salio de mis adentros haciéndome pensar en que color terminaría después de ver un mensaje suyo.
Sentí como mis manos y mis pies se comenzaban a congelar así que decidí irme a encerrar a mi habitación cosa que no quería pero mi cuerpo pedía estar debajo de mis mantas y en mi cama; una ves estando encerrada y en pleno silencio las palabras de mi prima, la visión de Iris pidiendo mi numero y la silueta de Eduardo se paseaban por mi mente dejándome tantas interrogantes y tantos sentimientos, quizás me estaba precipitando ante la situación o…
«Seguramente no era tu tiempo para amar a alguien»
Fueron las palabras claves que pasaron por mi mente, estaba decidida a no dejar pasar las oportunidades pero también a actuar con inteligencia era tiempo de dejar todo dolor atrás, era mi tiempo para volver a creer en mi misma y empezar una nueva historia donde la protagonista soy yo y en mi libro no hay dolor alguno; estaba decidida y fiel ante mi palabra…
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