Que hacer con tanto tiempo preso

Sabía que no era igual, me dolió haber apuñalado al cerdo, yo no era igual, era vulnerable al sufrimiento de los demás, si mi hábito sobre los habitados nunca trajeron sangre, recuerden que el sigilo era mi único compañero y las estrellas eran mis complices al retirarse para oscurecer aún más la noche. La única vez que me pillaron como les conté, lejos de pensar en disparar esa arma quería matarme, por tal cobarde acto, una niña y una mujer atemorizadas por un maldito sociopata. La madre de la niña noto mi miedo y mi desnutrición evidente por largos años de hambruna, ofreció que me fuera, no si antes darme pan que si parecía apetitoso, no como el de ese condenado Matías, difícil de creer, pero lo que aquí escucharás, te acercara la fantasía a la realidad a solo centímetros, yo sabía que no era igual, no solo por la vulnerabilidad del sufrimiento ajeno, sino que también por mi cabeza que trabaja rápido, la estrategia usada no solo me saco del suelo, sino que también me dejó en el grupo de los que la llevan (los jefes), éramos ocho, hasta aquí siete y medio, el cerdo seguía muy mal herido, y los gendarmes son malditos, ni siquiera un poco de alcohol le dieron, se curaba con orina, se creía en cana (en la cárcel) que la orina sanaba, orina y agua. Gracias adiós ya no comía en la mesa el cerdo ese, otro punto a favor para mí estrategia, otro punto era que tenía cuatro personas y medias a mi disposición, no era de humillar pero había que hacer algo con tanto tiempo preso. el maxi y el travieso mis más grandes amigos de toda la vida, y el jefe el pachuco, el también era distinto, muy inteligente y observador, con expresiones corporales podría saber qué piensa el otro, era el jefe, para mí un gran maestro y amigo, sabía un montonazo de la vida, él decía, el tiempo jamás se pierde, por qué es parte de la fórmula del universo tiempo + vida dan como resultado experiencia, y la experiencia es la hermana primitiva de la educación, entendí eso de inmediato, solo pule a esa hermana y tendrás una mente pensante, cuestionadora, observadora una mente digna de morir en paz, era sabio el viejo pachuco. El travieso era mi favorito algún día le contaré su vida y nuestras aventuras juveniles más que en el mundo del AMPA, en la vida misma como personas felices sin tanto rencor. Le pregunte al travieso, bueno y que se hace aquí, el travieso me tomo el hombro y  me llevo al medio del patio, a caminar de un lado para otro sin parar, derrepente como que apresuraba el paso y luego lo disminuía, observa, no mires me dijo pachuco alguna vez, a mi alrededor todos hacían lo mismo de a dos o solos, unos parecian que corrían, no debía distraerme el travieso me daba clases intencidas de cómo sobrevivir dentro, y una pequeña reseña de que hacer y que no, travieso era muy divertido, para todo tenía un ejemplo. 

-Ya cuídate del barretin (forma de desenvolverse dentro de la prisión, entre los barrotes) eres bueno te vi como manejaste al cerdo, eso es bueno no pares de hacerlo, las palabras son útiles aquí, otra cosa siempre debes estar en la mesa para el mate, es una rutina sagrada para el pachuco y todos los viejos choros (ladrón), aparte hay se aprende arto y siempre se gana dinero, aquí es necesario, tendrás que comprarte cosas aqui, la limpieza es viveza (higiene, igual a dignidad), tu ingreso será como vivo (personaje de la calle con gran respeto), para empezar tienes visistas-.

-Yo me dije entre mi tremenda visita que tengo, no se lo quise decir a él, sería feo alardear de mi compañera-. 

-El me dijo tendrás que pedirle que pase droga, tienes que hacer el cumpleaños ( cóctel de drogas que se comparte con compañeros de celda) eso te pondrá unos escalafones mas arriba por el momento-.

Pachuco no es de pelear, es  de la vieja escuela va contra los gendarmes, los opresores los llamaba, pachuco era un tipo muy politizado, y como no si el año 73 se llevó a su señora, el golpe de estado es un tema casi taboo en la celda. 

Mi compañera no tuvo problemas en eso, sabía que era para mi comodidad, fue facial con un gendarme de nuestro lado,  o más bien sinicamente de nuestro lado, por cincuenta mil lo hizo, en casa deje mucho dinero, mi compañera solo compraba, todo salió a la perfección y ahora que me dije; Escribiré, eso haré, lo había intentado antes, con gran asombro para mis profesores yo era bueno, mucho para un chico de mi edad. Escribí cursilería que pachuco al enterarse que yo escribía, quizo saber de eso, como todo un líder espero que estuviéramos solos, para decirme que eso solo me mataría aquí adentro. 

Mierda que aburrido, que hacer con tanto tiempo preso, un día richard, de la celda de enfrente, entró una cinta con musica, rap le decían, los panteras negras así se llamaba el grupo, chilenos de población, la Huamachuco, así se llamaba su barrio, barrio caliente, carente de gobierno triste y con hambre, sus letras eran letales, crítica social contenía, a pachuco le encantaba, yo puedo escribir eso dije, ya tenía una puta ocupación para entretenerme durante mucho tiempo, siempre ame escribir lo que fuera, ahora podía escribir sobre la vida en las poblaciones, no saber yo de eso, si nacido y criado soy en población brava caliente, no cantaría por qué soy pésimo en eso, pero que creen, el maxi y  el travieso tenían muy buen ritmo, o al menos eso creíamos, travieso estaba muy contento, si con el mismo gendarme nos conseguimos una radio para grabar lo que hacíamos, pachuco veía un solución en mi, era muy astuto ese pachuco, me enseñó a jugar brisca (juego de naipes con carta española) mientras lo hacia  me presentaba un problema económico que teníamos en la celda, ya los cigarros faltaban, y otras cosas también, a el lo visitaba su unica hija, lanza internacional muy bien entrenada por el, ella ya se iba a dar una vuelta a Europa como solía hacerlo, al terminar el juego gane.

-Le dije que era muy fácil solo había que contar las cartas, que astuto ese pachuco.

-Me dijo por eso te lo enseñe, hay partidas de juego entre los diferentes módulos y las apuestas llegan hasta gendarmería, mucha plata corre-. 

Entendí su plan, necesitábamos señuelos y una obra de teatro, y a mi que me sale también cambiar de papel, «Ese que no soy pero me sale tambien», decía la historia, teniamos un plan y chicos listos, eran los noventa en mi país todos eran mucho mas ingenuos, sobre todo gente sin educación, que hace por hogar la cárcel, ganamos mucho más dinero que el que pensábamos, pudimos dar con el acceso frecuente a la droga, pachuco tenía su visión sobre eso, no siempre lo escuche, era tan aburrido todo tan monotono que ahora se me habían echó habito las drogas. Malditos traficantes decía pachuco, en su escuela de la calle, existían dos tipos de delincuentes, los peores, el violador y el narco, son los que más daño hacen, esos deverian ir perpetuos o a la silla eléctrica, que razón tenia ese pachuco después lo entendí.

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