Margarita deshojada

Recostada en aquel roble donde recibió su primer beso, una joven lloraba mientras acariciaba con sus manos una margarita deshojada. En medio de su llanto se pregunta ¿cómo permitió que el temor decidiera entre lo que él podría sentir, y lo que ella creía que el sentía? Víctima de sus dudas rechazó aquel muchacho que tal vez, había podido hacerla tan feliz como ella soñaba; y como si fuera un poema de Bécquer, el muchacho detrás de una pared enmohecía se pregunta ¿por qué no pude demostrarle que la amaba?, ¿por qué no fueron suficientes mis señales?

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