Infección criminal

Adrián Bonilla Witle

Aura luminosa

Aleteos blandos y clandestinos emergen del cuerpo físico,
bajo el aura luminosa y armoniosa de un ser alucinante,
¿cómo ver la espiritualidad que se envuelve en carne inocente?
dentro del cuerpo hay un niño único,
este derrotero vacío acompaña su soledad,
finge y finge que todo estará bien encerrándose en un ático,
gélida luz, gélida soledad, gélida la hora que marca el final.
¿Habrá esperanza de salir vivo de esta enfermedad que aletea sobre él?
Aleteos blandos y clandestinos emergen del cuerpo físico,
bajo el aura luminosa y armoniosa de un ser alucinante,
cuando él cierre los ojos caerá la última gota del cielo triste
dentro del ataúd yace un cuerpo de un niño único,
este derrotero vacío ya no acompaña su soledad,
finge vivir para no ocasionar la melancolía de quienen lo ven descansar,
gélida luz, gélida soledad, gélida la hora que marca el final.
¿Habrá esperanza de salir vivo de esta enfermedad que aletea sobre él?
seremos el aura luminosa que alucina con aquello que nunca tendrá cura.

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Nueva vida distante

Hay caminos que marinan en suaves cuerpos mojados,
invierno largo que nada en diciembre y se lleva las vidas en un
jueves al más intenso viaje ardiente por el barquero Caronte.

Karaokes de voces gritan el perdón de sus actos,
la muerte anuncia la mitad del camino,
mueren por enfermedades e impiedades.
Nueva vida distante.
¡Oh, mi amor!
¿Por qué te recito mi amor si no hay luna creciente?
Quiero tu pensamiento no distante sobre el recorrido de mis poros,
rezo por morirme de esta enfermedad epidémica,
suben al cielo mis mentores y bajan al averno mis pecados,
todos caminan a distancia, y mueren a distancia,
una cura habrá, y será la muerte que marina un suave cuerpo mojado
viendo el invierno llevarse la vida de un ser amado.

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Higía

¡Sálvamos Higía porque el padecimiento viene!

Cúbrenos con tu túnica y ramas de laurel,
hay dolor y mucho daño,
aliméntanos como a tu serpiente enroscada,
vida efímera que pasa como la copa que a ratos bebes,
deposita tu limpio cabello sobre nuestros olfatos manchados.

¡Sálvamos Higía porque la muerte está detrás de nosotras!

Cúbrenos con tu túnica y enróllanos con tus ramas de laurel,
el año se acaba al igual que mis fuerzas,
el sentir el escaso aire de mí asegura tu abandono,
cúrame con cien años de salvación
o sálvame con tu cobijo sin sentir el sufrimiento del silencio.

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Enfermedad hambrienta

No hay para comer,
mi pequeña empieza a cerrar los ojos,
veo la tristeza cubierta de pañuelos, cubrebocas
y un recuerdo que jamás volverá.

Empiezo a sentir la fiebre que azota en todo el mundo,
no puedo morirme sin ver a mi pequeña comer,
ella cierra los ojos, y nadie se da cuenta,
se salen mis lágrimas y nadie se da cuenta,
abrazaré a mi hambrienta hija enferma
mientras los ricos pagarán su nueva cuenta,
si no hay comida hoy, no habrá vida mañana,
si no pido más dinero en estas calles contaminadas
ambas moriremos y será cuando todos se den cuenta.

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Purga

Murió la infección, murió la Fe,
estamos encadenados por el frío metal de las máquinas,
nadie hizo caso, nadie se protegió de la plaga,
la peste revive, la locura crece, y la muerte se propaga en frágiles.

Pocos ya no viven libremente, los dominan las piezas respiratorias,
unos esperan su hora, otros su vida de vuelta,
los locos le llaman purga, los inteligentes le llaman viveza,
no hay retorno para nadie, ya estamos cubiertos de metal frío,
viviremos así, y será nuestra segunda oportunidad,
sin el brillo saludable de nuestro cuerpo, no habrá brillo en nuestra Fe,
y si no hay una voluntad radiante, asesinaremos a nuestro cuerpo,
el alma morirá de un suspiro contaminado,
y todo será un crimen sin culpables condenados.