Un amor para recordar II

Un amor para recordar II

I

Tuve que respirar muy profundo, por unos segundos sentía que el oxígeno no llegaba a mi cerebro, el corazón dejó de bombear sangre, y poco a poco fuí perdiendo los sentidos; sentí una muerte espiritual lenta y profundamente dolorosa.

Te observé con toda detención y noté como tus grandes ojos color café, se fueron tornando sollozos.

Estábamos conscientes de qué habíamos sido irrespetuosos, yo por persistir a qué estuvieses conmigo y tu por haber cedido; nos dispusimos a jugar y resulta que nos enamoramos.

***

El amor es vivaz, da vida a nuestra alma e ilumina nuestros sentires. Es difícil descubrir quién será nuestro complemento, quién será ese alguien que nos hará sentir lo qué nadie más puede. Llegamos a un punto en el que podemos confundir el amor con una grata compañía; No es que hayamos elegido mal, pero las realidades de la vida nos limitan a soñar, a pensar y a creer en qué existe alguien que nos robará el alma, que nos hará perder el conocimiento aunque no se deba; Escogemos con nuestra conciencia, lo que le toca elegir a nuestro corazón.

Conocemos el amor, en aquello que parece imposible, eso que nos da miedo, aquello que es prohibido. El sentimiento se convierte en algo más que solo eso, cuando experimentamos en nuestro ser, un corazón palpitante, acto de la presencia de alguien que no es correspondido.

II

Me sentía desdichado e infeliz; por pura conveniencia buscaba superarme, tener mejor vida, otras posesiones materiales y para todo ello, debía fingir, soportar y mantener una vida en unión a otra persona, a la cuál no amaba, así que al conocerte pude sentir vida en mi interior.

Tu versión es similar, sólo que tu sí querías a tu pareja, a pesar de que él no te había hecho sentir lo que experimentabas conmigo. No tenías un matrimonio infeliz del todo, pero él era poco expresivo, con cierto toque de frialdad y poco sentimental. Lo que para mí fue uno de los motivos por el cuál empezaste a sentir apego conmigo.

Al recibir la noticia el primer sentimiento que pude experimentar fue que era mio ese bebé, mi corazón latía tan rápido que no había explicación para tanta adrenalina y sentimientos encontrados. ¿Qué pasaría ahora, qué haríamos , y qué se supone pasará con nuestras vidas y todos nuestros sentimientos?.

Habíamos pensado con todo realismo, era peligroso y arriesgado estar juntos, pero el amor nos hizo superar el miedo, las cosas eran demasiado perfectas, incluso parecían irreales, así que estábamos claros, de qué en algún momento algo iba a suceder, pero eso no era lo que veíamos venir.

III

Es difícil -dijo Alicia-, cada día era un reto, y es que era inevitable hablar con él, pero de alguna forma debía alejarlo, porqué lo conocí teniendo una vida, la cuál no dejaría por él, por más amor que me hiciera sentir, habían otras cosas que me unian a mi pareja, por eso lo era ¿no?. Pero no podía despertar sin pensar en él, queriendo saber como estaba o cómo pasaba su día. Lo amaba y ese sentimiento era más fuerte que todo, aún así debía enfrentarlo, ser fuerte, pero cómo iba hacerlo, sí un día podía ser ruda, pero al siguiente necesitaba de él, de su amor, de su comprensión en todo.

Cada día debía fingir que lo olvidaba, que podía estar sin él, cuando realmente no era así, moría mi alma cada día que no podía tocarlo, besarlo, sentirlo. De muchas formas intenté alejarlo, actúe con rudeza y por varios meses evite de todas formas el verlo; fue imposible, nunca se dió por vencido, siempre estaba allí, siendo tan persistente, siendo tan él, que no pude fingir ni un poquito más.

Un día decidí que era suficiente, que debía verlo, y de alguna forma llegar a una decisión para lo nuestro.

IV



Estaba nerviosa, con miedo, en realidad estaba preparada para lo peor, siempre me decía que no sabía como iba a reaccionar cuando me viera y aunque yo tampoco sabía , ese momento tenía que llegar y que mejor momento que ahora, que ya me sentia mejor luego de tanta incertidumbre, tantas confusiones, y tantas veces que tratamos de alejarnos, quería ya algo definitivo de la relación y que saliera de él, porqué yo estaba dispuesta a hacer lo que le hiciera feliz… Fuese estando conmigo o sin mí.

Alicia. –

***

Tomé el tren, y al llegar a la parada, tuve que caminar un poco para llegar al lugar donde siempre nos encontramos, tenía los dedos de las manos congelados, la temperatura había bajado bastante ese día. Subí al ascensor y al llegar caminé por el piso, hasta la habitación que me correspondía. Abrí la puerta de la habitación 103, y al llegar me quite la chaqueta que llevaba puesta. Me senté a esperarla, estaba ancioso, desconocía en totalidad, cuál seria mi reacción al verla, y de pronto tocan la puerta y allí estaba , parada frente ami, no tengo como describir lo que sentí al verla, pero luego de recibirla, pase al baño, me paré frente al espejo y noté como mi respiración estaba agitada, así que mojé mi cara y al secarla, volví a salir.

Empezamos a charlar, pero no podía concentrarme y evitaba todo contacto visual con ella, estaba molesto y empecé a reclamarle, porqué habia dormido con su esposo, qué si no pensó en mi; era injusto de mi parte, por qué ella tenía un compromiso como esposa, pero en ese momento no lo comprendía, solo pensaba en mí y ver como sus ojos se llenaron de lágrimas y cómo su rostro cada vez se tornaba más entristecido, me rompía el alma, con lágrimas brotando en su rostro, me pedía perdón y de pronto se lanzó sobre mí dándome un abrazo que dio paz a mí ser en ese momento.

V

Deseaba no amarla, quería olvidar todo eso que había pasado, eso realmente quería, para así poder librar todo este peso y tanto dolor que me provocaba ver a la mujer que amo esperando un bebé, el cuál no sabía si era mío, pero era imposible, yo no podía seguir sin ella.

Alicia se quitó la chaqueta, cuando ví su barriga, puse mi mano en la cabeza y me preguntó si queria que se marchase y le dije que no, y tomó asiento.

***

Inesperadamente cambió su forma, cambió todo, -dijo Alicia- empezó a preguntarme cosas, a tratarme mejor, me dijo que me amaba, que quería intentar todo, que no le importaba lo que había pasado, que no lo iba a olvidar pero que si yo también lo amaba podiamos luchar juntos, que lo dejara intentarlo, y no lo sacara de mi vida; me abrazo, me beso y me pidió que lo dejara tocar la barriga; Eso fue un momento emocionante para mi, a tal punto que no aguante, me dieron como ganas de llorar y hasta percibí los leves movimientos del bebé, fue algo que no tiene explicacion para mí.

VI

Me acoste al costado de tu oído y te susurré que todo iba a estar bien, acaricié tu rostro mientras tu acariciabas mi cabello, nos besamos, entre esos besos y caricias, pudimos olvidar todo el dolor que habíamos sentido, recordabamos los buenos momentos que habiamos pasado, y otra vez después de tanto tiempo pude sentir como te hacía mía, olvidando todo aquello que nos separaba.

Por alguna razón estabamos allí amandonos, aunque sea imposible, pero por algo nació esto que sentíamos y por ese momento nos olvidamos de prejuicios, y de todo lo que nos atormentaba.

Hicimos un pacto, en el que prometimos luchar hasta más no poder, ambos merecemos ser felices y aunque en ese momento estábamos pasándola de lo peor, llegaría un momento en él que disfrutariamos la armonía en nuestros corazones.

– No es necesario que lo digas, aunque ese bebé que llevas dentro, no sea fruto de nuestro amor, prometo amarte, acompañarte y cuidarte en todo momento y sobre todas las cosas. Eres el amor de mi vida y aunque esta sea la lucha de nuestras vidas, por más difícil que parezca al final, nuestro amor reinará.

Te amo Alicia…

~M.K



Para mis lectores

Tu que leíste mi historia, estás en todo derecho de pensar a favor o en contra de los personajes, así que te cuestiono lo siguiente:

Si fueras Alicia, ¿Qué hubieses hecho? Y ¿ Qué tal si fueses Daniel ?

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