YO. MI MEJOR AMIGA.

YO. MI MEJOR AMIGA.

PAOLA MONSALVE

16/11/2017

Como que de pronto me dieron ganas de ser mi mejor amiga.

Así, sin más, harta de todo y de todos. No quise mirar más afuera. Solo quise saber mi opinión al respecto de cada cosa, y preguntarme que cosas me gustaban para ver si coincidía con lo que estaba haciendo yo.

Después de mirar tantas veces afuera, ya no quería saber como ven el mundo los demás.

Así que, disfruté la comida, y la ensalada, con harto limón. Dispusimos un lugar donde nadie más pudiera entrar. A puerta cerrada, podíamos hablar, escuchar música, reírnos, cantar, o simplemente no decir nada. Y solo teclear. A veces nos fuimos de paseo por internet. Descubrimos lugares que ni siquiera nos imaginábamos.

Pasamos por Mongolia, Australia, Mozambique, Madagascar, Portugal, Jamaica….mientras viajábamos, pensé, ¿qué me gusta realmente de todo esto? ¿Los paisajes? ¿El no estar en casa? ¿La falta de preocupaciones? ¿Cuánto duraría en esos paraísos?

No supe que decir.

Era más que los colores, el paisaje, la aventura……era la libertad de solo sentir placer en esos lugares. En libertad absoluta. Sin presiones, sin prisas, sin limites. Sin pretensiones de ninguna clase, sin querer o desear tener nada más que el momento presente, sin planes, solo sintiendo placer de disfrutar lo que hay ahí.

Lo contraste con imágenes de Milán, pero no, no era lo mismo, no era lo natural.

Seguí con Bali, Indonesia. De pronto casi lloré.

Una cosa que entiendo, es que, no puedo volver a malgastar una vida en algo que no me gusta solo por miedo.

Aunque aún no se que hacer. Tengo claro que quiero vivir de una forma diferente. Algo que tenga sentido.

Pero ¿a qué me refiero exactamente con eso de tener sentido?

No tengo ni la menor idea.

Quizás es solo romper con la rutina que tengo, con esta zona de confort que trate de tener, con esta estabilidad que me agobia a veces. ¿Por qué esa necesidad de aventura? Acaso ¿tiene que ver con la vida de las mujeres en mi clan?

Todas ellas sometidas, y las que no fueron sometidas vivieron solas, sin pareja. En este preciso momento suena el teléfono. Mi madre. Se activo por «casualidad» la llamada. Pero yo ya se que las casualidades no existen y entiendo que es una señal de la vida indicándome que mis sospechas tienen fundamento.

Entonces recuerdo, yo también quiero una vida familiar, pero esta idea no coincide con lo que experimentó mi clan. Por lo tanto, me mantengo soltera.

Si tan solo pudiera trascender esta información.

Pienso entonces en todo aquello que no quiero para mi vida, solo porque es más fácil determinarlo de esa manera y luego darle la vuelta desde una mirada positiva.

No quiero un hombre que me maltrate, me engañe o me mienta. Menos que me abuse.

No quiero una vida triste y solitaria.

No quiero la falta de dinero que me someta a tener que soportar a un hombre al que no amo.

No quiero una vida sin sentido.

No quiero una vida enferma de tristeza.

No quiero vivir en soledad absoluta sin poder comunicarme con el mundo.

No quiero pobreza de mente.

No quiero que me anulen.

Y ahora en positivo:

Gracias porque me amo, me respeto y me valoro porque gracias a eso disfruto del amor de un hombre que me ama, me respeta y me valora.

Gracias por la vida alegre que disfruto cada día.

Gracias por la abundancia que comparto en mi vida junto a los seres que amo y me aman.

Gracias por el sentido que tiene mi vida y que expreso con alegría de vivir.

Gracias por la salud perfecta que me acompaña cada día de mi vida.

Gracias por poder comunicarme con facilidad con todos.

Gracias por la forma en que funciona mi mente, por la comprensión que tengo del mundo por cada nuevo conocimiento que llega hasta mi.

Gracias porque me reconozco, y gracias a eso soy reconocida por los demás.

Logré nuevamente sentirme en paz conmigo.

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