Lo nuestro no va a ninguna parte y, sin embargo, haz atado tú alma a la mía: «promete que me amaras en la próxima vida…» dijiste. Yo lo prometí, en esta vida no habrá un ‘nosotros ‘, pero te aseguraste que en la siguiente no hubiera un ‘tú’ y un ‘yo ‘ alejados nuevamente por la marejada.
Te amo, -te dije en aquella última carta- para siempre o para nunca, lo que sea que dure más.
«Te buscaré, esta vez prometo no llegar tarde de nuevo «, dijiste en la tuya.
Zethil_Imox
29-Jul-20
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