Teníamos creencias diferentes, éramos algo raros en nuestra forma de pensar, un día teníamos un manantial de poemas, mucha ternura y ganas de seguir en algo que llamamos una relación sentimental, al día siguiente peleábamos por cualquier situación superflua.

Yo sabía que no estaríamos juntos para siempre, él sabía que yo algún momento alzaría el vuelo sin retorno, que mi partida era evidente, que ya estaba escrita. Se esforzaba, si, se esforzaba por aparentar algo, por aparentar mucho, yo, yo nunca supe si lo quería o lo odiaba, eran 3 años que compartíamos conversaciones, reuniones, comíamos mucha pizza y hasta paseábamos como si fuéramos una pareja. Lo celaba, me celaba, peleábamos, otra vez nos reconciliábamos, decía que la vida para él era muy simple, yo pensaba lo mismo, que nos conformábamos con tener 5 dólares en el bolsillo, que éramos felices en lo natural, sin apariencias, sin ataduras, sin papeles firmados, sin títulos ni condecoraciones.

Al final, no fuimos nada.

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