empatia viral lucha contra la discriminacion y el bulling

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gracias profesora de ingles de la univercidad de la cuenca del plata de la sede de posadas misiones y traductora de ingle nasional e internacional gracias muchas gracias
El arte de comprender emociones, la empatía
Podríamos definir la empatía como la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de comprender su visión de la realidad, su postura y sus opiniones libre de prejuicios. La empatía no solo puede ayudar a los demás, sino a nosotros mismos.
“La capacidad de clocarse en el lugar del otro es una de las funciones más importantes de la inteligencia. Demuestra el grado de madurez del ser humano.”
¿Qué es la empatía y para qué sirve?
La empatía es ponerse en la piel de la otra persona, ser capaz de entenderla, de tratar de comprender qué pasa por su mente, cómo y por qué se siente así. Pero es una visión no desde nuestra perspectiva, sino intentando pensar como piensa el otro, con sus creencias, sus valores…
La empatía parte de la validación, de comprender que los sentimientos de una persona son posibles en la situación en la que se encuentra, aunque nosotros en su misma situación tuviéramos otros.
Dicho en palabras más sencillas y con un ejemplo, para nosotros puede no ser muy importante el hecho de no tener hermanos, pero para otra persona sí puede serlo. En esta situación, la persona empática apartaría su “escala de importancia” para entender el sufrimiento del otro desde “su escala de importancia”.
El grado de empatía
Hay personas que tienen una facilidad natural para hacer lo que anteriormente hemos descrito pero hay otras que son incapaces de hacerlo. Sin embargo, ¡cuidado! A veces confundimos la empatía con otro concepto que si bien no es lo mismo, es una parte fundamental para que se produzca la empatía. Hablamos del reconocimiento de emociones.
Nos referimos a reconocer la tristeza, la alegría, el miedo, el enfado. Hay personas que son capaces de identificar rápidamente el estado emocional en el que se encuentra otra persona y hay otras que no consiguen identificarlo, siendo un poco exagerados, aunque se lo escriban en la frente.
Lógicamente, en este paso previo a la parte más cognitiva de la empatía influyen muchas variables: la familiaridad que tenemos con la persona que tiene la emoción, nuestro grado de cansancio, su predisposición comunicativa, etc.
La empatía tiene muchos aspectos positivos: facilita la comunicación, el consuelo, la resolución de problemas, etc. Pero también hay un aspecto negativo: vivir continuamente en unos zapatos que no son los nuestros puede hacer que creemos una desconexión emocional con nosotros mismos que nos puede pasar una factura muy importante.
Así, es bueno practicar y entrenar la acción mental de ponernos en el lugar del otro, pero sin olvidar que es el otro y sin quedarnos permanentemente allí. Los primeros que tenemos que cuidar de nosotros somos nosotros mismos.
¿Cuándo demostramos empatía?
Podemos ser una personas muy empáticas, pero si no lo demostramos, si no lo ponemos en práctica no sirve para nada. Dicho esto vamos a enumerar algunas ocasiones en la que podemos utilizarla:
Cuando sabemos escuchar y comprender los sentimientos del otro sin estar tan pendiente de nosotros mismos y de nuestras palabras.
Cuando no solo utilizamos las palabras para consolar. También un abrazo, una palmada en el hombro, un beso o una caricia nos hace ser más empáticos.
Cuando estamos con alguien que tiene un problema y le ayudamos con el sentido del humor por ejemplo.
Cuando nos expresamos con delicadeza y cortesía.
Cuando no mostramos gestos de aburrimiento hacia lo que nos cuentan los demás.
Cuando no hacemos un comentario que sabemos que le va a molestar al otro.
Cuando hacemos entender a un anciano o a un niño por ejemplo que lo entendemos, que lo comprendemos.
Cuando ayudamos a resolver problemas y somos capaces de calmar a los demás
¿Cuándo no demostramos empatía?
Por el contrario, también pueden existir momentos y situaciones en las que no mostramos empatía:
Cuando creemos que nuestros problemas son los únicos que hay en el mundo.
Cuando no escuchamos a los demás.
Cuando juzgamos y hacemos comentarios hirientes.
Cuando nunca ofrecemos una sonrisa, un gesto amable o una caricia a los demás
Cuando siempre que hacemos algo por los demás esperamos algo a cambio.
La empatía es una buena habilidad para practicar, pues nos permite comprender a los demás. Pero debemos tener cuidado con practicar la empatía en exceso para no desconectar de nosotros mismos.
Leer ficción mejora la empatía!
La lectura en general tiene muchos beneficios. Pero no hay nada como sumergirse en una buena novela de ficción. Muchas personas alimentan así su imaginación y consiguen evadirse temporalmente de sus problemas, creando así una vía de escape que les permite gestionar el estrés de la vida cotidiana. Además, recientemente se ha encontrado que leer ficción tiene la capacidad de fomentar una habilidad social fundamental: la empatía
Así lo asegura un estudio realizado por el Departamento de Psicología Aplicada y Desarrollo Humano de la Universidad de Toronto, Canadá, y publicado en en la revista Trends in Cognitive Science. Dicho estudio analiza cómo la ficción puede afectar a las habilidades sociales de una persona.
Concretamente, los investigadores se centraron en averiguar cómo la ficción literaria influye en la respuesta empática de los lectores en el mundo real. Según los investigadores, en los últimos tiempos, los científicos han desarrollado un creciente interés en cómo la ficción puede afectar a la mente
La lectura es la mejor gimnasia posible para nuestro cerebro a cualquier edad. Nos estimula, nos proporciona bienestar, placer, y nos enseña a entender mejor al otro, a ponernos en su piel y, por ende, a convivir mejor en sociedad”
Aumento de la empatía en los lectores de ficción
Los investigadores señalan que la ficción es una simulación de mundos sociales. Así, a través de la lectura de ficción, las personas pueden mejorar sus habilidades sociales del mismo modo que un piloto aprende a volar en un simulador de vuelo. “La ficción podría ser un simulador de vuelo de la mente”, explican. Así, la empatía, como habilidad social, podría ser mejorada a través de la ficción.
Para comprobar su hipótesis, los investigadores pidieron a un grupo de adultos completar una serie de pruebas para medir un índice de empatía y de “teoría de la mente“. Un indicador que no estaba basado en la narrativa, buscando con esto que los efectos no pudieran explicarse por las competencias verbales adquiridas por la propia lectura.
En esta prueba, se pidió a los sujetos ver 36 imágenes de ojos de diferentes personas y seleccionar entre cuatro estados que mejor explicaran, para ellos, lo que esas personas sentían o pensaban. Estas estados eran reflexivo, horrorizado, irritado o impaciente
En comparación con los sujetos que leían solo libros de no ficción, los que leían ficción obtuvieron resultados significativamente más altos en su habilidad para la empatía. Los investigadores apuntan que este hallazgo se mantuvo después, a la hora de considerar las diferencias individuales en la personalidad y otras características.
“Leer literatura nos hace ser más empáticos, esto es ponernos en la piel del otro, y tener una mejor comprensión social”
La ficción nos permite explorar la vida de otros
Estudios previos han indicado que el aumento de la empatía no solo puede ocurrir con la ficción literaria, sino que la ficción en general puede mejorar esta habilidad social. En este sentido, los investigadores apuntan a un estudio que identificó la mejora de la empatía entre los participantes que veían series de televisión de ficción. Sin embargo, la visualización de documentales de televisión no produjeron el mismo efecto.
Según los investigadores, la evidencia que se tiene hasta la fecha sugiere que cualquier tipo de ficción que envuelve al lector o al espectador con los personajes puede conducir a mejoras en la empatía y en otras habilidades sociales.
La característica más importante del ser humano es que nuestras vidas son sociales. Lo que es distintivo de los seres humanos es que hacemos arreglos sociales con otras personas. Nos relacionamos con los amigos, la pareja, los niños y esas relaciones no están pre-programadas por instinto. La ficción puede aumentar y ayudarnos a entender mejor nuestra experiencia social.
El motivo por el que la ficción ayuda a desarrollar empatía es que nos permite explorar la vida de otros, sus emociones, sus motivaciones y sus ideas. La ficción nos permite realizar inferencias, involucrarnos emocionalmente y entender la complejidad emocional de los personajes.
En un estudio reciente se pidió a un grupo de voluntarios que imaginara determinadas frases mientras los neurocientíficos miraban qué pasaba en sus cerebros. Lo que encontraron fue que cuando los participantes decían aquellas frases se activaba su hipocampo, una región asociada al aprendizaje y la memoria, como si evocaran el mundo real. Otros estudios han encontrado que la ficción pueden incluso generar empatía por una raza o cultura que es diferente a la propia.
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6 Ejercicios de Empatía Para Mejorar tus Habilidades Sociales
¿Conoces el dicho “Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti”?
Pues es absurdo. ¿Acaso a ti te gusta lo mismo que al resto de gente?
La clave de la empatía es tratar a los demás como les gustaría que les trataran a ellos, no a ti. De lo contrario quizás les sigas tratando como no les gusta.
Intentar comprender a los demás es la base de las relaciones sociales. ¿Sabes cómo se llama a las personas que no tienen empatía? Psicópatas. Ellos no pueden empatizar ni sentir remordimientos, por eso interactúan con las demás personas como si fueran objetos o medios para sus propios fines.
¿Sabías que…? Se calcula que un uno por ciento de la población es psicópata, que no es poco, y desde luego no tienen porqué ser asesinos. Pueden ser tu vecino, tu jefe o el señor que te vende el pan. Habitualmente su conducta es afable, pero nunca muestran sentimientos de culpa o ansiedad, y sus relaciones de amistad suelen durar muy poco. Son egocéntricos y no son conscientes de las consecuencias de sus actos en los demás. A lo mejor incluso conoces alguno.
La importancia de la empatía en las habilidades sociales
A diferencia de lo que se cree popularmente, la empatía no es la capacidad de sentir lo que el otro siente. Si fuera así estaríamos sufriendo altibajos emocionales durante todo el día. La empatía es entender lo que otro individuo siente y responder en consecuencia.
El origen de la empatía
La ciencia dice que el origen de la empatía son las neuronas espejo, las cuales se activan en respuesta a los actos y emociones de los demás, en una especie de intento del cerebro por experimentar lo que el otro experimenta. De ahí, por ejemplo, que bosteces cuando el otro bosteza. El bostezo es la empatía en su máxima expresión.
El grado de empatía varía mucho entre personas aunque habitualmente es mayor entre gente del mismo sexo, edad, raza o grupo social. De nuevo, lo que nos hace similares nos une. También se ha postulado que las mujeres son más empáticas porque evolutivamente necesitaron entender mejor qué significaban los gestos y lloros del bebé. Por eso sus habilidades sociales están mucho más desarrolladas.
Para qué sirve ser más empático
Empatizar con alguien es simplemente lograr que esa persona se sienta comprendida. Si lo consigues, serás capaz de cambiar el rumbo de una relación en un instante. El efecto de las neuronas espejo provoca que tu interlocutor se sienta en deuda contigo y quiera entenderte a ti también cuando reflejas sus emociones o le dices que entiendes lo que siente
Así pues, ser empático tiene varias ventajas:
Caerás mejor a la gente. Las personas empáticas tienen un círculo social más amplio, son “populares”.
Serás mucho más persuasivo. La capacidad de entender y ponerte en el lugar del otro te permitirá saber qué puedes ofrecer a esa persona para que confíe en ti.
Te convertirás en el centro de atención y te harás escuchar. Los empáticos se comunican de forma eficaz y suelen tener unas relaciones sociales más satisfactoriasporque habitualmente hablan de cosas que importan a los demás.
Mejorarás tu capacidad de liderazgo y motivación cuando empieces a entender los deseos y necesidades de la gente.
Comprenderás rápidamente qué les pasa a los demás a través del lenguaje no verbal, y podrás reaccionar en consecuencia.
Como ves, entender las motivaciones de alguien y responder a ellas es una de las herramientas más potentes que jamás tendrás para socializar. Y como demostró el doctor Mark A. Barnett, es una capacidad que se puede aprender y mejorar.
6 ejercicios para mejorar tu empatía
La clave para ser más empático es aprender a ponerse en el lugar del otro, dejando de ser tú por un momento y entendiendo los deseos y miedos de tu interlocutor sin estar pendiente de lo que vas a decir a continuación. Es casi como meditar. Veamos algunas formas de conseguirlo.
Deja de escuchar durante 5 minutos y fíjate en otras cosas. A menudo damos más valor al significado de las palabras que al resto de información que somos capaces de percibir. Tono, postura, expresión, mirada, silencios… Captas toda esa información de forma inconsciente, pero tu raciocinio la oculta al dar más importancia a las palabras textuales. Así pues, haz callar a tu razón y dale una oportunidad a tu intuición
Para entender a alguien intenta imaginarte qué le motiva a hacer lo que hace. Piensa en alguna dificultad que pueda encontrarse día a día. Si es un comerciante, puede que el negocio le esté flojeando, los ingresos no sean los de antes y le cueste más pagar el alquiler. ¿Reflexionar sobre eso un momento antes de hablar con él puede incrementar tu empatía? Seguramente sí.
Haz que la otra persona también ponga de su parte. Para que se abra más sencillamente pregunta ¿Cómo estás? y espera. Gira tu cuerpo hacia ella ofreciéndole toda tu atención. No lo hagas sólo por cortesía. Incluso tocarla ligeramente en la parte superior del brazo puede hacer que se sienta más comprendida y libre de expresarse, como demuestra este estudio.
Con lo que te diga, ni se te ocurra exponer tus conclusiones. Evita decirle “Tu problema es que…”. Si percibe que le entiendes no se sentirá solo en su problema y se abrirá más. Si cree que le vas a sermonear, se cerrará
Parafrasea y reformula su mensaje añadiendo la emoción que creas que está experimentando. “Así que nadie te ha llamado en dos semanas… Creo que eso te puede hacer sentir solo, ¿es así?”. Se sentirá más comprendido y lograrás que pase de hablar de hechos a hablar de emociones. Y esa es la clave de la empatía
Sal varias veces al día de tus zapatos para ponerte en los de los demás. Esfuérzate durante un tiempo en hacer todo esto y dentro de poco te sorprenderás a ti mismo haciéndolo de forma casi inconsciente. Habrás logrado mejorar tu empatía.
Como ejercicio final, te propongo un reto extremo de empatía con el sociólogo Sam Richards. Si eres capaz de entender a las personas que describe es que, en el fondo, eres capaz de entender a cualquiera.
Toda relación social tiene que ver con la empatía. Es imposible odiar a alguien si realmente lo entiendes. Todos somos humanos con las mismas emociones y motivaciones. Simplemente, nos han puesto en lugares y situaciones distintas.
ver video en este enlace el video esta en ingles pero esta subtitulados en espanio

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