La cuarentena era algo que solamente podría explicar pocas personas, y hoy todo el mundo habla de ello literalmente todos, Y sé que durante todo este tiempo todos tienen una forma distinta de contarla, algunos los tomó en su mejor momento a otros en el peor, y a otros les sirvió para reinventarse; Y es que basta con estar aburrido y necesitados Para querer hacer algo distinto ¿pero qué? salir de casa basta para muchos en tiempos de encierro ahí es cuando confirmamos que la casa por cárcel también es un castigo, y a falta de un delito queremos salir corriendo a sentirnos libres, pero sin que un policía nos corte las alas con su presencia, el susto es tal que retrocedemos a nuestra prisión diciendo que me devolví pensando en mi salud ja, ja, ja ; dice mamá el miedo es cobarde.

la misma cobardía que no me dejaba viajar porque mis razones no tenía peso o fundamento como para no hacerme acreedor a una multa por querer salir de viaje y es que mi viaje no era a la vuelta de la esquina ni a otro barrio, era ir de Medellín a Bogotá eso era mucho camino por recorrer en tiempos de pandemia y como mínimo un par de comparendos por violar la cuarentena decretada por el gobierno, era eso lo que detenía mi decisión de salir corriendo a ver a mi familia, hijos, mamá, hermanos, sobrinos, puedes tenerlo todo pero siempre tendrás el anhelo de ver a los tuyos, otros dirán que es poco por quien arriesgar tu suerte, pero para mí significa lo mejor de existencia y es así que tomo la decisión de irme caminando hasta Bogotá, más de 400 km eso serian como 6 días caminando y a parte de la caminada tendría que llevar mis cosas; no las dejaría después me harían falta y ni idea de cómo llevar tanto peso y que este no sea la excusa para no poder salir de este encierro; que está sacando mi peor versión del hombre alegre que pensaban que era, ya no soporto tanto encierro.

Ideas pasan por mi cabeza, en una sola semana visité dos veces la terminal buscando la forma de comprar un tiquete, pero siempre que llegaba a la puerta de la terminal me recibía el todo poderoso, el dador de sabiduría y conocimiento; el señor vigilante quien lleno de sabiduría me respondía, la información que busca la encuentra en la internet por favor si no tiene más preguntas retírese, y así frustrado de vuelta a mi encierro a mandar solicitudes que no tenían respuesta por parte de las empresas de trasporte, que no veían ningún argumento valedero como para viajar en uno de sus buses que salían a Bogotá.

Solo salía un bus diario de Medellín Bogotá y Bogotá Medellín llevando a quienes tenían un permiso emitido por la alcaldía a quienes cumplían con las exenciones de la cuarentena, mi estadía era buena pero encerado y eso era lo que me estaba aburriendo.

Al no ver ninguna solución quise hacer la de los venezolanos, es decir. Maleta de rueditas y alar hasta mi destino. Mejor una bici monto dodo y en las bajadas descanso montado en ella, lo que no me acordaba era que son más las subidas que las bajadas, visite el bajo mundo donde todo es más barato en busca de una bici, la que me gusto me la ganaron de mano plata en mano mata intención, y las otras a todas les faltaba algo y no estaba para estar comprando repuestos, me iba a ir con o sin bici y no me importaba como, seguí dando vueltas y alguien tenía dos bicis le pregunte que si las vendían, que ya la tenía negociada y la otra era de él, si le daba lo que pedía la negociaba, pidió mucho le dije que me hiciera una rebaja y ya fue más asequible, pero no podía sacar la plata en ese momento no era buena idea, di una vuelta diciendo que no me alcanzaba que si conseguía lo que me faltaba volvería, solo tenía que cambiar el billete y volver con la plata exacta para agilizar la compra y poderme ir sin el temor de ser robado.

Entre en una panadería compre para cambiar y llevar lo que me pedían por la bici, estaba en buen estado hasta se veía nueva las llantas eran de pista eso ayudaría, llegue con la plata y al verme pregunto que si la iba a llevar le respondí que de una vez, la tenía con seguro al soltarla me comentaba que era muy veloz y suave para manejar, aquí es cuando uno desconfía del vendedor y más si es paisa, son capases de vender el aire que respiras, la monte y una vueltica en el mismo sitio sin alejarme, además no había desconfianza quien se atreva a robar en territorio ajeno muy ajeno no la cuenta, me sentí cómodo en ella le entregue la pata y buscando el camino más cerca de casa me aleje lo más rápido que pude de ese sitio que de por si es muy peligroso, menos mal la cara me ayuda a confundir al enemigo, alguien se me había a cercado preguntando que si vendía vicio, lo extraño no era que tuviera cara de jibaro; si no que pensaran que estaba vendiendo sin permiso de los dueños de la plaza, eso sí era peligroso, y ahí mi afán de salir de ese sitio a la velocidad del viento huracanado.

Al llegar a casa todo era cuestión de ver como acomodar todo lo que tenía por llevar conmigo, como pude me las ingenie para llevar todo, el viaje empezaría a las cuatro de la mañana, 12 de la noche conciliar el sueño me era imposible, solo pensar en lo lejos que estaba mi destino me desvelaba, y así me dio las tres empecé a organizar mi salida sin hacer ruido vivía en un tercer piso, cualquier sonido se escuchaba más fuerte a esa hora todo se escucha y mi torpeza no me ayudaba de amucho, con decirlas que el vecino del segundo salió a ver quién estaba en las escalera a esa hora al verme me saludo, que más vecino para donde tan temprano, para Bogotá con una sonrisa se volvió a su apartamento pensó que le estaba bromeando, serré las puerta monte en la bici y dando pedalazos rápido me marché, a media cuadra la primer loma, esta sería la subida más larga, duraría 7 horas.

La primera hora seria para salir de los barrios buenos aires y la milagrosa que estaban antes de llegar a la variante donde tomaría el atajo del túnel de oriente y así ahorrar camino, pero bastaron cuatro cuadras para querer rendirme, en tan solo 15 minutos ya estaba juagado en sudor me dolían las piernas y solo pensaba como pedir que me abrieran la puerta para volver a donde vivía, había dejado las llaves en la cocina para que las encontraran más fácil; eso significaba tener que llamar al dueño de la casa para que me abriera la puerta de abajo, y un quería dar mi brazo a torcer, entonces solo subiré un poco más y cuando haya amanecido tomare la decisión de volver.

Una hora empujando la bici y por fin vi la vía principal y una valla que decía túnel de oriente a un kilómetro y estando tan cerca solo era aguantar un poco, ya había aguantado hasta este punto podía aguantar un poco más,

                                                     Hora: 22 may.2020 4:37:12 a.m

A partir de este punto la pendiente de la vía era más suave, entonces pude dar unos pedalazos que me refrescaron el cuerpo y mermo la sudoración, pude llegar manejando hasta la entrada del túnel, lo cual me traía animado ya me imaginaba pasando por el túnel que estaba estrenando Antioquia.

Podía ver un retén en toda la entrada del túnel, la policía controlaba el acceso a este, pero solo se permitía el paso de carros de rio negro a Medellín, no lo contrario; uno de los oficiales me aconsejo seguir por la vía de las palmas, no sabía de qué hablaba pero me señalo en rumbo por donde debía coger, siempre que viajo pongo el google mapa para orientarme, que me había dicho desde que salí que por este lado era más cerca y que podía pasar por el túnel, no pude darme el gusto de conocer el muy nombrado túnel.

Toco por la vía las palmas que no sabía dónde quedaba ni mucho menos que tan lejos estaba, decidí continuar mi camino, había personas caminando y trotando para hacer ejercicio y quemar calorías acumuladas durante la cuarentena, que y les permitía salir una hora al día y cómo la mañana estaba fresca era una buena oportunidad para salir.

Seguí con mi intento de conquistar el mundo en mi bici, solo que ya estaba muy cansado a partir de este momento empujar y caminar era todo lo que tenía que hacer, el peso de mi equipaje rea cargado por la bici y solo tenía que empujar, eso también era agotador, a cómo iba avanzando solo veía lo lejos que la próxima curva pensando que a partir de ahí podría cambiar y ser menos pronunciada la subida o por lo menos una bajadita donde poder descansar, pero no siempre encontraba otra curva a lo lejos y mi cansancio era más y más.

                                                   Hora: 22 may. 2020 5:36.25 a.m

Sentía el cansancio en las piernas tomaba sorbos de agua para hidratar la garganta, si tomaba mucha sería peor, había empacado unos pedazos de fruta para contra restar la falta de azúcar en mi cuerpo, pitayá y manzana verde, la había guardado en la nevera fría y dulce como para calmar la sed hacia pausas pequeñas para no enfriar mi cuerpo, más adelante y con la convicción de que pronto podría descansar en alguna bajada que me permitiera rendir en mi camino, los calambres en mi pierna derecha se hacían más notorios, no sabía si era por la falta de costumbre yo porque y cada 100 metros descansaba un poco buscando tomar aire que me faltaba, mordía un pedazo de fruta y seguía a delante los sorbos de agua eran más constante debido a la sudoración,

En uno de los miradores del camino donde se divisa Medellín y el poblado donde viven los ricos de esta ciudad quise descansar un poco más perdía mis fuerzas hasta el punto de quedarme dormido sentado y como no había dormido la noche anterior aquí estaba la factura incluido el IVA. Por no dormir, lo peor era que la pitayá funcionaba como laxante natural y ya me había comido dos, mi estómago empezaba a avisarme que necesitaría un baño lo más pronto, por suerte había bastante naturaleza para abonar sus raíces ja, ja, ja.

Empezaba a perder las esperanzas de llegar o por lo menos terminar esta subida que me estaba ganando por falta de energías que ya había perdido, hice una parada pensando como devolverme, si había subido todo este tiempo bajando no tendría que hacer esfuerzo alguno, recosté la bici tendí mi cuerpo sobre el andén y sin más me quede dormido estaba pidiéndole a dios que me diera fuerzas para seguir eso pedía.

Recuerdo haber dejado la cicla bien parqueada cuando sentí que se calló al piso me desperté enseguida pensando que llevaba mucho tiempo dormido, la tome del suelo sin entender porque se había caído, avance rápidamente desorientado a lo lejos unos agentes de tránsito mi propósito era llegar hasta donde estaba ellos, al verme me preguntaron que a donde me dirigía, le conteste a al agente que si le decía se pondría a llorar el pregunto por qué, voy hasta Bogotá le comente rápido el motivo de mi viaje en estas condiciones, a lo que me respondió, entonces me pidió que siguiera que aún me faltaba mucho, por lo menos pensé que me ayudaría a embarcarme en un carro para a adelantar camino, pero no, ahí si me dieron ganas de volver a tras mientras seguía vi una estación de servicio donde podría llenar la botella de agua y comer algo, ya tenía hambre y mi estómago estaba vacío después de abonar una cuantas matas a la orilla de la carretera.

                                                Vie.22 de may. De 2020 9:05 am

Cinco horas habían trascurrido desde que Salí y ya era mucho para mi decidí tomar me el refresco con el chito y devolverme.

En eso estaba pensando desde que Salí, ya había trascurrido todo este tiempo y sin pensar estaba contento conmigo mismo de haber llegado hasta acá. Una voz irrumpió mi pensamiento al decir ¡ya le falta poco! Eran unos ciclistas que estaban descansando, llegaban hasta este punto del camino en sus bicis de lujo sin todo el peso que cargaba en mí viaje.

Le falta poco, tres curvas más y termina la subida, ya empieza a bajar hasta el municipio de las Palmas Antioquia, animo le falta poco; esas palabras eran lo que necesitaba para que regresara el ánimo perdido, les di las gracias, nuevamente emprendí camino, paso poco más de 40 minutos cuando al fin pude ver que mi camino empezaba a aplanarse ante el comienzo de una vía en descenso; por fin.

El descenso refresco durante un buen rato el viaje, hasta llegar a una glorieta que señalaba tres caminos el mío era el de la izquierda y por lo visto, me tocaría seguir subiendo mi suerte no me favorece aun, ese era mi pensar en todo momento. Me dispuse a seguir con mi andar sin pensarlo la idea de regresar a tras la avía abandonado por completo, un carro pequeño me rebaso tras el sonido de su bocina, que sin importancia paso desapercibido, al estar frente a su ventanilla me pregunto ¿adónde se dirige? A Bogotá, le comenté.

Dijo que hacia domicilios en su carro y ya me había visto dos veces hoy, que al principio pensó que me dirigía a algún lado cerca, cuando me volvió a ver dijo que estaba loco al subir tanta montaña y con tanto peso en la bici y sobretodo empujando, por eso paro a preguntarme a donde me dirigía, al saber mi destino confirmó que podía darme un aventón por lo menos hasta donde el iría, no muy lejos de ahí pero sería de gran ayuda poder acortar mi distancia, y con el cansancio que tenía eso era una bendición para mí.

No fue mucho lo que logró ayudarme, unos 10 minutos que para mí hubiese sido más de una hora. Al terminar el recorrido me dejo cerca de un peaje, que al pasar por el comenzaría una bajada hasta el aeropuerto de rio negro, todo fue bajando en se momento y mi felicidad era enorme al poder bajar a toda velocidad sin esfuerzo alguno.

                                     Entre 36 y 40 kilómetros por hora 22 may. 10:24:00 am

El recorrido hasta Rionegro, fue muy divertido se estaba compensando todo mi esfuerzo y esto ya espesaba a ser muy progresivo para mi propósito de llegar lo más lejos que pudiera ese día, sabía que mi destino estaba a unos días más lejos pero ese día quería conquistar cualquier récord que pudiera batir.

                                                       22 may 2020. 10:40:45 am

De aquí en adelante todo era ganancia, disfrutaba del paisaje la comodidad en ese momento la disfrutaba, podía conducir sin tener que bajarme en las subidas, estas no eran tan pronunciada como al principio, en ocasiones solo caminaba para descansar del sillín de la bici, sentía dolor a falta de costumbre, todo parecía tranquilo en adelante.

22 may 2020. 11:35:51.am

A este ritmo llegaría a al municipio de marinilla temprano, quería descansar, pagar una habitación bañarme y dormir lo que no dormí la noche anterior.

22 may.2020. 12:31:02 pm

Había llegado, solo era buscar un hotel donde poder quedarme hasta la mañana siguiente, mientras buscaba y avanzaba me percate que las autoridades hacían control en la vía de este municipio, exigiendo que los habitantes cumplieran con los protocolos mínimos de seguridad, y a los que no les seria impuesto una multa según decreto presidencial, y yo no estaba exento de esta multa por violar el aislamiento, pero el agotamiento no me permitía coger por otro lado, los enfrente al pasar por su lado pensando que les diría al preguntarme para donde iba y porque estaba en la calle.

Fue extraño, no prestaron atención a mi presencia y solo pase de largo como un visible invisible. ¡Tampoco me detendría, solo continué agradeciendo a mi suerte, y por ese motivo iría hasta el siguiente municipio, 15 kilómetros me separaban y pensaba en lograr esa meta eso! iba hacer ¡

Más adelante divisé cinco personas que descansaban su hora de almuerzo, estas personas se encargaban de mantener cortado el pasto o césped a la orilla de la carretera, me pareció bien sentarme cerca de ellos y descansar un poco, me preguntaron, de donde viene a lo que respondí, de Medellín y argumente que Salí a las 4:00 am. Su asombro fu tanto que por un momento dudaron, pero uno de ellos pidió que me sentara a descansar que el viaje hasta el momento había sido largo.

Solo recuerdo que me a coste en el suelo bajo una sombra y una brisa que con su encanto era irresistible, no supe más nada, al cabo de un rato desperté sin saber cuánto había dormido, estas personas estaban en total silencio, parecía que estaban velando mi sueño y solo esperaban que me levantara para ellos continuar con sus labores.

Fue así que al despertarme uno de ellos dio la orden de empezar a sus labores, o solo era coincidencia, no sé, solo les di las gracias y continué con una sensación de paz, me sentí renovado al avanzar recordé que había castado mi reserva de agua y necesitaba donde llenar la botella que me acompañaba.

En la puerta de una empresa un vigilante controlaba el ingreso a la misma, levante mi vos pidiendo el favor de que me regalara un poco de agua. Con mucho gusto venga hasta acá y le lleno la botella, de donde viene pregunto, fue la misma respuesta que había dado anteriormente y también encontré asombro y fue tanto el asombro que mientras me llenaba la botella y contaba mi historia, salió una persona preguntando que para donde iba pues eso no lo había dicho; basto decir que para Bogotá que de inmediato y sin mediar palabra, me entrego un billete y se retiró enseguida guarde el billete ben mi bolsillo sin saber de cuanto era, y partí.

Solo avance un poco a la sombra de un árbol para tomar agua revise el billete para guardarlo en el bolso que era más seguro que mis bolsillos, $10.000 mucha plata para alguien que no estaba pidiendo limosna, di gracias a jehová en medio de mi asombro, tome esto como una invitación a almorzar, gastaría esta plata en alimento, entre en un restaurante donde no fui bien visto al principio, pero cuando uno tiene plata puede entra donde quiera, entre me senté a lo que el mesero pregunto qué en que me podía servir, le dije que me sirviera en el plato más grande pero primero una cerveza bien fría.

Después de esa bebida y la comida que me habían invitado sin querer, dure una hora sin moverme del puesto que ocupaba, cuando por fin sentí estar satisfecho continué mi camino, vi un hotel llegando al municipio de santuario, pero su atención no fue la más cortes que preferí continuar mi camino, había llegado al municipio de Santuario pero no quería entrar, evitando las autoridades, aún era temprano y me sentía con fuerzas de llegar hasta un punto llamado Alto bonito, ahí había hoteles y muy probable trasporte para seguir mi camino al día siguiente.

foto tomada de Google mapa 22may.2020 4:10:11 pm Alto bonito municipio Santuario Antioquia

Tal y como lo evidencia la fotografía, al llegar me dirigí a un oficial a quien le comenté mi situación, de esa manera descartaba desconfianza para evitar una requisa que desordenara mi equipaje, me aloje en el hotel frente a la estación de servicio, primero preguntaron que, si tenía permiso de alojarme, en tiempo de cuarentena solo los transportadores tenían esa exención, le dije que sí que el oficial de tránsito al que me habías dirigido, me recomendó este hotel que no habría problema.

Compre dos cervezas bien frías entre a la habitación me tome las cervezas y tras entrar mi equipaje me recosté en la cama, me sentía ahogarme no tenía abanico ni aire acondicionado, la ventana era fija, como voy a descansar con tanto calor; me preguntaba, retire toda mi ropa hasta quedar en interiores, ya en la cama perdí la moción por el cansancio, al cabo de un rato que no preciso que tanto trascurrió, pero el frio que sentía calaba mis huesos, al parecer la insolación me tenía ardiendo el cuerpo que cuando me refresque, me despertó el frió del lugar y entendí porque no había ventilador ni aire acondicionad, sobre una silla de la habitación reposaba bien doblada una cobija muy gruesa para este tipo de clima, así volví a conciliar el sueño hasta las ocho de la noche cuando sentí la necesidad de bañarme un chocolate y volver a dormir.

Cuando tomaba mi chocolate publique en mis redes sociales un vídeo, que llamo la atención de una amiga, Yolanda, vivía a tres horas de ese lugar por donde pasaría al día siguiente, pero muy de noche teniendo suerte. Me llamo a preguntar que hacía en la calle en tiempo de cuarentena, le conté lo sucedido y porque me encontraba en esta situación, tras entenderme dijo que ella tenía muchos conocidos que estaban manejando volquetas hacia ese sitio, que al día siguiente esperara en el hotel que uno de sus conocidos me recogería para llevarme hasta su casas, donde me estaría esperando para que continuara mi camino pero en otras circunstancias, pero que en cicla no seguiría andando para llegar a Bogotá, me dispuse a dormir pensando que llegaría más rápido a casa.

Muy temprano el despertador sonó 4:00 am, no daba para levantarme y el frio tampoco me dejaba soltar las cobijas, recordé que mientras venían por mí podía adelantar camino y aprovechando la bajada de la vía; sería divertido avanzar si esfuerzo alguno, así que me aliste y Salí a la vía, donde aún la oscuridad no me permitía empezar con mi marcha, con linterna en mano nos fuimos cuesta abajo.

23 may 2020. 5:22:45 am. Mirador de Cocorná

Trascurrieron pocos minutos de mi partida y esta vista era para mí una de las mejores de mi viaje, es el mirador de Cocorná en Antioquia un lugar obligado a parar cada vez que pasaba por este lugar, y hoy no sería la exención, en una ocasión hace tres años me lance en parapente de este lugar mágico.

Octubre 2017 Cocorná

De esta forma continúe mi camino hasta donde más pude; cuando me llamaron preguntando que donde estaba que el conductor de la volqueta me estaba buscando para llevarme donde la yola, les comenté que había tomado marcha y que me podían encontraren el camino descansando mientras me alcanzaba, para llevarme.

23 de may 2020. 9:10:12. am

Había recorrido un gran trayecto y estaba listo para que me llevaran hasta la casa de Yolanda, en otras ocasiones ella nos arrendaba habitaciones y daba el servicio de alimentación. Les explico, para entonces trabajaba en una empresa de construcción, veníamos de Bogotá y yo era el encargado de la logística, el maestro general del proyecto; así conocí a Yolanda, transitaba con mucha frecuencia de la capital a Medellín, de esta forma explico porque el interés de ayudarme a llegar hasta donde ella estaba, y como ella dijo de ahí podía ayudarme a embargar en otro trasporte que llegara a Bogotá, salían muchas tracto mulas de esa zona, solo era cuestión de que ella moviera sus influencias y pronto llegaría a casa.

23 de may 2020. 11:40:23.am

Se demoró un poco en pasar la persona que me llevaría hasta este punto, cuando me encontró en el camino dijo que antes de llevarme tenía que desinfectarme, por poco y me baña en alcohol, que eran las normas de bioseguridad, todo sea por la seguridad lo bueno es que con esta ayuda mi camino se acortaba a la mitad y era cuestión de encontrar quien me llevara y de seguro, en un par de días estaría llegando, el recibimiento fue de lo mejor, pude descansar el resto del día en una hamaca bajo la sombra.

Al llegar la noche hablaba con Yolanda y su hijo diego hacían llamada buscando quien me llevara, pero al día siguiente era domingo y el lunes era festivo, por orden del gobierno las empresas no prestarían servicio, hasta ahí me llego la emoción eso significaría que de estar de buenas el martes estaría de viaje, bueno estaba muy cansado y esos días me servirían para reponer fuerzas.

Al día siguiente ya me picaba las ganas de irme, Doradal es un municipio de turismo por su parque acuático, con muchos hoteles para ir de visita, pero en este tiempo de pandemia sufría por escases de turista, pregunte a cuanto estaba, una hora me separaba de ese sitio en bici, en carro eran 15 minutos, no aguante la tentación y partí en la bici de Diego, que era más grande y podía ir más cómodo, al llegar pocas eran las personas que acompañaban este lugar, locales, hoteles, talleres todos cerrados, solo los supermercados estaban al público, entre en uno de ellos compre algunas cosas para llevar, sí iba a durar esos días sería bueno devolver la atención con algún presente, de regreso el camino se hizo más largo, el sol estaba que ardía y las sombras eran agradables para tomar descanso, tampoco había prisa por llegar me sentía bien caminando eso ayudaba a despejar la mente, en la noche se reunían a comer los choferes de las volquetas, Yolanda no perdía oportunidad para contar como había llegado, algunos me llamaban osado otros loco, qué más da, aun pensaba en continuar hasta llegar a mi meta.

Esta parte de la historia es aburrida, llegue el sábado al medio día paso domingo, lunes festivo, martes, miércoles, jueves, cinco días buscando la forma de viajar, el sitio es hermoso buena atención espacio y lo mejor podía correr y caminar para donde quisiera había mucho espacio, pero aún me sentía encerado necesitaba estar en compañía de mis hijos para sentirme bien, todo este tiempo lo único que quería era abrazar las personitas, que en un metro cuadrado extendían mi universo, eso era todo lo que quería y por ellos había hecho este viaje que aún no terminaba.

Así que le di las gracias a Yolanda por su atención, pero yo volvería a emprender mi camino y muy temprano saldría hasta Doradal, Salí 3:00 am. La mañana estaba nublada prometía ser fresca para viajar, pero aún era temprano para hablar de pronósticos, en el pueblo empezaban a salir los muleros con distintos rumbos, pero antes tomaban su café y mientras lo hacían los aborda pidiéndoles que me llevaran aun ofreciéndoles plata decían que no. No me gusta pedir favores esto me frustra, mejor monte mi bici y di marcha a otra aventura.

Emprendí el viaje después de insistir que me llevaran, la norma era que hasta el copiloto debía llevar un permiso, de lo contrario se le impondría un comparendo por parte de las autoridades de tránsito, por eso no sentí la necesidad de insistir, dando pedalazos alejándome del pueblo continúe el recorrido, por suerte el camino era en carretera plana subidas y bajadas, no se sentían con la fresca de la mañana avanzar era fácil.

29 de may 2020. 6:15:22. AM

Después de hora y quince minutos me encontré con el rio magdalena, un kilómetro de ancho para pescar y disfrutar de sus paisajes, tenía que continuar esto apenas comenzaba, el sol se empezaría a asomarse pronto, aunque el cielo estaba nublado el calor empezaría a sentirse y era mejor avanzar, unos quilómetros más adelante hay algunos restaurantes adonde apuntaba sin descansar y parar a desayunar, este ejercicio de la bicicleta consume muchas energías, no es bueno andar con hambre mucho menos teniendo conque comprar de comer. Este viaje era muy duro por el equipaje que llevaba, pero con gusto lo volvería a hacer, eso sí una mejor bici y en compañía de alguien para tener con quien conversar, hace falta reírse en compañía que sea testigo de mis hazañas eso hace un recorrido más corto o por lo menos divertido.

29 de may 2020. 8:20:44.am

Faltaban 222 kilómetros y 50 hasta la Dorada Caldas, esa era mi meta para hoy me daba por bien servido de poder llegar hasta allá. Pero prime lo un buen desayuna con bocachico del rio Magdalena, después de esta comida aguantaría hasta la noche, el resto del día seria con buena hidratación, según el Google Maps a paso de bicicleta estaría al medio día en el peaje de la dorada, serian cuatro horas dando pedal.

Cuando empecé este recorrido lo único que veía eran curvas, siempre pensando que al llegar a ese punto el camino sería distinto, por eso mis trayectos se medían en curva, las que aprovechaba para descansa. Pero este nuevo tramo de la vía lo único que había era una recta que no le veía fin, incluso cuando pasaba un carro por mi lado lo veía desaparecer en el firmamento, cuando su figura se desvanecía en la distancia, el descontento se hiso más evidente, cuando mi reserva de agua disminuía, tampoco había un lugar donde abastecerme, buscaba las sombras solo para remojar mi lengua con un sorbo de agua para no gastar el ultimo poquito que me quedaba.

En ocasiones miraba al cielo como buscando consuelo, LAS FUERZAS DEL HOMBRE ESTA EN SU PROPOCITO. El mío era llegar a Bogotá ver a mi familia, casi tres meses sin abrazar a mis hijos, estando bajo la sombra paso una persona en su bici cargado de cocos, SÍ, de cocos, tome el último trago de agua, pensando que lo podía alcanzar emprendí marcha, por un momento pensé que no lo alcanzaría iba muy veloz, su bici era más eficiente que la mía, pedaleé más duro acortando distancia entre él, le silbaba para llamar su atención pero el sonido de los autos y la poca fuerza que tenía no me ayudaban, un esfuerzo más me permitió estar más cerca y cuando me estaba dando por vencido.

Su tapaboca que llevaba colgado en el manillar salió volando al darse cuenta bajo la velocidad, al parar pude alcanzarlo, no tenía donde recostar la bici, le ofrecí tenerle mientras iba a buscar el tapaboca que el viento de los carros alejaba cada vez más lejos, al regresar con su objeto perdido, dio las gracias por la ayuda, pero estaba más agradecido yo, ese impase permitió que lo alcanzara, a beses uno cuenta con suerte y otras veces levantas la cabeza y das gracias.

Le pedí que me vendiera un coco, y mientras lo cortaba me decía que era su primera venta desde que entro en aislamiento, no tenía intenciones de salir este día por el temor de que las autoridades lo detuvieran, pero de alguna manera tenía que ganar para llevar el sustento a sus hijos, me paso el coco que de un solo sorbo me tome todo su contenido sintiendo como refrescaba mi garganta, corto otro para llevar y mientras lo alistaba, me comía lo de adentro que estaba muy blandita su carne blanca.

Empaque el otro para llevar, lo que me cobró por cada uno no fue nada en verdad parecía mentiras que 1500 pesos valiera salvarme la vida, compartí unos pesos más en agradecimiento, marchamos juntos mientras hablábamos, le conté que iba a Bogotá, pero que hoy solo llegaría hasta la Dorada. No, me dijo que era mejor tomar la ruta del sol que estaba más adelante, porque había más oportunidad de llegar a Guaduas hoy, que salir después de la Dorada Caldas.

Llevarle el ritmo a este personaje era agotador, le dije que haría una parda que siguiera mientras me acomodaba, tomé el coco que me quedaba y habiendo bebido todo su contenido, me dispuse a alcanzar de nuevo al vendedor de vida, pero por más que aceleré no lo volví a ver, miraba al horizonte una vía sin fin y este personaje no dejaba rastro, continué hasta una glorieta que anunciaba el desvío a la ruta del sol o seguir derecho a hasta la Dorada.

La ruta del sol fue creada para acortar distancia entre montañas y llegar a Guaduas, esto implicaba que si ningún carro me recogía tendría que pasar la noche en la vía, el sol y el cansancio pasaba factura, tenía calambres y mucha sed, llegué a la estación de servicio antes del peaje donde pude comprar agua, me abastecí con tres litros de agua, calor estaba venciendo mi optimismo por continuar, necesitaba donde descansar y que también me vieran cuando hiciera señas de que me llevaran.

Avance hasta el peaje, pero su soledad no me dejo de otra que continuar, solo un guarda se seguridad que se escondía del sol se alcanzaba a ver, avanzaba despacio en busca de sombra y esperando que alguien a tendiera mi suplica de ser llevado hasta Guaduas, empezaba a subir la pendiente de esta vía, esto solo me dejaba la opción de caminar mientras empujaba la bici, poca era los árboles en esta zona donde refugiarme, mientras avanzaba perdía fuerzas, el equipaje se ladeo llevándose toda la carga al suelo y junto con ella, mi humanidad cedió estaba en el suelo intentando parrarme.

Contar historias no es lo mío, pero como explico que sin darme cuenta estaba de pie marchando, sentía el ardor en mi cara y el resplandor del asfalto, subía una tracto mula deje recostar la bici en mi cuerpo y levante las dos manos, sería mi último esfuerzo al encontrar una buena sombra en medio de la nada, me quedaría ahí hasta que el sol se desvaneciera en el horizonte, eso pensaba, pero valió la pena, el conductor freno su máquina metros más adelante, en ese momento corrí hasta alcanzar la ventanilla del chofer, quien pregunto para donde iba.

Hasta donde me pueda llevar, eso dije, esta ruta conduce a Bogotá y donde me deje sería de gran ayuda, en Guaduas lo dejo porque de ahí en adelante la policía molesta mucho me dijo, a lo que respondí muchas gracias. Monte todas mis cosas en la parte de atrás del camión y dio marcha a lo que sería al favor más grande en este día.

29 de may 2020 12:58:22: pm

Tardo hora y media en subir a Guaduas a toda máquina can gran velocidad, era tanto el cansancio que no importo el ruido de los exostos, para quedarme dormido y despertar al llegar, en ocasiones me despertaba daba gracias y volvía a quedar dormido. Agradecí al conductor por acercarme, descendí mi bici y el equipaje, pregunte que si había trasporte inter municipal, estaba temprano y tenía que aprovechar cualquier oportunidad. Sale una hasta el alto del trigo a media hora vía a Bogotá, pero la última está por salir, me decía la persona a la que le pregunté.

Una cuadra más adelante estaba parqueada la buseta de 8 pasajeros lista para arrancar, Sin la oportunidad de ser llevado, otras personas también se quedaban sin la oportunidad de viajar, a lo que el chofer llamo a otra buseta para que hiciera el expreso, minutos más tarde apareció el otro conductor. Acomodo los pasajeros y al verme me pregunto para donde iba, para el alto del trigo, que de donde era que nunca me había visto y no podía llevar personas que no fuera de la zona; usted no me ha visto pero y soy de Guaduas y voy a trabajar al alto a hacerle una cocina a doña María y llevo toda mi herramienta y ropa para quedarme esta semana y la bici para hacer algún mandado.

No se comió el cuento, pero me llevo, cobro de más por llevar tanto equipaje, eso no me importaba, cualquier facilidad de avanzar era mucho mejor que pedalear. A partir de este lugar empezaría cuesta abajo hasta Villeta, una hora pedaleando sin esfuerzo que emoción acomode todo mi equipaje para empezar el descenso, ya tenía hambre y recordé que tenía un guardado muy rico solo era buscar un buen sitio donde comer, avance un kilómetro bajando la velocidad que alcance fue mucha que daba miedo y el trafico constante, encontré donde parar, una vista hermosa.

29 de may 2020. 3:28:12 pm

Desde este lugar podía ver a donde me dirigía cuesta abajo en una hora estaría en Villeta buscar un hotel y dormir hasta mañana, lo tenía todo medido tener cuidado con los camiones que subían y bajaban mantener la distancia para acelerar cuando pudiera sin ir a dar a un barranco, listo nuevamente monte en bici, ja, ja, ja, estaba desinflada la llanta trasera, pero cuando me baje a comer estaba en buen estado, solo estaba tomando fuerzas para continuar, recordé que bajando habían talleres donde echar aire o despichar en su defecto.

Avance y avance, los talleres estaban cerrados, bien abajo a mitad de camino encontré un taller abierto, pedí el favor de que arreglaran mi bici, le colocaron un parche, cuando la estaban inflando estallo el neumático fue mucha presión, bajaron nuevamente pero no tenía arreglo y mucho menos otro neumático, para dar solución al problema amarraron el caucho mientras llegaba al pueblo y comprar otro, así fue solucionado el problema y a toda velocidad, emprendí marcha bajaba muy rápido solo un kilómetros y nuevamente se desinflo la llanta.

Renegaba de mecánico por no hacer un buen nudo, empujando llegue cerca de Villeta aun con un poco de luz quise ver que le había pasado al neumático, al revisar el nudo estaba intacto era otra fisura, mi deducción fue sencilla, o estaba podrido el caucho u no me convenía bajar montado. Un hotel en el camino recogía los camioneros a su descanso antes de llegar a Bogotá en carro solo era tres horas, ahí esperarían hasta la madruga para llegar temprano a su destino, lo curioso fue que en la puerta del hospedaje estaba el tracto mula que me había traído hasta Guaduas, el vigilante pidió que parqueara a un costado para el cuidar de ella, solo me imagino al conductor en la mañana viendo la bici algo conocida.

Esta noche dormiría agradecido de llegar hasta este lugar, y por no dormir en la carretera a la intemperie, estoy a 2 kilómetros de Villeta me levantare temprano iré hasta el pueblo comprare un neumático y buscar la forma de llegar a Bogotá, este viaje ha sido divertido y muy agotador, gracias a Yolanda, al señor de los cocos, y al chofer del tracto mula.

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