FRANCISCO EL NIÑO GENIO

FRANCISCO EL NIÑO GENIO

VULCANO

29/11/2017

Este libro habla acerca de la valentía de un niño de diez años de edad que a pesar de sus problemas, de la enfermedad de su mamá y sobre todo que sus compañeros de clase lo molestan todos los días, Francisco nunca demostró debilidad y se enfrentó todos los días con valentía y con extrema madurez los problemas diarios.

También el libro acerca del bullying de los problemas que hay en la sociedad y sobre todo habla acerca de un niño que tuvo que dejar a un lado sus cosas para ocuparse de su mamá quien tenía cáncer y de sus hermanitos para que no les falte nada.

Finalmente, éste libro habla acerca de las decisiones de los padres que no son siempre las correctas, pero son para ellos la mejor opción que tienen.

Francisco es un niño de doce años, muy humilde quien vive con su mamá y con sus seis hermanitos en un lugar humilde donde viven ladrones. A pesar de eso, se llevan bien los unos con los otros.

Francisco al igual que su familia, nunca tuvieron problemas con nadie, porque nunca se metían en problemas; muy al contrario, se llevan bien con todos. Todos los días, Francisco y sus hermanitos jugaban con todos ellos, no sólo con niños de su edad hasta menores; sino también con adulos; también les contaban cuentos productos de su imaginación y a ellos les encantaban sus historias imaginarias.

A pesar de tener diez años, Francisco tiene la capacidad y la mentalidad de un niño de catorce por la madurez con la que habla y la misma madurez con la que resuelve siempre sus problemas y no dejaba que nada ni nadie lo ayudase a resolver sus problemas.

Su mamá, Eliana, siempre se ha preocupado de que su hijo tenga la mejor educación que jamás ha soñado. Eliana se ha encargado de darle todo a él, de cuidarlo, de protegerlo, de hacerlo un niño capaz de resolver sus problemas sólo, porque ella siempre ha querido lo mejor para su hijo.

Eliana se ha responsabilizado de la educación de sus hijos; a parte de la educación que ellos recibían tanto en la escuela como el colegio, también la recibían en casa.

Su papá los abandonó a la edad de seis años, debido a que su papá le salió una excelente propuesta de trabajo, que consistía en trabajar en Francia como Jefe de una empresa internacional.

Francisco papá siempre ha querido irse de ese lugar porque vio que nunca iba a salir de ahí ni mucho menos que iba a tener la oportunidad de una mejor vida.

Cada vez que Eliana estaba sola en casa que eso es rara vez porque siempre se encontraba ocupada con todo el trabajo que tiene que hacer: lavar, planchar, cocinar, trabajar vendiendo empanadas los fines de semanas, trabajar como cocinera de lunes a viernes hasta las seis de la tarde, trabajar como cocinera en las noches, etc., en ésas pequeñitas veces, recordaba a Rafael, a su esposo y todas las conversaciones que tenían:

“Amor, deberíamos de irnos de éste lugar, aquí nunca vamos a progresar” decía Francisco a su esposa.

“Pero éste es nuestro hogar y aquí tenemos a nuestros amigos quiénes en su mayoría, son nuestros amigos dela infancia” dijo Eliana.

“Sí amor, pero aquí nunca vamos a realizar nuestros sueños” le decía Francisco a su esposa.

“¿Nuestros sueños o los tuyos?” le preguntó Eliana.

“Nuestros sueños Eliana, porque yo siempre he soñado con darles a todos ustedes lo mejor. Al ver el potencial que tienen tanto Francisco como sus hermanitos quienes son mis hijos, me doy cuenta de que aquí los potenciales de nuestros hijos se van a desperdiciar en vez de estar produciendo; es por eso, que debemos de buscar otro lugar para vivir, pero vivir tranquilos y mejor; sin tener que preocuparnos por nada” dijo Francisco.

“Desde que nos conocimos por primera vez, tú siempre has soñado en grande con grandezas y lujos y no siempre va hacer así, siempre hay que ver la realidad de las cosas; además no quiero y no me parece justo que tus sueños de grandeza, los transmites a nuestros hijos, eso es algo que no te permitiré, porque debemos de criar a nuestros hijos con humildad, llenos de amor hacia el prójimo y hacia uno mismo, viendo siempre el lado positivo de las cosas y nunca rendirse ante la maldad de la gente. Sé que nuestros hijos son capaces de más, pero quiero que nuestros hijos vivan aquí en éste “mundo” como tú siempre dices para que sean humildes, caballeros y amables con los demás” dijo Eliana.

“Querida, todo padre sueña con que sus hijos tengan lo mejor de lo mejor: que cumplan sus sueños, que sean mejores personas y mejores seres humanos, que disfruten y que vivan sus respectivas vidas, pero aquí no; sino en otra parte, lejos de todo esto, de tanta maldad, lejos de éste lugar también porque la gente siempre verá éste lugar como lo peor de lo peor y no verán que aquí hay gente buena y honesta, gente, nuestra gente quienes daríamos la vida los unos a los otros, que aquí a pesar de lo que la gente piense de nuestro vecindario; aquí estamos todos unidos y nos defendemos los unos a los otros, no como en otras partes………………………., y nuestros hijos junto con todos los niños del vecindario de éste lugar son inteligentes, buenos, tiernos, dulces, no son malos y son mejores que todos nosotros juntos y que sus fantasías y sueños, hacen que su mente explore y vaya más allá de lo que cualquier niño o niña ha ido; y por el otro lado, no hay malicia en ninguno de los niños quienes viven aquí. No podemos olvidarnos de que todos nosotros seamos buenos o malos, tenemos buenos sentimientos y nuestros niños; ya sean nuestros propios hijos como los demás niños, tienen corazones de oro, debido a que son buenos, tiernos, dulces, amables, gentiles, tímidos y que saben cuándo pararse ante tantas caídas. Me preocupa la gran minoría de la gente quienes si son malos en su totalidad, que ellos vayan a perjudicar a los niños quienes viven aquí y los conviertan en lo que ellos son; porque he visto como ellos han hecho que muchos niños se conviertan en ellos: ladrones y eso no quiero y yo sé que nadie quiere eso. Es por eso y otros motivos más que quiero no sólo sacar a nuestros hijos de aquí; sino también a ti, porque no quiero que termines como han terminado las otras mujeres. Por favor amor, salgamos de aquí; sé que éste ha sido nuestro lugar por mucho tiempo y es por eso que sé que si nos quedamos, nuestros hijos y todos nosotros, terminaríamos mal aquí; por favor amor, salgamos de aquí. No sé si Francisco te ha hablado acerca del bullying que le están haciendo en la escuela, sus compañeros de clases para ser más exactos y precisos con esto; no sólo le están haciendo bullying, también lo están golpeando y haciendo cosas peores sólo porque vive aquí, en éste vecindario y porque los profesores de Francisco lo tienen a él como niño genio y lo compara con los demás niños, algo que no está bien porque los profesores no pueden decir eso; ni mucho menos usar a nuestro hijo como ejemplo porque todos los niños son diferentes y no pueden esperar los profesores ni el director que todos los niños sean iguales; algo que nunca sucederá y eso está haciendo que todos ésos niños, ataquen más a nuestro hijo, algo que me tiene no sólo molesto; sino también preocupado por cómo están sucediendo todo ahí y cómo los profesores y el director están “manejando las cosas” porque no saben cómo manejar nada. Los niños, al ver el favoritismo que le tienen a Francisco, no sólo le dicen las cosas que te voy a contar; sino también las escriben tanto en los correos electrónicos de Francisco y de todos sus compañeros de clases como en cada paredes del colegio; sino que también se lo dicen cosas como : “Es mejor que ya no vengas al colegio, marginado”, “Mira tú ropa, pareces pordiosero”, “¿Por qué no vas a trabajar como mendigo; en vez de trabajar aquí, rodeado de gente como nosotros, quiénes somos tus superiores”, “Báñate, apestas”; entre otras cosas más”, dijo Rafael.

“¿Eso está ocurriendo? ¿Cómo te enterastes? ¿Por qué nuestro hijo no me dijo nada? ¿Le avisó de esto de lo que está ocurriendo a sus profesores y al director?” preguntó Eliana.

“Sí querida, esto está ocurriendo en la escuela con nuestro hijo. Me contó nuestro hijo un día en que estaba sólo y llorando por los mails que sus compañeros de clases le habían enviado que fueron demasiado ofensivos y humillantes; me contó todo lo que le estaba sucediendo, lo que estaba ocurriendo en la escuela y o cruel que son sus compañeros de clases con él. Me contó también como un día de puro coraje, metieron a nuestro hijo en el retrete, le escondieron su ropa dejándolo desnudo y que no sabía que hacer más que llamarme, cuando lo encontré esa vez, estaba todo mojado, olía a orine y estaba desnudo, llorando sin parar; cogí a nuestro hijo, lo abracé y le puse la ropa que había comprado justo ése día para regalarle; no sin antes bañarlo. Mientras lo estaba bañando, me abrazó tan fuerte que sentí todos sus miedos y nos quedamos ahí abrazados sin decir nada; en casa no le pregunté nada, simplemente me armé de valor y esperar hasta que nuestro hijo decidiese contarme todo lo que le había ocurrido y llegó justo en ése momento de soledad, me contó con lujos de detalles absolutamente todo el infierno por el cual nuestro hijo pasó y estaba pasando por esos momentos; no se calló nada porque ya no podía más y quería contar con alguien y ése alguien soy yo su papá. Cuando terminó de contarme toda la verdad, tanto nuestro hijo como yo estábamos llorando y nos abrazamos y yo sólo pude decirle lo siguiente: hijo mío, yo pasé lo mismo por lo que tú estás pasando por éstos momentos, yo sé que los niños suelen ser crueles hasta llegar a ése punto; pero tú hijo mío, no te rebajes, porque si lo haces, serás como ellos y yo sé que eso no quieres; lo que yo hice en tú lugar fue no decir nada a nadie, me tragué ésta humillación y seguí como si nada hubiese pasado y sí me dolió en el alma lo que mis compañeros de clases me hicieron; pero no iba a dejar que ellos me quitaran mi alegría, mi felicidad, mis logros, mis sueños ni nada de lo que tenía en ése momento. Lo que hice fue seguir estudiando, aguantar todo esto lo más que podía y hacer cómo si nada. Tiempo después, tanto los profesores como el director de aquél entonces, se enteraron de la verdad, pero no fue por mí; sino es que había cámaras por todos lados que lo único que tenían que hacer fue ver por ésas cámaras y preguntar a los alumnos lo que estaba sucediendo. Cuando tenían toda la información acumulada, lo que hicieron fue expulsar a todos ellos y les negaron la matrícula y yo en cambio, continué estudiando, pero no estaba feliz porque nunca quise que las cosas llegasen a ése extremo, fue entonces, cuando decidí hablar con el director para suplicarle que ellos vuelvan a estudiar ahí, me preguntó por qué y yo le dije que ellos al igual que yo, merecen estudiar aquí y no quería que por culpa de las circunstancias, ellos dejasen de estudiar. El director me dijo cuan orgulloso está de mí y permitió que ellos continuasen estudiando y desde aquel momento, las cosas entre mis compañeros de clases y yo cambiaron radicalmente que a partir de ése momento, nos hicimos amigos hasta la actualidad. Le dije a nuestro hijo de que le contaba esto para que siguiese mi ejemplo de que las cosas hay que dejarlas pasar y que ellos no tienen la culpa del mal que estaban haciendo; a lo mejor ellos actúan así porque no les queda de otra y / o por las presiones de su familia que les dicen a cada rato que tienen que ser perfectos y que no tienen que permitir que nada ni nadie se metan en su camino. Finalmente le dije a nuestro hijo de que hay que dejar que las cosas pasen, porque pasan por algún motivo; ya sea para hacernos fuertes y / o para ver y entender el verdadero significado de la palabra amistad, es todo lo que tengo que decirte hijo mío. Sólo ten fe y ármate de valor para aguantar todo esto y pase lo que pase nosotros quienes te queremos, estaremos aquí para ti, OK hijo mío? Sólo recuérdalo y ten siempre presente todo esto” dijo Rafael.

“¿Pero le va a contar tanto a los profesores como al director?” le preguntó Eliana.

“No, no le va a contar a nadie quiere ser como yo; no quiere que nadie se enterase porque no quiere meter en problemas a nadie, mucho menos a sus compañeros de clases. Quiere que me olvide de todo esto y que no le diga nada a nadie, mucho menos a ti; porque no quiere que armes un escándalo y tampoco quiere que te enterases de la verdad debido a que te has visto enferma y es por eso que no quiere que nos metamos; porque no quiere que nada malo le pase a nadie” le dijo Rafael a su esposa Eliana.

“Nuestros hijos y todos los niños del vecindario, tienen corazones de oro y sí, te doy la razón en todo, pero ésta es la única vida que no sólo nuestros hijos sino todos ésos niños conocen y no conocen otra vida fuera de éste vecindario y no quiero irme de aquí ni tampoco te permitiré que te lleves a nuestros hijos, si tú quieres irte de aquí, ve pero nosotros nos quedamos” dijo Eliana.

“OK, no te obligaré ni a nuestros hijos tampoco. A pesar de todo, estoy feliz porque por fin tuve una conversación sincera y honesta con nuestro hijo y estoy feliz de haber sido sincero con nuestro hijo y contarle lo que a mí me pasó. El simple hecho de que me haya escuchado atentamente, me tiene cautivado y feliz y me hizo darme cuenta de que no sólo nuestro hijo; sino también todos los niños son unos ángeles y tienen que estar fuera de tanta maldad y que merecen lo mejor de lo mejor” dijo Rafael.

Eliana, al escuchar esto, se entristeció; pero se calmó al ver que tanto Francisco como Rafael tuvieron la conversación de padre e hijo que Eliana siempre ha querido que existiese; que existiese esa conexión que va hacer fuerte y duradera: la relación de padres e hijos.

“También tengo que decirte de que el día de hoy me llamaron porque al parecer hay una oportunidad de que me asciendan, de que tenga que ir a Francia a trabajar para una empresa internacional pero una de las más importantes que tiene Francia hasta ahora y me dijeron de que me van a pagar cien veces más de lo que gano en mi actual trabajo y que voy a ir con todos los gastos pagados, que me pagan todo: casa, carro, la escuela para nuestros hijos, tus necesidades; en fin, todo lo que necesitáramos, ellos nos pagaban pero quieren que yo vaya a trabajar ya para Francia que me necesitaban allá que no aceptaban un no como respuesta” dijo Rafael.

“¿Y tú que le dijistes?” le preguntó Eliana.

“Que lo iba a pensar, pero lo más importante es que lo tenía que consultar contigo, que no podía tomar una decisión sin hablarlo antes contigo” dijo Rafael.

“Debistes de haber aceptado, esto es lo que has estado esperando toda tú vida: éste trabajo que te sacara de aquí. Ve y no te preocupes que nosotros estaremos bien; y en cuanto a nuestros hijos, no les faltarán nada; así que ve tranquilo y haz tú trabajo allá en Francia, que nosotros nos podemos defender solos y como sea vamos a salir adelante, no te necesitamos aquí todo el tiempo. Ésta es tú oportunidad de salir de aquí, ve y acepta éste trabajo pero nosotros no iremos; no quiero que nuestros hijos se vuelvan materialistas, lo que quiero es lo que todo padre y madre quiere y espera de sus hijos: que sean humildes, que muestren respeto hacia ellos mismos y hacia los demás y que no sean rencorosos con nadie. Ve tranquilo que yo ni nuestros hijos ni nadie te va a retener” dijo Eliana.

“Pero quiero que ustedes vengan, que estén a mi lado compartiendo todo conmigo y yo con ustedes” dijo Rafael.

“Sabes de que no iremos y no quiero pelear; sé que esto es importante para ti; así que, ve y ve tranquilo” dijo Eliana.

Como vieron que la conversación no iba para ningún lado, decidieron dar por terminada la conversación y cambiaron de tema; ya no volvieron hablar del tema hasta que llegue el momento de hacerlo.

También todos ellos se aseguraron que desde muy pequeños, apreciasen las cosas de la vida y lo hicieron por medio de las canciones para que pudiesen aprender de donde viene cada cosa y qué es lo que producía cada animal y lo hicieron con éstas dos canciones que le recordaron su infancia:

La vaca Lola
La vaca Lola
Tiene cabeza y tiene cola

La vaca Lola
La vaca Lola
Tiene cabeza y tiene cola
Y hace muuu

La vaca Lola
La vaca Lola
Tiene cabeza y tiene cola

La vaca Lola
La vaca Lola
Tiene cabeza y tiene cola
Y hace muuu

La vaca Lola
La vaca Lola
Tiene cabeza y tiene cola

La vaca Lola
La vaca Lola
Tiene cabeza…

Tengo una vaca lechera,
no es una vaca cualquiera,
me da leche condensada,
para toda la semana,
Tolón, tolón, tolón , tolón.

Un cencerro le he comprado,
Y a mi vaca le ha gustado,
Se pasea por el prado,
Mata moscas con el rabo
Tolón, tolón Tolón, tolón

Tengo una vaca lechera,
no es una vaca cualquiera,
me da leche merengada,
ay! que vaca tan salada,
Tolón, tolón, tolón , tolón.

Tengo una vaca lechera,
no es una vaca cualquiera,
me hace torta de cereza,
ay! que vaca tan traviesa,
Tolón, tolón, tolón , tolón.

Y por medio de sus canciones, les enseñaron las canciones de los planetas para que no les dificultasen al momento de dar una lección en el que tengan que nombrar los planetas; sólo tenían que recordar las dos canciones y podían resolver la lección cuando ésta se presentase y al mismo tiempo, les enseñaban donde están ubicando los planetas y las canciones que les enseñaban son:

Si no lo sabes (Si no lo sabes)

Te voy a explicar (Te voy a explicar) Y si lo sabes (Y si lo sabes)

Vamos a recordar Si no lo sabes (Si no lo sabes) Te voy a enseñar

(Te voy a enseñar) Y si lo sabes (Y si lo sabes)

Vamos a recordar Mercurio,

Venus y la Tierra (Marte, Júpiter, Saturno)

Urano, Neptuno y Plutón Mercurio,

Venus y la Tierra (Marte, Júpiter, Saturno)

Urano, Neptuno y Plutón

Cuando hablamos de nuestro Sistema Solar

Nos referimos al Rey Sol

rodeado de nueve planetas

Cuando hablamos de nuestro Sistema Solar

Nos referimos al Rey Sol rodeado de nueve planetas

Si no lo sabes (Si no lo sabes)

Te voy a enseñar (Te voy a enseñar)

Y si lo sabes (Y si lo sabes)

Vamos a recordar Si no lo sabes (Si no lo sabes)

Te voy a enseñar (Te voy a enseñar

) Y si lo sabes (Y si lo sabes)

Vamos a recordar

Mercurio, Venus y la Tierra (Marte, Júpiter, Saturno)

Urano, Neptuno y Plutón Mercurio,

Venus y la Tierra (Marte, Júpiter, Saturno)

Urano, Neptuno y Plutón

Y también sus abuelitos, les cantaban ésta canción a los niños para que se acordaran de los planetas y no tuviesen problemas al momento de dar lección tanto oral como escrita:

Nueve globos giran bajo el sol
mas el tercero según subes vivo yo
nueve nombres tienes que aprender
pues el sistema planetario hay que saber.

Y si te es difícil entender esta lección
canta con nosotros esta mágica canciooooon.

Nuestro planeta es la Tierra
y los demás se llaman:

Mercurio, Venus, Júpiter y Marte
Saturno, Urano, Neptuno y Pluton (Bis)
ton ton ton
Pluton, ton, ton, ton (Bis)

Venus tiene alma de mujer
Saturno tiene anillo uno, dos y tres
Mercurio vive muy cerca del Sol
Neptuno juega al baloncesto con Pluton.

Todas esas canciones, les funcionaron para resolver las lecciones que tenían que rendir en la escuela y sus profesores siempre le decían cuan orgullosos estaban de ellos al igual que el director.

Cuando llegaron al vecindario, tanto Francisco como sus hermanitos les agradecieron a sus papás, a sus vecinos y a sus abuelitos por haberles enseñado ésas canciones porque gracias a ésas canciones, sacaron la mejor nota.

Pero un día llegó la noticia que todos tanto temían: la oportunidad de que Rafael trabajase fuera del país.

“Bueno querida, llegó el momento de tomar la decisión final y ver qué es lo mejor para nuestros hijos” dijo Rafael.

“Ya te dije semanas atrás mi decisión: ve tú que nuestros hijos y yo no nos iremos, aquí tenemos nuestras vidas, amigos, trabajo, escuela, todo y te prometo que a nuestros hijos no les faltarán nada; si no te vas, te vas arrepentir toda tú vida de no haber aceptado ésta oferta y no quiero que nos eches en cara la decisión de no quedarte y no quiero que seamos una carga para tí; así que ve tranquilo, trabaja y disfruta de ésta maravillosa oportunidad que te ha salido. Te escribiremos y trataremos de estar en contacto, aunque no se todavía cómo; no quiero que te vayas preocupado, pensando en nosotros y lo que estaremos haciendo; disfruta la vida y tú trabajo” dijo Eliana.

“OK querida, iré pero no me pidas que no esté preocupado porque es algo que no te puedo prometer” dijo Rafael.

“OK querido” dijo Eliana.

El día en que ya tenía que irse Rafael, fue emotivo porque todos estuvieron ahí, incluyendo su esposa e hijos. No pararon de llorar y cada vez se le hacía más difícil a Rafael irse.

“Recuerda hijo mío lo que hablamos, no hagas caso a tus compañeros y vive tú vida al máximo” le dijo Rafael a Francisco.

“OK papi, lo tendré en cuenta” dijo Francisco.

“Te amo hijo y no sólo a ti; sino también a tus hermanitos mis hijos” dijo Rafael.

“Y nosotros a ustedes” dijo Rafael.

“Papi no te vayas, nos portaremos bien” le dijeron sus otros hijos a Rafael.

“Papi tiene que ir para Francia para ser un mejor profesional, pero nos mantendremos en contacto” le dijo Eliana a sus hijos.

Al igual que a Rafael, a sus hijos se les hacía difícil dejar que su papá se vaya, no paraban de llorar y lo abrazaron tan fuerte que les fue difícil a todos, poder desprenderlos de su padre. Rafael se fue, llorando sin parar y lamentándose el tener que irse.

Los días pasaron y les fue cada vez más difícil acostumbrarse a la idea de que Rafael ya no estaba ahí y quien sabe cuándo lo volverían a verlo.

A pesar de eso, ni a Francisco ni a sus hermanitos les ha importado tanto la ausencia del padre aunque si les dolían cada vez que veían el puesto de su papá vacío; no les dolía tanto porque su mamá Eliana, ha cumplido a la perfección el rol de mamá y de papá. Por el otro lado, contaban con sus vecinos quienes siempre estuvieron pendientes de Francisco y de sus hermanitos; muy en especial, Rafael, el padrino de Francisco quien ha llenado el vacío que Francisco el papá de Francisco y de sus otros hijos ha dejado.

Eliana se sentía feliz y orgullosa al ver a sus hijos como crecían y que no había nada de maldad en ellos y que se destacaban tanto en la escuela como en el colegio y que no sabía como, pero ellos siempre sacaban tiempo para estar con sus amigos y jugar con ellos, compartiendo alegrías, travesuras, sueños, juegos, emociones y todo y no dejaron que las cosas malas estuviesen con ellos y tenían tiempo de que no hablaban de Rafael. Con el tiempo, Rafael se había convertido tanto para Eliana como para sus hijos y para todo el vecindario en un excelente recuerdo, sólo eso.

Eliana ha sido para Francisco y para sus hermanitos padre y madre; es por eso que siempre ha trabajado duro para sacar a sus hijos adelante. También, los ha ayudado a resolver acertijos, rompecabezas y a resolver problemas matemáticos a tan temprana edad.

Debido a eso y a que Francisco y sus hermanitos han estado siempre rodeados de adultos y conversando con ellos, en vez con niños de su edad, él ha sobresalido en todo y cuando alguien habla con él, pareciese que estuviesen hablando con un adulto en vez de un niño.

Los años pasaron y Francisco es un niño ejemplar tanto en el colegio como en casa, siempre le ha gustado ayudar a los demás y dar lo mejor de sí mismo cada día, al igual que sus hermanitos.

En el colegio, Francisco siempre sacaba excelentes notas y resolvía ejercicios muy complejos de Matemática. En todas las materias, Francisco siempre sobresalía de los demás, debido a su capacidad de resolver, analizar las cosas. Siempre sus profesores le decían cuan orgullosos están de él, al igual que el Director. Lo mismo pasaba con sus hermanitos en la escuela.

En el vecindario donde vive Francisco con su familia, ellos eran respetados ahí, debido a que ellos siempre se preocupaban de sus vecinos y siempre han tenido buenas relaciones con todos los vecinos y que no hacían a un lado a nadie sin importar que la gran mayoría de ellos eran ladrones o asesinos, siempre estaban para sus vecinos.

Sus hermanitos tampoco se quedaban atrás, porque también sacaban las mejores notas y siempre daban las respuestas antes que sus propios compañeros de clases y que sus profesores; debido a que prácticamente toda su vida, han estado rodeados de adultos, escuchando las conversaciones que tenían y escuchando como se expresaban para no equivocarse al momento de hablar con otras personas.

Francisco junto con sus hermanitos en sus tiempos libres, jugaban con sus amigos y de vez en cuando, dormían en la casa de cualquiera de ellos.

Cuando su mamá supo por los doctores que tiene cáncer, Francisco se encargó de sus hermanitos, preparaba la comida no sólo para sus hermanitos sino también para su mamá, los baña, los ayuda a vestirse y reza con ellos.

Francisco les ha pedido no sólo a sus hermanitos; sino a todo el vecindario que no le dijera nada a su papá porque:

  • Su papá está en Francia y no iba a dejar su trabajo para estar ahí con su mamá (eso pensaba Francisco).
  • Sabía que su papá ha hecho su vida allá en Francia: se divorció de su mamá para luego casarse con otra, tiene hijos con ésa mujer y es feliz.
  • Porque pensaba que su papá dejó de importar lo que les pasaba a ellos.
  • Porque Francisco ya no quería ver a su papá, al igual que sus hermanitos.

Sus vecinos accedieron y sus hermanitos, siempre estaban de acuerdo con las decisiones de Francisco, no sólo estaban de acuerdo; sino que lo apoyaban a Francisco en todo.

Francisco nunca pone mala cara ante nada ni mucho menos cuando las cosas están duras, siempre sonríe ante todo y siempre tiene tiempo para sus hermanitos y para su mamá también.

En la puerta de la refrigeradora, Francisco ha hecho una lista de lo que tiene que hacer comenzando el día:

  • Preparar el desayuno.
  • Levantar a mis hermanitos.
  • Ayudarlos a vestirse.
  • Cerciorarse de que desayunen.
  • Lavar los platos.
  • Cepillarles el cabello.
  • Lavarles los dientes.
  • Preparar el lunch para mis hermanitos.
  • Preparar el desayuno para su mamá.
  • Ayudarla a bañarse.
  • Llevar a mis hermanitos a la escuela.
  • Ir al colegio.
  • Por la tarde, llevar a los perros a pasear.
  • Repartir los periódicos.
  • Recoger a mis hermanitos.
  • Ver cómo sigue mi mamá.
  • Preparar el almuerzo.
  • Cerciorarse que almuercen.
  • Lavar los platos.
  • Lavarles los dientes.
  • Ayudarlos con los deberes.
  • Revisar las agendas de mis hermanitos.
  • Preparar la cena.
  • Hacer que se pongan la pijama.
  • Podar el césped de mis vecinos.
  • Lavar los platos.

Francisco también llevaba a sus hermanitos a la Iglesia todos los Domingos para que escuchasen la misa y que pidiesen por su mamá y por un milagro para que su mamá se recuperase y también pedir por todo lo maravilloso, por todas las cosas y por todas las bendiciones que Dios les ha dado.

Esa rutina, la estaba haciendo Francisco todos los días, desde que su mamá se enfermó y como ha estado ocupado haciendo todo esto, no tenía tiempo para él ni para arreglar ni planchar sus uniformes.

Cada vez que Rafael llamaba para ver cómo estaba Eliana y sus hijos, todos les decían que estaban bien; aunque no fuese cierto y les dijo también que ya no vuelva a llamar, que se dedique a su vida de casado con sus nuevos hijos y que se olvide de llamar porque ya no iban a contestar sus llamadas.

Las cosas en el colegio no iba nada bien para Francisco; porque en la escuela, sus compañeros empezaron a molestarlo debido a que su ropa no estaba ni limpia ni estaba planchada, tenía ojeras, se dormía en clase y sobre todo, estaba flaco. Por esos motivos, sus compañeros de clase, lo estaban molestando y también comenzaron hacerle bullying.

Al principio, Francisco, aguantaba porque pensaba que si no hacía o decía nada al respecto, sus compañeros dejarían de molestarlo; pero no fue así, todos los días, sus compañeros de clase, lo molestaban más y más y el bullying que le estaban haciendo a Francisco, se hacía más fuerte, a tal punto en que Francisco se encerraba en el baño a llorar y se quedaba ahí hasta que sus compañeros de clase se iban para poder salir, pero Francisco nunca decía nada a sus profesores ni al director. Pero tanto sus profesores como el Director sabían que estaban molestando a Francisco y también sabían acerca del bullying.

Las cosas en el colegio estaban empeorando cuando estaba avanzando los días, hasta que llegó a un punto en que empezaron a golpear a Francisco. Francisco siempre iba a casa todo golpeado y sus vecinos veían que Francisco estaba tan golpeado que sus hermanitos, tenían que ayudarlo a caminar.

Sus vecinos se preocuparon al ver a Francisco así, que fueron a su casa para sanar sus heridas y para ayudarlo en la casa en todo lo que ellos necesitasen sin importar cuan fácil o difícil era conseguirlo.

Al ver las heridas de Francisco, sus vecinos se enojaron porque él nunca se metía con nadie, ni mucho menos lastimaba o humillaba a alguien.

Entonces, uno de los vecinos preguntó: “Francisco, ¿qué ocurrió? ¿Quién te hizo esto? ¿Por qué te atacaron de ésta manera?

Francisco respondió: “No lo sé, sólo que empezaron a molestarme semanas atrás, pero se hizo fuerte cuando me hicieron bullying y se hizo cada vez más fuerte los ataques de mis compañeros hacia mí cuando vieron que estaba flaco y que no decía nada a nadie, pero no sé porque empezaron a molestarme ni a atacarme de esta manera; pero no dije nada a nadie porque me acordé lo que mi papá me contó una vez: de que él pasó por lo mismo que yo estoy pasando y que él no hizo nada ni dijo nada porque sabía de que tarde o temprano, ellos pararían con todo esto y confió en que así sería”

“Tú papá es un hombre sabio y si, sigue su consejo: no dejes de que nadie te vez lastimado y ten fe en que las cosas cambiarán” le dijo su padrino.

“así lo haré padrino, pero no me quedaré en cama porque tengo a mi mamá enferma y a mis hermanitos quienes necesitan de mí y que siempre necesitarán de mí; sin importar si han crecido o no” dijo Francisco a sus amigos.

“Francisco, tranquilo porque yo voy a estar al mando y también cuentan con nosotros sus vecinos para todos; además, Francisco aún eres un niño quien necesita protección, amor, cariño, ternura y quien se preocupe por ti” le dijo su padrino.

“Pero es mucho pedir padrino, ya que todos ustedes tienen vida y tanto mi mamá como mis hermanitos y yo no queremos que ustedes descuiden sus vidas por nosotros. No se preocupen de que estaremos bien; además, ya veremos cómo salir adelante” dijo Francisco.

“No Francisco nada de eso, tú tienes heridas que necesitan ser sanadas y nosotros siempre nos hemos protegido y defendido; así que no los abandonaremos” le dijo su padrino.

“OK padrino y gracias por todo” dijo Francisco.

“No tienes porque agradecer porque lo haremos con todo amor y placer porque ustedes son también nuestra familia” dijo uno de los vecinos.

“De todas maneras gracias porque en éstos momentos es cuando uno necesita quien los cuide y mucho más nosotros ya que desde que se fue mi papá, nunca supimos más de él” dijo Francisco.

“Tu papá ha de estar ocupado pero cuando tenga tiempo, llamará de eso estoy segura” dijo una de sus vecinas a Francisco.

Todos se callaron porque vieron que Francisco estaba llorando y al ver lo frágil que estaba, decidieron parar ésta conversación y cambiar de tema por algo más agradable. Estuvieron conversando de los sueños que tienen cada uno y de sus aspiraciones en la vida.

Entonces el padrino de Francisco dijo: “Esto tiene que parar ya, mañana mismo voy al colegio, pero primero dejaré a tus hermanitos a la escuela y después voy al colegio para hablar con tus profesores y con el director del colegio sobre esto. Sé que no te gusta Francisco que alguien te ayude, pero lo que te hicieron es demasiado, tus compañeros fueron demasiado lejos con este ataque. Sin importar cuan molesto estés, mañana voy y tú te quedas aquí en casa descansando hasta que te recuperes”.

Y así ocurrió. El padrino de Francisco, se quedó en casa ayudando no sólo a Francisco ni a su mamá en todo sino también a sus hermanitos, él asumió el rol del hombre de la casa.

Desde que le ocurrió eso a Francisco, todos sus vecinos, estuvieron ahí para ellos, no es que lo estuviesen antes; pero ahora lo están más porque todos son unidos y lo que le pasaba a alguien, les pasaban a todos (ése es el lema que ellos tenían); siempre juntos sin importar que.

A la mañana siguiente, el padrino de Francisco, hizo exactamente lo que estaba en la lista y también lo que le dijo a Francisco. Apenas dejó a los pequeñitos a la escuela, el padrino de Francisco, fue al colegio para hablar no sólo con los profesores de Francisco, sino también con el director sobre lo que estaba ocurriendo y todo lo que Francisco estaba pasando por ése momento.

Antes de que el padrino de Francisco se fuese, tanto los profesores como el director del colegio le dijeron al padrino de Francisco que ellos van hablar con los compañeros al respecto y que van a poner las sanciones respectivas a cada uno de ellos.

En la formación, el director habló acerca de lo que estaba ocurriendo con Francisco y todo lo que Francisco estaba atravesando en estos momentos. Luego, el director, llamó uno a uno a la dirección y les puso la sanción de acuerdo a la participación que tuvieron cada uno de ellos en los ataques cometidos en contra de Francisco.

Cuando Francisco fue al colegio después de dos semanas de ausencia con la aprobación del director, sus compañeros hablaron con Francisco, le pidieron perdón por la forma como actuaron en contra de él, que no sabían por lo que Francisco estaba atravesando y le dijeron que cualquier cosa que él necesitase, sólo tenía que pedírselos.

Francisco les dijo a sus compañeros que no tenía nada que perdonar, que estaba consiente que ellos no sabían nada de lo que él estaba travesando y que él no era quien para estar diciendo a sus profesores ni al director lo que estaba pasando y finalmente les dijo que pase lo que pase, él los quería a todos por igual y no quería tener enemigos en el colegio sino amigos.

Desde aquel momento, las cosas para Francisco cambiaron para mejor en el colegio, se llevó súper bien con sus compañeros, hasta empezó a jugar con ellos, también se ayudaban mutuamente en todo.

Rafael al escuchar tantas negativas por parte del vecindario hacia él, decidió ir para su antiguo vecindario. Al llegar, se enteró de la verdad e hizo hasta lo imposible para arreglar las cosas no sólo con todo el vecindario; sino también con su esposa e hijos.

Rafael les contó la verdad de que nunca se casó ni que había pedido ni firmado los papeles del divorcio que aquello fue una mentira de una mujer despechada y que siempre pensaba en Eliana y en sus hijos y que a partir de ése momento, dejaba el trabajo y volvía a vivir allí con su esposa e hijos y rodeados de sus vecinos y de la gente quien lo quiere y respeta por lo que él es.

Todos estuvieron pendientes de Rafael, Eliana y de sus hijos, que no les faltaran nada y siempre los vecinos iban a la casa de ellos para ver como estaba Eliana y para hacerles compañía a todos ellos.

En todo momento, Rafael siempre estuvo ahí para su esposa Eliana: la ayudó a bañarse, a cambiarse de ropa, la llevó todas las veces que podía al hospital, nunca la dejó sola y por lo general no dormía porque estaba siempre pendiente de las necesidades de su esposa y lo que necesitaban sus hijos.

Fue al colegio de Francisco para decir tanto al director como a los profesores que él es el papá de Francisco y de sus hermanitos y que de ahora en adelante, él es el tutor legal de ellos, debido a que su esposa está enferma; lo hizo también en la escuela de sus otros hijos.

En cuanto a su mamá no se podía decir lo mismo. Después de meses de batalla en contra el cáncer, su mamá murió. Tanto el velorio como el entierro de su mamá, estuvieron tanto sus vecinos como sus compañeros de clases. Fue un motivo emotivo para Francisco porque todas las personas que significan todo para él y para su familia, estuvieron ahí.

Tanto su papá Rafael como su padrino quien también se llama Rafael, estuvieron ahí para Francisco y para sus hermanitos y Rafael buscó trabajo dentro del país porque no quería irse, dejando a sus hijos solos otra vez.

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