Homenaje a quien no volvió

Si me hubieran dicho que aquella vez, sería nuestra última vez, me hubiera aferrado fuertemente a tu pecho, hubiera tomado tu mano toda la noche, sin soltarla, para recordar cada cicatriz que hay en ella, hubiera memorizado cada una de tus arrugas, incluso, te hubiera preguntado por cada una de ellas, mi pecho se hubiera embonado tan bien al tuyo, que te hubieras dado cuenta que ningún otro lugar pertenecías mas que en mis brazos.
Si me hubiera dado cuenta antes, que aquella sería la última vez que estaríamos juntos, te hubiera hecho reír hasta llorar, hubiera preparado ese té que tanto te gusta, la comida que te hacia sentir en casa. 

De haber sabido que aquella vez era la última vez que te escucharía decir mi nombre, te hubiera pedido que lo repitieras una y mil veces, de todas las formas posibles, con todos los tonos audibles, para que al momento de no volverlo a decir, poder recordarlo. 

Si me hubieran avisado que aquella sería la última vez que me necesitarías, hubiera bajado cada una de las estrellas para que te dieras cuenta que para mi amor no había imposibles.
Si aquella vez, hubiera sabido que era el último día en que me amarías, me hubiera atado a cada uno de nuestros momentos, cada una de tus risas y mis locuras, cada una de las fiestas, cada una de las letras de nuestras canciones, todos los momentos en nuestro sillón, nuestros domingos que estuvieron tan cerca de hacernos felices, si hubiera sabido que aquella era nuestra última vez, te hubiera recordado porque estábamos juntos, el porque nos necesitábamos, el porque tendríamos que seguir intentando.
Porque te juro, amor mío, que, si yo lo hubiera sabido, no le habría dado oportunidad al tiempo, de darnos cuenta que nosotros vivíamos solo en un sueño y que ese sueño, estaba a punto de terminar.