Me saludó,
le sonreí, me presenté.
Se llamaba Eco.
Creí que tan solo la soñé.
Charlamos de todo,
nos comimos el tarro.
Ella es mental,
no se ensucia con el barro.
Ella no busca curro,
no sabe fumar cigarros.
Yo en mi burbuja
entre aguas negras
hasta que llego a la playa,
algo me dice que me vaya.
Ella una bruja,
yo un amable ogro.
Quiero hacer un potage,
ella es la única que me oye.
En el grito del silencio
el aire frota al génio.
La mágia creó al mito,
el eco es un comienzo
donde poder vivir a dos caras
y que solo quede una.
Nacer de la ceniza,
de la hierba que se fuma.
Te siento abstracta,
no sé por dónde cogerte,
hay algo en mi que se desata,
pues me conozco al conocerte.
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