Por: Florecita Rockera



Te miras al espejo y encuentras un rostro que ya conoces pero que antes no reconocías, identificas tus facciones y te miras fijamente a los ojos; te pierdes en ese amarillo casi verde que te transporta a sentir lo que ellos guardan. Te das cuenta que aunque no quisieras del todo sentirte así, estás orgullosa de ti misma, respiras tranquila cuando estás calma, porque sabes que aunque es duro aceptarlo todo y seguir adelante, lo vas a lograr, porque sabes muy bien que aunque ahora mismo no te explicas el por qué, más adelante lo entenderás y te reirás -aun cuando es frase de cajón-

La realidad es, que ahora mismo, estás a la deriva, sin un trabajo y con diez pesos en el bolsillo, que te decepcionaron y que sientes un sin sabor con la vida, pero también es real, que eres una mujer soñadora y con todo para lograr grandes cosas; así la gente no te crea, no te apoye o no lo vea…

También sabes que eres una mujer única, de esas que ya no existen, sabes que tomaste la mejor decisión al decir adiós, porque sabes muy bien que una mujer como tú, no necesita de un hombre como él, una mujer como tú nunca querrá a un hombre que se conforma y que se aferra a la mera costumbre por miedo a enfrentarse a un reto; un hombre que abandona las cosas verdaderamente importantes por las sin sentido, sabes muy bien que quieres a alguien que mire hacia adelante; que mire tan lejos como tú o un poco más, que quiera tener sus sueños y que sueñe contigo… que te enriquezca con cada experiencia.


Sabes que no sabes cómo carajos vas lograr sacar tus proyectos adelante, pero tienes claro que eres terca y que por lo menos lo intentarás hasta que puedas sentirte feliz por haberlo logrado.

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