Despierta, mírame al encender una vela.

No soy yo, no te asustes, tu tampoco eres la que debieras.

Ni yo soy el que era, ni tú eres ella.

Apaga la luz y duerme.

Mañana estaremos muertos

y ellos soñaran nuestras vidas.

Conformémonos con este minuto.

Entrelazadas nuestras almas,

vencerán al tiempo y la memoria.

Sobreviviremos escondidos en otra historia.

Abrázame y dime que no es un sueño,

o no, mejor dime que sigo soñando…

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS